Remember what the doormouse said: "feed your head".
Boddah, mi querido Boddah. Han pasado algunas cosas desde la última vez que me he molestado en pasar a reportarme. Ya he escrito una carta disculpándome, aquí me propongo a aclarar qué hice exactamente. No quiero hacer una lista, no todavía. No. Sólo quiero reportarme y mencionar poco a poco todas las cosas humillantes que he hecho en este corto período de tiempo durante el cual me mantuve alejada de ti.
Ayer, en la tarde, me pinté las uñas con papel periódico y alcohol, como dije que haría. Lo hice con letras primero y hoy en la tarde me las desteñí para pintarlas, en su mayoría, con dibujos. En una uña de mi pie izquierdo me puse un ojo, aunque hay que fijarse bien para ver que es un ojo, en otra un dibujo de Baphomet, en otra el de una balanza y en las otras letras o cuadros que saqué de un diseño en una página publicitaria. Esas son las de los pies. En las manos, cuatro signos del zodíaco (Cáncer, Leo, Acuario y otra que no reconozco, respectivamente, además de un fallido Piscis que se destruyó y reemplacé con Leo), letras y algunos dibujos de las tiras cómicas. El día miércoles R estaba algo drogada y estábamos en la casa de unos amigos. Se me tiraron encima, me metí los penes de dos de ellos a la boca, casi me meten los dedos y el pene por la vagina y me chuparon las tetas. Básicamente eso fue lo que pasó allí, yo no logré drogarme. El martes, Boddah, R y yo hemos ido a probar la marihuana. Fue una experiencia interesante, aunque no me coloqué del todo. Sólo un poco. R sí estaba bastante drogada. Yo sentí que el tiempo pasaba muy, muy lento, sentía que todo era irreal (eso se lo puedo acreditar a R y a un amigo, que pasaron unos veinte minutos, que sentí como varias horas, haciéndome creer que estaba totalmente drogada, que estaba loca, que decía cosas incoherentes hasta el punto que comencé a creérmelo), tan irreal, como si fuese un sueño lúcido. Tenía sueño, llovía, estaba toda mojada y sólo quería dormirme en la mitad de la calle, bajo la lluvia. Íbamos a la casa de Alice, fuimos dos veces, y ambas no estaba. El amigo con el que estabamos nos dijo que seguro ella tenía maría en su apartamento y que nos dejaría fumar allí, que incluso podría compartirnos algo de hierba. Yo tenía sueño, no sé si perdía la sensibilidad o era que la notaba de a momentos, porque cuando la notaba era insoportable darme cuenta de que estaba sintiendo, de que sentía la lluvia y eso, por alguna razón, me parecía algo abrumador, el tacto me parecía demasiado bueno para soportarlo, me quedaba absorta algunos segundos en la lluvia y el frío que tenía. La hierba me hizo ese frío mucho más tolerable, recuerdo que me temblaba la mandíbula y sabía que tenía frío, pero no me parecía insoportable como hubiese sido en situaciones normales. Me fui caminando a casa, aún supuestamente drogada, y comí algo de gelatina de uva que sabía como si no la hubiese probado nunca, aunque quizás era porque era algo casi refrescante y yo tenía la boca seca. Durante todo ese rato sentí algo raro en las mejillas, sentía que debía sonreír, que no podía dejar de sonreír y mi boca se curvaba en una sonrisa casi por obligación, si no sonreía sentía entumecidas las mejillas. Sentía que debía moverme, porque mi tronco y extremidades se sentían pesadas, y que si dejaba de moverme se me haría más difícil volver a moverme de nuevo. R me dijo que alguien encendió una luz blanca que ella vio como si fuese púrpura. Nos faltan algunos propósitos tenemos pendiente probar el LSD. Boddah, si pudiera lo probaría sola pero sé que ella querrá que hagamos esto juntas por no decir que hacerlo sola podría resultar peligroso. Es igual, trataré de sacar lo mejor del viaje con ella. Ya tengo el dinero para mi dosis, a ella le falta una pequeña cantidad para completar el dinero. Un compañero de clase va a conseguirnos la droga. Creo que el problema que tuvo Carla (o Alice), la de Go ask Alice, se volvió una adicta porque fue con todo muy rápido. Empezó con algo químico, primer error. Aunque el LSD no es adictivo, o no lo es casi nada, empezar con un alucinógeno de ese tipo no es tan recomendable, hay que ir un poco más despacio. El segundo error de Carla radicaba en que se drogó mucho en un período demasiado corto de tiempo, probó muchas drogas y a la vez, incluyendo las fuertes (que yo llamo "las prohibidas", al menos hasta dentro de unos años). Yo, en cambio, sólo me voy por el LSD y la marihuana, no más. No se vuelven adictivos, sólo en casos muy raros y si te vuelves adicto a alguna de esas dos drogas no es por una dependencia realmente física o psicológica, es por un capricho mental. En un tiempo, espero que en fechas alrededor de la navidad, quisiera volver a probar el LSD estando sola. Aumentaré las dosis de forma progresiva (no digo que lo probaré con más frecuencia ni nada de eso, digo la cantidad de la dosis que tomaré de una vez), hasta poder alucinar.
Boddah, Boddah, Boddah, sé que J me odia. V me dijo que él parecía tratar de odiarme pero no lo lograba. Si es así, le pasa exactamente lo mismo que a mí. A veces quiero odiarlo, pero no puedo. Me doy cuenta de que trato de evadir, por razones que no entiendo, mi odio a mí misma materializando ese odio en él, pero sólo consigo odiarme más a mí misma por haber querido odiarlo. No puedo, no es mi culpa quererlo. Muchas veces, es una mierda poder sentir.
He estado pensando de forma seria en buscar ayuda. Pensé en convertirme en monja, cuando salga de la escuela, y ponerme un cinturón de castidad. He pensado en hablar con la psicóloga escolar mientras aún tengo tiempo (el año escolar terminó hoy, pero me queda una semana de exámenes), buscar ayuda y superar la depresión con terapia y pastillas de litio. He pensado en hablar con A, que intentó suicidarse hace unos años, pero lo descarté. Pensé en hablar con I, que es buena aconsejando. También terminé por verlo como una mala idea, porque era algo arriesgado. No sé si quiero ayuda, pero realmente la necesito. Lo único que quiero es desahogarme, por favor.
Ayúdame, Boddah; Escúchame, Boddah.
Ya, perdón. Lo siento, de verdad.
A R y a mí nos faltan algunas cosas: emborracharnos (no me emociona la idea, ni me atrae, pero es porque suena interesante), probar el LSD, dormir en mi casa, fumar juntas con una pipa de agua... hemos tenido la idea (yo, más bien) de comprar algo de maría cuando yo tenga mi narguile y fumarla con ella. Sería interesante, porque algunos efectos negativos del humo pueden evitarse o hacerse más tolerables con la pipa de agua.
Mi madre sabe que he probado la Marihuana. Boddah, te juro que le dije. Sólo dijo, preocupada, que tuviese cuidado con eso. Nunca pensé que una muy corta charla sobre drogas con mi madre podría ser tan incómoda, fue tan corta que ni contaría como charla. Lo del LSD no se lo voy a decir.
Quería comprar La Naranja Mecánica, pero no pude, y La Isla, de Huxley, pero tampoco pude. Por suerte pude conseguirme Humanos, demasiado humanos de Nietzsche. Apenas lo voy a empezar a leer, llevo sólo el prólogo y ya me parece fascinante. En lo personal, prefiero a Huxley. Nietzsche, en cierto modo, es demasiado razón sobre el pensamiento y no dejar que nuestras mentes fluyan es opresivo.
Perdón, supongo que tengo que disculparme. Contigo, Boddah, y con una enorme cantidad de gente. He sido tan estúpida, es una verdadera pena que haya tenido que nacer. Boddah, Boddah, te amo.
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