Thursday, October 4, 2012

Eutanasias gratis para todos.

Siento que no soy nada. Ya ni pienso cosas interesantes. No tengo nada que escribir, me siento muy vacía y ese vacío se lleva todo como un agujero negro. Me siento mal. Siento melancolía por esos tiempos que no recuerdo en los cuales era un feto metido dentro de mi madre y en esos tiempos la posibilidad de ser abortada aún estaba vigente. Escuchar In Utero no me ayuda, cuando oigo Nirvana me siento peor. Es porque siento la comodidad de estar triste. Prefiero esta existencia de miseria y comodidad deprimente a una vida de ser una hija de puta feliz. Lo único que me asusta es la idea de que me arrebaten eso porque se me de por alguna mierda como buscar ayuda o alguien me consiga ayuda y mee curen a punta de revisiones  antidepresivos, terapias y todo ese tipo de basura que le dan a la gente cuando se siente mal.
Por un tiempo imaginaba a la sociedad un poco más adicta de como lo es, me parecía, al menos hasta hace muy poco, sólo días o semanas, que la promiscuidad, las drogas y toda esa mierda eran algo totalmente común y que todos tenían tanto daño que lo hacían o era algo casi tan común como todo lo demás. Es por eso mismo que no tomaba en cuenta el que una enorme cantidad de adolescentes son suicidas, y creía que yo era parte de una minoría de suicidas jóvenes. Tengo la mente distorsionada y, como es de costumbre, estas distorsiones son también contradictorias las unas con las otras. Una hace ver a mi generación como con mucho más daño, y la otra la hace ver como que son en exceso felices. De algún modo, ambas ideas equivocadas tienen su punto de verdad. Depende de qué grupos de adolescentes estés viendo. Generalmente, veo bastardos, gente sin valor pero con más valor que yo y ese tipo de mierda. No valgo nada, estoy de acuerdo con D, soy una puta de mierda.No tengo valor, ni respeto, no sirvo para nada y no soy nada. No vengo a decir eso como las adolescentes melodramáticas que se ponen a llorar mientras les reniegan a sus mejores amigas en el baño de damas del centro comercial el poco valor que tienen y lo muy poco que se quieren a sí mismas. No valgo nada, no soy nada, y eso lo digo con la mayor tranquilidad del mundo. Ya soy indiferente a saber que tengo el valor de una piedra, no me importa porque si es algo inevitable, no hay nada por hacer y si se puede evitar no tengo ganas de evitarlo. Si no voy a matarme, no quiero dejar de ser una suicida. Ser suicida, o por lo menos dármelas de una, es una de las mejores cosas que tengo, una de las cosas que más me gusta. Amo el suicidio. En esta tierra, de tragedias, el suicidio es uno de los mayores regalos que se nos ha sido dados. Leí esa frase, no recuerdo de quién es y sólo escribí una aproximación porque no la recuerdo, aunque el significado es el mismo. Hoy teníamos que escribir para una clase un artículo de opinión que hubiese escrito cada uno. Yo lo escribí de la eutanasia y al parecer a la profesora le gustó mi tema, aunque no ha leído el artículo que yo misma he escrito. Hablé del doctor Kevorkian, de los argumentos a favor y en contra y, de forma que me parece implícita, me puse a favor de la eutanasia. R lo hizo del aborto, comenzando el artículo por ella misma diciendo que estaba en contra, y luego sacando el resto de internet sin molestarse en leerlo del todo primero, por lo cual acabó escribiendo una parte en la que se pone a favor del aborto. Estaba algo asustada, ella creía que hasta podrían darle un regaño por decir que estaba a favor del aborto. Le dije que yo estaba a favor del aborto y le pareció raro, pero con lo tierna que es no ha hecho críticas de que soy un fenómeno asesino y criminal que anda por ahí predicando a favor de matar fetos. 
Creo que Boddah, mi amigo imaginario, se ha suicidado. Hace días que lo estoy llamando y no aparece. Lo siento, aunque en realidad lo que siento es a J. Es raro, es como si pudiera sentir el hecho de que sigue vivo. En cuanto a Boddah, ni idea. Mientras lo llamaba aparecieron otros amigos imaginarios míos o algo así y decían ser Boddah. Sabía que no era verdad. No siento a Boddah, no lo siento. Creo que sí se ha matado. No voy a joderlo para tratar de traerlo de vuelta a lo que escapó. No importa, no puedo aunque quiera, llevo días llamándole y aún no está aquí. Se fue y me ha abandonado.
Tengo una enfermedad terminal que se llama vida. Merezco una eutanasia por ser paciente de una enfermedad terminal. Todos merecemos una eutanasia gratis por padecer esta enfermedad terminal de mierda.

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