Me casaría con un gangster sólo para tener acceso a armas y así poder volarme la cabeza.
En cada test que hago de páginas de internet de ayuda psicológica o trastornos psicológicos, siempre salen con que tengo depresión severa, bipolaridad moderada de tipo I o II y cosas de ese tipo, incluyendo la ansiedad. Juro por Dios que estoy segura que exagero mis respuestas o hay algo equivocado. Estoy totalmente segura de que no tengo depresión ni bipolaridad ni nada similar. Lo he pensado, creo que es posible pero estoy segura de que no tengo nada de eso, y si lo tengo es en una medida mucho más baja que la que sale en los resultados. Hablo en serio, estoy segura de que no tengo nada de eso. Estoy totalmente segura, no tengo nada y no estoy en negación porque sé que debo de estar siendo exageradamente dramática y por eso siempre aparece que tengo algo. No tengo nada, sólo soy estúpida. Me niego a creer que estoy enferma porque me encantaría estarlo.
Ya me di cuenta, lo he afrontado. No voy a matarme, quiero hacerlo pero no soy capaz. Me odio, me odio, me odio a mí misma. Al tener que hacer frente a tantas cosas que dejé de lado bajo la excusa de "no viviré más allá de este año" me siento abrumada. Es una mierda, desearía que alguien me matara. Por ahora, voy con foros suicidas en los que puedo charlar con otros y va de maravilla. Ayer leí la entrada de una adolescente llamada Holly en la página de Suicide Project. Quiero hablar con ella, estoy desesperada por hablarle. Coincidimos con la edad que tenemos, o casi, y al leer lo que escribe me recuerda un poco a mí misma hace un par de meses. Holly, si por casualidad lee esto, déjame contactarte. Quiero hablarle. Ella, por alguna razón, ha suscitado un gran interés en mí.
No quiero vivir porque tendré que dejar de ser una adolescente y una virgen y no podré autoproclamarme como una virgen suicida o una adolescente suicida. No quiero ser una persona que es suicida pero sobrevive para verse en la vejez, sentado en una silla mecedora, tejiendo crochet junto a un gato gordo y flojo y apenas sosteniendo las agujas y recordando la técnica debido al parkinson, alzheimer y deterioro mental y físico por la edad y por consumir drogas, además, si tengo suerte, uno que otro intento suicida. Tengo miedo a vivir y convertirme en todo lo que odio, todo lo que ahora no quiero ser. En una adulta, en una religiosa ferviente, en una persona civilizada, en una madre convencional, en una esposa heterosexual, en una trabajadora de algo normal, en una mujer de derechas, en quien reniega que el punkrock sea libertad y que el anarquismo sea algo correcto pero que no tenemos únicamente por culpa de los violadores y asesinos de masas inocentes. No deseo convertirme en eso, no. Me retendría algo que me retiene ahora: empatía. Tendría empatía por mi familia, mi esposo, mis hijos y no sería capaz de darme una sobredosis de somníferos, ni de volarme la tapa de los sesos, ni de asfixiarme con monóxido de carbono dentro del garaje de la casa, mientras mis hijos duermen y yo permanezco sentada dentro del coche familiar. ¿Por qué no puedo ser egoísta? Es una mierda.
He recogido una rama de los árboles que han cortado esta semana frente a mi casa. Ya no hay ni un solo árbol seco y gris allí, y ayer estaba furiosa por eso. La rama es más alta que yo, debe medir casi dos metros.
Ayer hablé, sólo un poco, con una vieja amiga de un foro suicida. Tiene la misma edad que yo y me sentí feliz cuando me dijo que últimamente ha estado mejor. Sí soy egoísta, de algún modo que yo veo, contradictoriamente  como un acto de bondad: quiero que todo mundo sea infeliz y suicida para que tengamos algo llamado realismo depresivo o algo así, que es que ves el mundo tal y como es porque tienes depresión. Hicieron un capítulo de South Park haciendo alusión a ese tema, a mi parecer, pero con el típico humor negro y vulgar de siempre. Es ese en el que Stan empieza a ver, oír y sentir absolutamente todo lo que lo rodea como una mierda y sólo se va aquello si bebe. La pura representación de la realidad plasmada de modo que seamos capaz de burlarnos de ella creyendo que no sucede así.