Quería escribir justo el viernes, pero no pude hasta ahora. El viernes una amiga de I y mía (V), me invitó a salir a algún lado con I y ella. Hace algunas semanas o quizás meses que no les hablaba, al menos a V. A I la llamé hace unas semanas para decirle sobre lo que sucedió con D. Le causó asco, y es normal ya que desconoce sobre el sexo. Al desconocer lo placentero que es vemos lo que es en realidad, porque no hay placer que ciegue lo obvio, que es algo asqueroso y desagradable.
No sé por qué, me emocioné con la idea de salir con ellas ya que hace un tiempo no salía a algún centro comercial en su compañía. Fuimos a un centro comercial que queda un poco lejos y pasamos el día allí entrando a varias tiendas, caminando por allí, charlando, riendo de varias estupideces que me contaban sobre sus vidas y jugando algunos juegos allí. Algo muy gracioso fue cuando estábamos jugando un juego que consistía en disparar a un montón de hombres (los cuales yo imaginaba como nazis) sin una razón aparente, ya que no había mayor explicación de la situación en el juego. Entonces a cada rato se terminaba el dinero que habíamos puesto a la maquina y, emocionadas y excitadas por la violencia, chillábamos erraticamente "Continue! Continue!" como unas dementes. Causaba gracia porque nos veíamos totalmente patéticas.
Me he salido del tema, sólo iba a contar lo primordial de por qué no escribí. Continúo.
Al acabar, había quedado con mi madre de irme a una cabaña en las afueras, pero I quería que fuera a dormir a su casa. Resolvimos que I y V me acompañaran a la cabaña, para ir a dormir el día de ayer y volver hoy por la tarde. A I le permitieron ir pero a V, su padre sobre-protector, le negó el permiso. I y yo debimos caminar un buen trecho con varias piedras en medio de la noche, con casi total oscuridad y lluvia. Fue muy agradable, utilicé la visualización e imaginé que estaba con J.
Aquí era a dónde quería llegar.
El viernes le dije a Louis que me dejara chupar su pene. Él sí que domina con una enorme habilidad el arte de la calma. Sin siquiera inmutarse, sabiendo que yo hablo enserio respecto a eso, dijo "es tu decisión, si quieres". "Es tu pene", le dije. Seguimos con esa mierda y par de veces más y luego de un rato escogimos: este martes, luego de la escuela, cerca de la casa de D. Si soy expresiva, quiero a J, de forma que puede resultar complicada de explicar o entender o creer. Más de lo que se ama a una pareja, pero no de esa forma. Es una forma de amor no de relación sentimental amorosa. En cuanto a odio, como para mí él es como yo, le tengo cierto odio, pero mucho menos del que tengo por mí misma. Le tengo bastante cariño, y al mismo tiempo odio.
Cuando Louis me toca siento cierta incomodidad, más bien dolor. Una descarga eléctrica o algo similar que recorre los dedos de las manos y no dejo que me toque por eso. La verdad, sólo desearía ver su pene, tocarlo, pasar la lengua por él, oler el aroma a sexo y luego verlo masturbarse. Aunque así no tendría mucha gracia.
Tengo un vacío emocional por un padre distante que yo alejé y que trata de volver pero lo alejo más porque no quiero que venga. Eso sí me da algo de dolor, pero es muy poco. Ese vacío lo lleno con muchas cosas, y una de ellas es intentar buscar de forma desesperada amor de quienes creo amar. No es mi culpa, no quise nacer.
Una compañera de mi clase está triste. Se supone, aunque no entendí casi nada, que hace años que su padre está en otro país y sólo se comunican por teléfono. Ahora resulta que tiene un problema en el corazón y se va a morir, envió una nota despidiéndose. Me preocupa mi falta de interés por su sufrimiento. Suponía, hasta eso, que todos los casos tristes que involucrasen a un padre me conmoverían, por mis propios problemas con el mío. Al parecer no es así. Estuvo llorando pero no me interesó nada. Mientras conversaba con algunos amigos de eso fingía sentir mucha pena por ella por poco me río. Si hablo en serio, desearía que se muera. Quiero que sufra. No me ha hecho nada malo, pero quiero que sufra mucho y que llore y chille después de hablar tanta mierda a diario, sólo dice palabras absurdas al azar para reír y son tan absurdas que incluso a mí me hacen reír, pero no me interesa. Espero que sufra, ojalá llore mucho. Lo mejor sería que se matara por la pena, pero luego sería fastidioso y una verdadera mierda ver como a todo mundo le importa porque era sociable, amiga de todos y bonita.
La vida, como la muerte, sigue. No es importante que una masa de ignorancia se importe por mí. La verdad, como he dicho muchas veces, si estuviese segura de que al matarme absolutamente nadie recordaría que viví entonces me mataría. Soy muy empática, no soy tan egoísta, es una de las razones principales por las que no me suicidio. Me preocupa mi empatía. Desde ese brote suicida del otro día en el cual casi cometo suicidio de no ser porque Polly me lastimó con dos chillidos haciéndome empática de nuevo y sacándome de la impulsividad, mi empatía a minimizado mucho. Ya no siento tanta empatía como antes. Eso me da algo en qué pensar. ¿Es posible que tenga un brote psicótico en el cual me dé por cumplir fantasías suicidas y que luego mis sentimientos principales hacia los otros comiencen a anestesiarse poco a poco? Ahora que vi a mí padre en su pijama sentí empatía por él. Parece que se reemplaza esa empatía. Ya no siento nada de empatía a la mayoría de las cosas, más que todo las superficiales, y a unas pocas más profundas les doy mucha atención.
Luce como un hombre herido y cansado que siente que todos lo desprecian y nada más desea con desesperación que su hija, quien le dio alegría unos años, le exprese cariño. Su deseo es tan patético que siento mucha pena por él , tanto como para querer llorar. Puedo contener las lágrimas, ya he contenido muchas otras. Esto es una mierda. Quiero vomitar. No lo digo como que siento ganas de vomitar, lo digo como que anhelo poder vomitar.
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