Me siento completamente desesperada por un psicólogo pero todo es una mierda. Hijo de puta. Es como si posponer todo me afecta hasta cuando intento deshacerme de una de las razones por las cuales se me dificulta tanto levantarme en las mañanas.
Quiera estar cuerda y no estar enferma. Se vuelve agotador el tener que hacer planes suicidas alternativos y además mantenerte al margen de todos ellos mientras intentas con todas tus fuerzas conseguir la valentía para cortarte las venas.
La letra V hace que las palabras se vean bonitas.
Me dí cuenta de que me convertiré en aquella anciana que se sienta junto a la fotografía de su marido muerto y le platica sobre su día. Las orgías en el bosque son ridículas. ¿O no?
Los gatos duermen y maúllan y te dan un cosquilleo cuando te ronronean al oído. Es como si te estuviesen diciendo un secreto o agradeciéndote por acariciarlos.
La falta de información o tergiversación de la misma causa todo tipo de mierda.
Siento dolor y me siento inquieta. Desearía tan sólo sentirme bien.

I am the lizard queen and I CAN DO ANYTHING

Pasé cuatro días encerrada en mi habitación teniendo a Netflix como única compañía y me sentí sola y perdida de vez en cuando. A veces, todo dejaba de tener sentido.
¿Para qué respiro, río o me levanto de la cama si igual voy a morir? Mi proceso de recuperación parece ser lento y aún, de a momentos, macabro. Espero, de verdad, que esto no sea lo que se siente ser una ex depresiva porque si es eso entonces es una puta mierda y la existencia en sí es triste. Entonces, me pregunto, ¿cuánto más falta para que ya no esté loca?
Como me he mudado y ahora voy a un manicomio diferente (otra escuela católica privada), me dí cuenta de que, de hecho, el mundo sí puede estar lleno de gente que está todavía más llena de mierda de lo que pensaba que se podía estar.
Ya no puedo decir groserías con mis putas amigas, oh, ¿por qué? Son religiosas a morir. No me agradan mucho. Con mis otras amigas al menos podía ser rara.
A la mierda con todo.

Nota: escribí esto hace dos días a las 4 de la mañana cuando no podía dormir. No tiene sentido alguno. Al despertarme y encontrar esto en mi computadora supuse que después de la depravación del sueño era factible que ubiese escrito esto. En fin. Lo considero una historia corta, como una carta de amor de alguien que tiene a quien querer. No está tan mal, creo.

My sweet darling,

 Our sleepless nights are my favorite part of December. I need to constantly tell myself not to worry, because even though I know there is nothing to be worried about my brain doesn’t get it. But oh well. 

 I want us to make love and then I’ll tell you how perfect you are until I fall asleep next to you. In the same bed! I’m going to rest my head on your shoulder and hold your hand while we watch TV. I want to wrap my legs around your torso. I want you to love me. You have no idea of how much I love you. 

 Did you ever look at a curtain being moved by the wind coming from an open window and imagined it as a lung in the middle of a wall? Do you think those curly shapes created by the smoke of a cigarette are pretty? Did you ever stare at some inanimate object and deep inside you believed you were going to move? I swear I know what the color purple tastes like and I feel like licking the universe would taste like cosmic ice. Everything is happening right now. While I write this, the universe in the near future began to collapse and explode, killing us all. While you read this, somebody in the world just fell in love. While we have sex, someone just found out the girl he’s loved his whole life loves him back and they are about to run away together, away from the chaos into their own temporal universe of love. Millions of cats just gave birth to kittens and an old lady is sitting next to a picture of her diseased husband and telling him about her day.

 The old lady married him during her 20s back when movies didn’t have any colors and girls couldn’t wear miniskirts to school. And they loved each other their whole lives. They went through four kids and many fights together. The slept in the same bed and day after day they looked at each other’s faces getting older and closer to death. And while the cruel universal law of time finally told them it was time to say goodbye, one of their kids cried without knowing why. 

 Sometimes I think about this kind of stuff and there is like this small childish feeling, something deep in my mind that just won’t go away despite of how ridiculous I know it is: what if I can just wish to have eternity for myself? What if I tell the universe out loud that I want to have you forever and we stop dying one day and just suffer together until everything else is gone?

Happiness is fireworks in the sky during Christmas and new year, finding a song I heard when I was a kid and being able to hold a piece of the past in my hands in the middle of a world that is perpetually moving forward, finding out that things that made me happy in the past still have the same effect, suddenly realizing how beautiful the world and everything in it is, peaceful looking places, soft blankets, hugs, children’s books and cold, rainy mornings when I can stay in bed.

I want to do all the things that make me happy with you so when you’re gone I can still enjoy those things and remember you in every one of them. 

The only sad thing about thinking of you dying is that you would never be next to me again. It would be so many things that would never happen again. I guess that’s why when someone dies it’s so sad: it’s not really just the person, it’s also all the things that this person takes with him to the other side.

But I don’t care, because you’ll still be with me in my head.

While we still have the time, please keep me close to you and hold me all night and keep your dick inside of me for a few minutes after we’re done making love and hold my hand. Let’s make beautiful things and never, ever destroy them. Let’s make one spontaneous thing (getting married before being old enough to be taken seriously) and then be boring next to each other like lazy cats for the rest of our lives. You make life amazing. I love you. 

No puedo escribir. Simplemente no sé. Quiero escribir pero me siento tan acabada.
Ya, está bien, no voy a matarme. No estoy siendo tragada en una espiral de locura, ansiedad o depresión, no más de lo normal, al menos. Pero juro por Dios que no tengo ni puta idea de qué se supone que escriba. Por favor, de verdad que esto es la base de mi vida: siempre estoy perdida y nunca tengo ni idea que hacer. Mi vida es un continuo examen de matemáticas para el que no he estudiado.
Quiero dejar algo claro: tengo uno que otro plan a largo plazo. Puede sonar loco si lo digo, razón por la que no lo voy a mencionar. A veces, mi plan parece algo imposible de concretar, pero es bien sabido por una que otra persona que ha vivido más de cuarenta años y ha pasado por algo similar que, de hecho, sí podría funcionar.
Estoy perdida, pero estoy más que decidida a luchar por buscar una dirección. Necesito una dirección. Ya no tengo trece años. Estoy peligrosamente cerca de tener que empezar a tomar decisiones importantes y si se llega a ese punto sin alguna idea de qué se quiere hacer todo se va a la mierda y los esfuerzos de una corta vida terminan hechos añicos.
Quiero escribir pero tengo miedo de ser inútil incluso en esto o que escribir sea algo sin sentido.