Wednesday, July 18, 2012

Mi padre no ha vuelto. No creo que vuelva, al menos en unos días.
Ahora, recordando, se me hace un poco incómodo. D es mi amigo, recordarlo de la cintura para arriba mirando como tomaba su pene en mis manos ha pasado de excitante a incómodo y vomitivo. Es comprensible, ya pasó el efecto del aroma a cigarrillos con sexo.
No había comido en toda la tarde, hasta hace un rato noté que me dolía es estómago del hambre. Hoy desayuné cereales que dejé a medio comer. A eso de las nueve y cuarenta de la mañana una botella de té helado y un par de galletas de avena. Luego un par de mentas, algo de goma de mascar y un poco de coca-cola más tarde. Me duele el estómago, ya acabé el plato con espagueti y aún sigo con dolor. No me importa.
Espero superar eso. Si lo veo sin recordar que era él está bien, si no entonces es incómodo. No quiero que sea incómodo, se quejaba diciendo mi nombre mientras yo buscaba torpemente por donde metía mi mano a su pantalón. Su vello púbico lo calma todo por unos segundos.
No tomaré fármacos porque me da miedo que las píldoras para dormir apaguen la nitidez de mis sueños. Aunque estoy tan cansada que dormiré tranquila y caeré sin medicamentos. Espero soñar, espero ver su vello púbico en mi cabeza. Mierda, fue tan rápido que estoy segura de que algo adelantó el tiempo. Manipulé el tiempo con ansiedad sexual.

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