Wednesday, August 15, 2012

Vete a la mierda, puta de secta

Primero que nada, quiero decir que estoy algo enojada con una "amiga". Ayer me dijo que tenía "una obsesión por parecer mala". Sólo tuve ganas de decirle "... Soy depresiva. No me rajo las venas por parecer nada, lo hago porque estoy mal". Es increíble. Odio muchas cosas, de las cuales dos son aplicables a este caso: que alguien crea conocerme aunque no sea así, entonces diga algo sobre mí que nada tiene que ver conmigo porque cree tener una inteligencia y conocimiento de mí enorme y que me acrediten cosas, malas o buenas, que nunca he hecho.
Comenzó porque dije que me gustaba el satanismo. Según ella "eso es por pura moda. No es verdad, la otra vez me dijiste que creías en Dios". Ella vive en el pasado, todo el tiempo comenta lo que he dicho o hecho para afirmar cosas sobre mí que desconoce. Ya que es una persona que vive en masa (hace todo porque los demás lo hacen: su lenguaje, vestimenta, gustos, etc.), cree por obligación auto-impuesta que todo el mundo hace exactamente lo mismo. Es deplorable.
Cree que hago lo que hago con el objetivo de llamar la atención o, como ha dejado más obvio, con el objetivo de aparentar algo. En su cerebro mediocre no cabe la idea de que yo me interese por el satanismo (ya no tanto, me di cuenta de que el satanismo es, a su manera, casi tan enfermo como el fanatismo religioso por Dios. Pero nunca tan enfermo), por el snuff, gore, violencia, suicidio, masoquismo, sadismo, etc., porque me gustan a mí como persona, y no porque desee, como tiende a hacer ella, aparentar algo frente a un grupo de monos sin cerebro que hablan como si fueran adultos aunque sus mentes tienen la madurez de un recién nacido. Gracias a las prácticas al pelear con la religiosa de mente cerrada que es mi madre, aprendí que es mejor callarse frente a esos imbéciles. Simplemente porque su ignorancia es tal que hablar con algo de lógica, para ellos, es como proferir ruidos de animales. Muchas veces me ha mandado a callar al decir algo perfectamente racional, pero que, según ella, forma parte de mi "forma de pensar estúpida". La tradición de los quince años, en algunas partes del mundo, o dieciséis años, en otras partes, me parece estúpida en innecesaria. ¿Para qué una fiesta? No te conviertes en mujer ni nada parecido, la verdadera transición fue cuando se alcanzó la pubertad. Debería celebrarse más cuando a una niña le sangra la vagina por primera vez. Esa fiesta es una excusa para que las niñas malcriadas puedan vestirse con la clase de la cual carecen y puedan actuar con la sofisticación que no tienen, para que todos les digan lo importantes y valiosas que en realidad no son. No se es valioso por el hecho de ser un humano o un organismo vivo. Es valor, como el respeto, debe ganarse por medio de la propia sabiduría, sabiduría que esas imbéciles defecan a diario a fin de sacar cualquier rastro de inteligencia de sus cuerpos.
Y ella dijo, como no podía ser de otra forma, que sí era muy importante porque te hacías mujer (sigo sin entender qué cambia en tu cuerpo o mente, volviéndote más madura, al momento de cumplir una año más de edad en el cual no hay ninguna diferencia significativa con el resto de tus cumpleaños). Que yo estaba equivocada (diciendo esto después de un bien rato de no dar un solo argumento irrefutable), que yo decía eso porque tenía "una forma estúpida de pensar". Y, aún, ni un sólo argumento para sustentar su palabras. Es del tipo de persona que cree que el que grita más fuerte es el que más razón tiene.
Otra vez, dijo que era estúpida por estar en contra de comer carne. Ya que los animales sienten y nos era imposible determinar que no tienen emociones y pensamientos. No podemos ver las mentes de los animales, no podemos estar seguros aunque los científicos digan que no piensan. Somos tan animales como ellos, pero con trajes caros. Por tanto, ellos deben pensar y sentir como nosotros lo hacemos, tan sólo no pueden comunicarnos sus ideas a nosotros.
Dudo que ella siquiera haya visto en qué condiciones matan a los animales. Ha de pensar que les dan una inyección indolora que los sume en una muerte que no sienten.
Luego vino con que si no comemos carne no podríamos comer nada. Dije: "Hay frutas, verduras, setas y una enorme cantidad de nutrientes en la naturaleza, de seres que no tienen emociones ni pensamientos, que podemos usar como reemplazo del canibalismo". Me mandó a callar, como si tuviera autoridad para hacerlo, pero preferí callarme.

Creo que mi madre vio los cortes en mis brazos. Sí es así, lo manejó con mucho control. La otra vez se puso histérica en el aeropuerto y me gritó porque dije que quería poder viajar con alguien con el cual pudiera decir groserías. Sólo dijo "me preocupa que seas depresiva". Me dio asco. Los intercambios de sentimientos de preocupación o cualquier otros no me gustan nunca, me ponen incómoda. También estoy asustada. Hoy el maestro de inglés me vio los cortes en los brazos y me preguntó qué era eso. Culpé a Polly. No se lo creyó, tengo que quitarme estar cicatrices ya mismo, no sé cómo, pero tengo qué. Creo que quizás pueda enviarme con la psicóloga escolar, no quiero que esa mujer con aire lúgubre me "ayude". Los psicólogos me ponen nerviosa, y quiero estudiar psicología, eso si estudio. Si alguna vez voy con uno, que quiero aunque me incomoden, será cuando sea mayor y mis padres estén muertos o no sepan nada, y que no me conozca. No me gustaría quebrarme. No me agrada derramar mis lágrimas frente a desconocidos, a veces ni conocidos, sólo a gente que amo. No amo a mis padres, les "quiero", es una obligación social-biológica impuesta. No los odio, no quiero hablarles.
Voy a tratar de ponerme algo de agua de caléndulas y esperar que me sirva. También tengo que cubrirme el tatuaje con algo de maquillaje. A mi maestro le dije que lo hice con un boli y que es por un grupo (no un cantante porque lo último que quiero es que, después de ver que me  rajo las venas, vean que mi ídolo es un depresivo drogadicto y anti-cristiano que se mató, según informes oficiales). Ahora opto por algo mucho mejor y menos obvio: cortarme la parte de atrás del cuello. Tengo el cabello largo y nunca me lo recojo. No se vería y la arteria que va por ese lado del cuello está muy profunda como para que mis cortes me maten. Es parasuicidio, porque soy muy cobarde y empática.

Estoy contenta. Hoy pude hablar mucho con J. Me alegró. Le conté lo que pasó con Marcus. Le estaba dibujando con un rotulador negro en el brazo algo en chino a Marcus. Cuando acabó me dijo "¿Quieres uno?" Le respondí que no y dijo "¿Y si él te lo hace?". Le dije antes que no le dijera a D sobre que yo le había contado. Luego dijo "¿Quieres hacérselo tú?". Lo miré con cara de que quería matarlo, pero debo admitir que fue increíblemente ingenioso. Unas compañeras de clase con las que estuve durante un rato en compañía de P y J, dijeron. "Ustedes se parecen mucho. Deberían casarse", hablaba de J. "No tiene vagina", respondí. Él no se quiere casar nunca. Me sorprende que pensamos exactamente igual respecto a engendrar. Creía que nadie pensaba como yo respecto a eso, pero no le di mayor importancia. Me sorprendí mucho hoy cuando le dije que ahora estaba a favor del aborto, en contra de la prevención y ayuda a los suicidas, a favor de la facilitación del suicidio y que creía que engendrar y no abortar era egoísta, porque era traer a un mundo miserable a un ser miserable sólo por la experiencia de una mascota que durará varios años y que tuviese la capacidad de hablar. Él dijo que pensaba exactamente lo mismo que yo y juro que me puse muy contenta y alegre de ver que de verdad somos tan increíblemente compatibles.
No me importa si tiene pene o vagina, me casaría con él sin pensarlo.
Algo que no me gusta de suicidarme ahora es que moriría sin follar.
De sólo imaginarlo, poder vivir en la misma casa para poder hablar y hablar sobre cosas que para nadie más tienen sentido.
Él se me parece más a Kurt Cobain. Es rubio, tiene un peinado parecido a uno de los que tuvo Kurdt en las muchas veces que estuvo de cabello corto. Eso no tiene qué ver, tiene qué ver que me siento increíblemente identificada con él. Lo quiero, pero no lo amo. Ojalá.
Le tengo cierto odio porque me recuerda a mi padre. Voz suave, baja y grave. Eso me enferma, con lo mucho que me hace sentir mal pensar en él. Aún así es una estupidez.
Hablo en serio. Joder, sí me casaría con él. No tendría qué haber afecto, sólo quiero conocerlo. Tal vez a él le enferme el afecto tanto como a mí. Lo parece. Odia los arcoíris. Con C hablo de muchas cosas, principalmente de mis propios problemas. Con J aún no tengo esa confianza, pero quisiera tenerla. Aunque no quiero aburrirlo con tanta mierda.
Hoy estábamos en una charla religiosa (mierda). El tipo se la pasaba afirmando todo, sin nada de respeto. "Los que no creen en Dios son ignorantes, blah, blah, blah". Piden respeto pero los muy hijos de puta afirman como cacatúas parlantes y repiten todo mecánicamente. Pusieron a J a leer las letras de una canción religiosa. ¿La razón? Porque, según el imbécil que hablaba y hablaba de Dios y mesuraba el amor de mis compañeros poco o nada religiosos hacia Dios según si habían hecho o no un dibujo de cuánto amaban a Dios, J no estaba leyendo las letras de la canción. Me parece un abuso. Ya otra maestra siempre dice que J no es ateo, que "quiere llamar la atención". En sus cerradas cabezas, como en la de mi "amiga", nadie piensa por sí mismo. Igual pasa con los pensamientos de mi madre. Son gente que está tan acostumbrado a pensar en masa (ni pensar, siquiera), que creen que los demás hacen lo mismo, que siempre andan tratando de aparentar y no consiguen ideas propias sino que alguien se las mete en la cabeza. Acusan a los demás con eso porque saben que los describe a sí mismos perfectamente aunque quieren negarlo. Me dan pena, saben eso y es lo único que saben. Se creen tan jodidamente sabios cuando son una masa de ovejas ignorantes.
Él leía las letras miraba con cara de querer matar a todo mundo. Esas letras te hacen afirmar un montón de cosas "amo a Dios", "Dios es esto y aquello para mí", "es lo más importante". Los religiosos tachan a los hippies, por oír rock e ir con drogas, de inadaptados. Curiosamente, todas las ideas hippies (paz, unificación, todo lo que necesitas es amor), son las mismas cosas que ellos repiten como las bases de su religión cada vez que nos hablan. Son tan imbéciles que parecen ni notarlo. Eso es, copien a los hippies y luego insulten, es porque se odian e intentan buscar a lo que copiaron en primer lugar (lo más parecido) para poder expresarlo sin parecer retrasados frente a un público.
Lo peor de todo el asunto es que tuve que cantar. Hubiera preferido la clase de mates que es la que nos saltamos por ir a esa charla religiosa. Tuve que cantar esa vomitiva canción y el bastardo dijo que no canté, por lo que quiere que cante mañana frente a toda la clase. No voy a cantar, ya tuve que mascullar esa mierda y no voy a hacerlo de nuevo. No hay una sola norma escolar que diga que puede obligarme a eso. No he irrespetado nada y no voy a hacer lo que él quiere sólo por su percepción.
Sus hijas son miserables, C me contó. Cada vez que va camino a la iglesia las ve mirando con monotonía por la ventana. Son dos. Me recuerdan a las vírgenes suicidas, con vidas miserables. Pero el padre de ellas es peor. Si él fuera mi padre, ya no tendía empatía ni nada. A la mierda, se habría jodido. Ya me habría matado. Ahora me mantengo aquí no sólo por cobardía, que se disminuye de mí cada día, sino por mi empatía humana.
Él puede irse al infierno. Nos mandó el dibujo de nuevo. ¿Por qué tendría que hacerlo, si no siento nada en especial por Dios? Hasta el momento, al menos en su presencia, no he blasfemado, ni irrespetado su estúpida forma de vida, ni sido irreverente. He seguido, por más enfermo que me parezca, sus inútiles rituales de oración, cultos de alabanza y cánticos que parecen sacados de una secta. No tienen derecho a obligarme. Reciben a gente de todas religiones en ese antro únicamente para lavarles el cerebro y encerrarlos en un ghettizarlos. Sólo buscan hacer a todos de los suyos, parecen una verdadera secta. Me niego a hacer eso, es humillante. Mi madre dice que lo haga, para no ganarme problemas, con su hostilidad de siempre. No voy a hacerlo. En ningún momento me dijeron que porque un gigante religioso alargado, fanático y estúpido tenga una percepción de mierda respecto a si sigo o no sus normas tengo que humillarme y afirmar públicamente cosas que no creo ni siento ni pienso.
No entiendo como es que sus hijas no se matan. Están en la adolescencia, su juventud se va, sus vidas son una mierda y están tan encerradas mental como físicamente. Estoy segura de que si el tipo ese viera a su hija escribiendo así como hago yo ahora diría "¿Qué haces?" y la forzaría a mostrarle lo que escribe, lo leería y jodería más su vida. El tipo no tiene respeto por nada, ni por los demás, los pensamientos ajenos, los ideales ajenos, la independencia de sus hijas ni las vidas de ellas. Es Hitler, pero un Hitler tipo Dios: sólo hace que todo mundo haga lo que él quiere con intimidación mezclada con amabilidad, y si no haces lo que quiere te intimida. Creo que me pondría a tartamudear si me ve a la cara diciendo "¿Por qué no vas a cantar?". Tartamudeé, aterrada, hoy inventando una excusa para los cortes de los brazos. Juro que no pensé que un maestro pudiera verlos. Mierda, debí haberme cubierto. No me importa, es mi vida, mi brazo, mi piel, mi privacidad. Ojalá por una vez respeten un poco los límites ajenos en lugar de meterse en todo como los estúpidos que son. Desearía que murieran.

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