Estuve leyendo mucho sobre las relaciones entre signos. Esa mierda del zodiaco y el horóscopo que creo y a la vez me parece irreal y estúpida.
Habla sobre la compatibilidad entre mi signo (sagitario u ofiuco, no entendí bien era mierda del segundo signo, pero dejémoslo en sagitario) y otros signos. Luego viene con lo que corresponde la actitud de cada uno. Para especificar alguna, la de D (tierno y toda esa jodida mierda) y la mías, que dice sea sensible, cariñosa y suave además de amorosa.
Juro por Dios que, cuando leía esa empalagosa mierda de tomar su mano, me parecía vomitivo. Era tan estúpido y sonaba a una imagen de actores norteamericanos en una cursi e irreal película romántica estadounidense a lo Crepúsculo (esa cosa que tanto se vende es lo que caga su autora y luego vende haciendo el única cambio de pintar una portada de negro y poner una foto de una manzana).
No entiendo el punto de todo esto, el patetismo humano que tenemos por sentir que cada sentimiento, acción o idea debe estar respaldada por algo, como si dudáramos de nuestros propios instintos. Es una lástima que dudemos de ellos, porque son especialmente salvajes, fascinantes.
Me sorprende la voluntad del instinto.
En fin, me agrada el hecho de que le permitiera tocarme el cabello, me agradaba mucho. Me sentía como uno de esos gatos de las ancianas que lo ponen sobre sus regazos y los acarician hasta que se duermen. Yo me mantenía con los ojos cerrados y me gustaba cuando se me acercaba para decirme que le avergonzaba mostrarme su pene, me lo decía al oído y era agradable la calidez de su aliento sobre mi piel.
Mierda, no podría sonar más como una estúpida. Es esto precisamente lo que intentaba evitar, que el fuego interno del supuesto amor, en realidad hormonas, me cegara de esta forma. Malditas reacciones químicas cerebrales. Si soy sincera, jamás creí que sucumbiría a los sentimentalismos adolescentes.
Si soy sincera (de nuevo), me encantaría estar tumbada con él en la alfombra negra de mi habitación. Quiero tener sexo sobre un cobertor rojo a cuadros que tengo desde muy pequeña y, si soy una virgen, guardaría el cobertor manchado de sangre como un patético recuerdo del primer suspiro sexual.
Siento desde hace días algo en el estómago. Como unas ganas de vomitar, un extraño revoltijo y como si tuviera jugos gástricos hasta la garganta.¿Esas son las 'mariposas en el estómago' de las que tanto hablan las adolescentes y tanto dicen adorar? Si lo son, se sienten una mierda, es un ligero dolor como de hambre, pese a que no tengo hambre, y por supuesto las ansias de vomitar.
No comments:
Post a Comment