Ayer tuve un sueño tan vívido. Primero era la chica del suéter naranja de la serie Scooby-Doo, y estábamos todos en una especie de montaña rocosa. En el borde había una caída, un simple fin para caer metros y metros hasta golpearte con el piso. Habíamos estado caminando por una especie de sendero lleno de ramas con hojas. Al llegar allí, que parecía el borde de una playa rocosa aunque era una simple montaña, me caí mientras tomaba unas fotografías pero un chico de ese grupo (que en realidad debió de ser un invitado) me tomó por el tobillo y me subió. Antes o después de eso, no recuerdo, estaba en una casa de ricos. Era una especie de patio interno con un patio sin techo en el centro con bordes de columnas rectangulares blancas y había un portón grande detrás de mi que daba a la calle y una especie de mesa frente al portón de madera y una silla al lado de este. No recuerdo mucho, no sé si se mezclan cosas, es difuso.
Había una puerta en una esquina del patio y entré por allí. Todo era muy refinado, recuerdo que pensé "vaya, ¿qué dirían mis amigos si esta fuera mi casa y vinieran a visitarme aquí?". No recuerdo nada con detalle, sólo que era refinado. En mi sueño pensaba, era como si me pareciera todo real pero si hubiera pensado en la lógica de todo hubiera notado lo que ya sentía pero ignoraba, que era un sueño. Entré por allí a una habitación pequeña donde había dos puertas, una a cada lado de la habitación oscura. Allí había una especie de mesa larga y ancha de cirujano y una silla donde una mujer (que supe, no sé cómo, era la dueña de la casa y era rica) le hacían una extraña inseminación artificial. Es una idea muy extraña. Tenía una mucama y ella se encargaba, con un tapabocas, de poner en la espalda baja de la mujer acostada bocabajo sobre la silla, unas cosas extrañas que identifiqué como óvulos fertilizados. Intenté pasar a una de las puertas (tras las cuales, no sé como, sabía que había un bebé en cada alcoba, los cuales vi más tarde), siendo como un fantasma creo, pasando las piernas por encima de la mujer y luego entrando por debajo de la mesa, pero la mujer me sintió y el espacio era exageradamente reducido por lo cual no podía pasar a la parte de abajo de la mesa. Intenté pasar por debajo y no por encima de la mujer, y, de alguna extraña forma, funcionó.
Dos habitaciones oscuras con un bebé en cada una. Ya casi no recuerdo mucho.
De la nada la mujer tenía tres hijos, que por algo que ella dijo, al parecer dos de ellos eran hijos del jardinero. Uno era el de la película Las Crónicas de Spiderwick, el que odiaba su nueva casa. Para impresionarlo, no sé por qué, me peleé con mi madre pero él ni miró. En cierta parte estabamos en un avión viejo, más bien un aeroplano de esos que volaba Amelia Earhart. Había un mapa al estilo antiguo que aparecía en mi mente como su fuera una pantalla, como mostrando un mapa en una película de aventura. Una isla sería como China, pero donde está Australia, al lado otra, que sería Australia y luego otra y creo que otra. No recuerdo si eran tres o dos. La última era, supuse o quizás sabía, era el fin del mundo. Había una pequeña que era una especie de isla del Caribe, otra que era una especie de Corea del Norte, con un palacio en el centro. Fuimos en avión, yo y creo que mi madre y una guía. Pasamos sobre una montaña o algo así, un valle. Que tenía una larga extensión, un arcoíris en el centro que era una interminable linea, de flores de colores. El avión paso junto al piso y las toqué, me tiré estaba sobre ellas acostada como haciendo ángeles de nieve y por un momento imaginé a John Lennon grabando el vídeo de Imagine allí, cantando entre el arcoíris de flores.
Luego fuimos a la isla que parecía del Caribe. La gente parecía caribeña y no había sol, había viento pero no sentía nada de aire o frío, sólo veía unas banderas rojas triangulares que estaban frente a la costa moviéndose con violencia. El mar tenía muchas olas y estaba sucio, no entré. Con la guía, que era la mucama/mujer que había puesto ovarios fertilizados en la dueña de la casa de ricos, caminábamos y se nos acercó una mujer que preguntó quiénes éramos. La guía/mucama/experta en fertilidad le dijo que éramos amigos de no sé quién y que habíamos ayudado mucho, que los habíamos ayudado mucho. Después, había un primer plano del mapa, con la voz de la mucama como narradora que decía que ahora había que ir a esa isla tipo Corea del norte que parecía una ciudad lúgubre y oscura sobre una isla/montaña y en el centro de arriba había algo como un palacio/torre negra. La guía dijo que había que rescatar a una paciente, y apreció en la pantalla de mi mente un corto vídeo de el rostro de una mujer asiática con la boca cubierta por una de esas cosas que se ponen los médicos sobre la boca. Estaba asustada, creo. La guía dijo que "debíamos rescatar a la paciente que Fernando se había llevado". Él, supongo, era el dictador y ella una enferma que se había llevado para sadismo sexual. Mi madre me despertó antes de llegar a esa isla. Íbamos de isla en isla, así que jamás pude ver el fin del mundo.
No comments:
Post a Comment