Algunas frases de letras de Nirvana, independiente de lo que quieran decir, tienen un significado curiosamente literal en mi vida.
Daddy's little girl ain't a girl no more; My mother dies every night. Y esas son sólo las que recuerdo ahora, pero hay más.
Ya no son la niña pequeña de papá, soy muy distinta a ella. Ella y yo somos dos seres humanos distantes e increíblemente distintas la una a la otra. De encontrarla en persona, encarnada en un ser humano con la capacidad de hablar y pensar, sé que la odiaría y sentiría celos de ella al mismo tiempo.
Mi madre muere cada noche, cuando mi padre va a embriagarse a no sé dónde con el dinero de ella.
Mis padres se peleaban hoy. Mi madre compró vajilla nueva y puso las cajas sobre la mesa, dejando algo de polvo sobre el cristal. Mi padre se enojó porque acababa de limpiarlo. Se pelearon por eso. Desde mi punto de vista, a mi padre no le importaba el cristal. Tan sólo buscaba una excusa para poder pelearse con mi madre y apartarse más de ella.
No olvidaré a Kurt. Su memoria es jodidamente sagrada.
Hoy llamé a L.C., mi prima violada. Es su cumpleaños.
Mi madre se puso problemática conmigo por no querer comer algo de carne que ella hizo. Le dije que no quería. La carne ya no me sabe muy bien. Preferiría no comerla, prefiero no comerla. Es comerte a ti mismo. Ni a mi peor enemigo lo comería. Si es alguien que no odio, no veo porque practicar canibalismo con esa persona. Si es alguien que odio, el cuerpo que ensució su alma es demasiado bajo para meterlo en mi cuerpo y finalmente cagarlo o vomitarlo. Los cuerpos son mundanos, pero significativos.
Constantemente me contradigo. A veces digo que el cuerpo carece de importancia y otras digo que sí tiene valor. Quizás sólo tenga valor cuando hay un alma dentro, quizás tenga algo de valor cuando ya no la tiene por la memoria de lo que habitó.
L.C. está enferma, tiene unos parásitos o algo así metidos en el culo. Me dijo que siente cómo caminan dentro de su ano. Me dijo que le salen algunas verrugas en las axilas.
Yo, en cambio, tengo algunos granos. Pero no debo preocuparme, no son tantos y puedo taparlos con maquillaje. Es más, la mayoría están en el borde superior de mi rostro así que puedo taparlos sólo con mi cabello. Tengo dos o tres sobre la boca y eso es todo. No son de esos horrendo que te destruyen el resto de la apariencia, son fáciles de ocultar aunque no del todo.
Mi padre me trajo chocolates suizos. Quiero ver una película de terror toda la noche. El olor a sexo ahora es abrumador y atemorizante.
Ayer vi de nuevo Las Vírgenes Suicidas. Hay varios detalles que no recordaba de la película y que, luego de leer un poco del libro, entendí mejor. Sí es muy extraño lo que te causa, te suscita un extraño interés en las Lisbon y sus muertes. Aunque todas parecen ser sólo lo que son: una inteligente, una religiosa, una soñadora (mi favorita) pero capaz de matarse sólo por un chico, una zorra de piedra y una vanidosa. Hoy encontré por accidente a este grupo, Annihilator. Me gustó mucho Alice Hell y Welcome to your dead. No está mal, sólo espero que no sea uno de esos grupos de metal sexistas y estúpidos. Por ahora todo bien, mucha escritura sobre la muerte. Eso me encanta.
Friday, August 31, 2012
Thursday, August 30, 2012
Viólame; viólame, amigo mío.
Hay una en mi clase, se llama A. No sé si estoy verdaderamente enamorada de ella, pero no creo, creo que sólo me gusta. Es tan hermosa y me inspira tanto respeto. Ella no es como las demás, tiene ápices de más pero se enfrasca en continuar manteniendo una cantidad correcta de normalidad. A ha tenido una vida dura, hace un tiempo su padre las dejó a ella y a su madre. Su madre, sin dinero para mantenerlas a ambas, la envió con su padre. El hombre la dejaba sola todo el tiempo así que una A joven, siendo apenas un ser entre mujer y niña, se quedaba en un parque todas las tardes, sola. Por unos animales que había en la casa de su padre o una especie de alergia, las piernas le quedaron con muchas cicatrices y le da vergüenza mostrarlas por eso. Son como moretones, pero más oscuros. A mí me gustan, son como un recordatorio permanente de que caíste y viviste para contarlo. Luego su madre la recogió y la devolvió con ella cuando notó lo que pasaba.
Vivían, A y su madre, en un sitio miserable comiendo algún paquete de frituras para poder alimentarse todos los días. Es cierto momento ella quiso matarse, su propio padre le dijo que dejara esas estupideces, no con empatía paternal, sino como "ya deja esa mierda, que me jodes por presión social".
Hoy, aunque no es cierto, dije "tomo antidepresivos" frente a P y una amiga. Se rieron y dijeron que estaba loca. Es una maravilla saber el tipo de hijos de puta que debo llamar amigos. Lo dije frente a un maestro, espero que no se lo diga a la psicóloga.
En la época de San Valentín, a las chicas les envían flores anónimas. A mí nunca me dan ninguna, soy la chica fea y rara por la que nadie se importa. Como lo dijo J, el mundo se ha vuelto totalmente indiferente a mí. Es curioso, dice que quiere lograr eso, la indiferencia por parte del mundo, y aún así socializa. Se contradice.
No me gustaría que me dieran ninguna rosa, sería incómodo. Es igual, rosas o no sigue siendo incómodo. Todos son lo mismo, todos los sitios a los que tengo la opción de ir son agujeros de mierda. I y V se empeñan en trabar una amistad con alguien que en realidad no conocen. Ahora todos toman a modo de algo bastante normal si ven que te rajas las venas, así fue con I. No me gusta que mis desgracias se tomen a la ligera.
El pensar en lo que pasó A casi me hace llorar. Es increíble. Quiero decir, estuvo del todo jodida pero siguió adelante con la cabeza en alto. Sólo me dan ganas de abrazarla y dejar que se duerma mientras la beso y le digo que todo está bien. Quiero consolarla, me duele que ella se sienta mal. Tal vez sí la amo. Hoy estaba llorando porque su novio la dejó. Es cruel y egoísta, pero si tengo suerte los hombres la han herido lo suficiente y podría volverse lesbiana. Me encantaría. Un día le describí a J cómo la violaría en caso de hacerlo, lo que estaría vomitivamente mal. No la haría sufrir, no causaría ningún dolor. Sólo la besaría, le besaría todo el cuerpo, la sedaría. No quiero que sufra, quiero que se quede en paz y calmada para siempre.
El problema si I y V se van a mi escuela es que sabrán dos cosas esenciales que no deben saber: que soy un fenómeno depresivo y que soy homosexual. Prefiero ir a la escuela de ellas. Podría actuar un poco para normalizarme y encajar, de modo que nadie sospeche quién soy. Debo admitir que sería desagradable esconder casi todo mi ser, espero que allí todos se vuelvan tan indiferentes a mí como lo son aquí. Los odio a todos, espero que se mueran. Quiero poder hacer un puto trato con el diablo, le doy mi sangre de virgen si los quema vivos a todos juntos. Es un poco complicado, pero creo que puedo, sé que puedo.
Es estúpido, tengo la oración a Satanás abierta pero no quiero decirla sola. Estoy sola en casa y me da algo de miedo. Si estuviera con un amigo o amiga quizás sí, pero sola no me atrevo a invocar al Dios del Infierno. Soy muy poca cosa ante él. Sueno como una satanista, eso es bueno.
I'm not the oly one
Ah, I'm not the only one.
Quiero leer a Erica Jong, que me digan que llevo literatura obscena por leer Miedo a Volar.
La ventana de la sala de estar está abierta, y una corriente de aire helando llega a mis pies desnudos hasta la habitación contigua. Tengo miedo a Satanás. Pero tanto, tanto odio hacia los demás...
Hoy, cuando A me contó que había terminado con su novio, vi como sonreía al contarlo, como queriendo decir "estoy bien". Sin embargo, esa sonrisa transmitía tanto dolor que también me sentí lastimada. Es tan fuerte que me hace suspirar.
Hay una en mi clase, se llama A. No sé si estoy verdaderamente enamorada de ella, pero no creo, creo que sólo me gusta. Es tan hermosa y me inspira tanto respeto. Ella no es como las demás, tiene ápices de más pero se enfrasca en continuar manteniendo una cantidad correcta de normalidad. A ha tenido una vida dura, hace un tiempo su padre las dejó a ella y a su madre. Su madre, sin dinero para mantenerlas a ambas, la envió con su padre. El hombre la dejaba sola todo el tiempo así que una A joven, siendo apenas un ser entre mujer y niña, se quedaba en un parque todas las tardes, sola. Por unos animales que había en la casa de su padre o una especie de alergia, las piernas le quedaron con muchas cicatrices y le da vergüenza mostrarlas por eso. Son como moretones, pero más oscuros. A mí me gustan, son como un recordatorio permanente de que caíste y viviste para contarlo. Luego su madre la recogió y la devolvió con ella cuando notó lo que pasaba.
Vivían, A y su madre, en un sitio miserable comiendo algún paquete de frituras para poder alimentarse todos los días. Es cierto momento ella quiso matarse, su propio padre le dijo que dejara esas estupideces, no con empatía paternal, sino como "ya deja esa mierda, que me jodes por presión social".
Hoy, aunque no es cierto, dije "tomo antidepresivos" frente a P y una amiga. Se rieron y dijeron que estaba loca. Es una maravilla saber el tipo de hijos de puta que debo llamar amigos. Lo dije frente a un maestro, espero que no se lo diga a la psicóloga.
En la época de San Valentín, a las chicas les envían flores anónimas. A mí nunca me dan ninguna, soy la chica fea y rara por la que nadie se importa. Como lo dijo J, el mundo se ha vuelto totalmente indiferente a mí. Es curioso, dice que quiere lograr eso, la indiferencia por parte del mundo, y aún así socializa. Se contradice.
No me gustaría que me dieran ninguna rosa, sería incómodo. Es igual, rosas o no sigue siendo incómodo. Todos son lo mismo, todos los sitios a los que tengo la opción de ir son agujeros de mierda. I y V se empeñan en trabar una amistad con alguien que en realidad no conocen. Ahora todos toman a modo de algo bastante normal si ven que te rajas las venas, así fue con I. No me gusta que mis desgracias se tomen a la ligera.
El pensar en lo que pasó A casi me hace llorar. Es increíble. Quiero decir, estuvo del todo jodida pero siguió adelante con la cabeza en alto. Sólo me dan ganas de abrazarla y dejar que se duerma mientras la beso y le digo que todo está bien. Quiero consolarla, me duele que ella se sienta mal. Tal vez sí la amo. Hoy estaba llorando porque su novio la dejó. Es cruel y egoísta, pero si tengo suerte los hombres la han herido lo suficiente y podría volverse lesbiana. Me encantaría. Un día le describí a J cómo la violaría en caso de hacerlo, lo que estaría vomitivamente mal. No la haría sufrir, no causaría ningún dolor. Sólo la besaría, le besaría todo el cuerpo, la sedaría. No quiero que sufra, quiero que se quede en paz y calmada para siempre.
El problema si I y V se van a mi escuela es que sabrán dos cosas esenciales que no deben saber: que soy un fenómeno depresivo y que soy homosexual. Prefiero ir a la escuela de ellas. Podría actuar un poco para normalizarme y encajar, de modo que nadie sospeche quién soy. Debo admitir que sería desagradable esconder casi todo mi ser, espero que allí todos se vuelvan tan indiferentes a mí como lo son aquí. Los odio a todos, espero que se mueran. Quiero poder hacer un puto trato con el diablo, le doy mi sangre de virgen si los quema vivos a todos juntos. Es un poco complicado, pero creo que puedo, sé que puedo.
Es estúpido, tengo la oración a Satanás abierta pero no quiero decirla sola. Estoy sola en casa y me da algo de miedo. Si estuviera con un amigo o amiga quizás sí, pero sola no me atrevo a invocar al Dios del Infierno. Soy muy poca cosa ante él. Sueno como una satanista, eso es bueno.
I'm not the oly one
Ah, I'm not the only one.
Quiero leer a Erica Jong, que me digan que llevo literatura obscena por leer Miedo a Volar.
La ventana de la sala de estar está abierta, y una corriente de aire helando llega a mis pies desnudos hasta la habitación contigua. Tengo miedo a Satanás. Pero tanto, tanto odio hacia los demás...
Hoy, cuando A me contó que había terminado con su novio, vi como sonreía al contarlo, como queriendo decir "estoy bien". Sin embargo, esa sonrisa transmitía tanto dolor que también me sentí lastimada. Es tan fuerte que me hace suspirar.
Wednesday, August 29, 2012
¿Alguien le preguntó al feto si quiere vivir?
Abortar puede ser como algunas cosas.
El aborto puede ser por empatía, podría serlo en mi caso. Matas a un ser antes de que piense y sienta para evitarle lo traumatizante y tortuosa que es la vida. Sientes suficiente empatía como para no ir con el egoísmo de traer a alguien a un agujero de mierda por la experiencia de una mascota interactiva.
Puede ser como, simplemente, cortarte un dedo. No te convierte en un asesino, no eres un asesino por cortarte un trozo no pensante de ti.
El aborto no debe ser ilegal. En ese caso, estaría bien matar a una persona pero sería algo horrible acabar con la vida de un ser no pensante.
¿Alguien se molesta en preguntarle al feto si quiere vivir? Puede que des a luz a un suicida, gran cosa. Obligas a vivir a alguien que quiere morir. O puedes traer a un imbécil, y llenar más el mundo de mierda. Eso es, jode la humanidad por una experiencia de década y media.
El aborto puede ser por empatía, podría serlo en mi caso. Matas a un ser antes de que piense y sienta para evitarle lo traumatizante y tortuosa que es la vida. Sientes suficiente empatía como para no ir con el egoísmo de traer a alguien a un agujero de mierda por la experiencia de una mascota interactiva.
Puede ser como, simplemente, cortarte un dedo. No te convierte en un asesino, no eres un asesino por cortarte un trozo no pensante de ti.
El aborto no debe ser ilegal. En ese caso, estaría bien matar a una persona pero sería algo horrible acabar con la vida de un ser no pensante.
¿Alguien se molesta en preguntarle al feto si quiere vivir? Puede que des a luz a un suicida, gran cosa. Obligas a vivir a alguien que quiere morir. O puedes traer a un imbécil, y llenar más el mundo de mierda. Eso es, jode la humanidad por una experiencia de década y media.
No sabía como se ponía la sangre luego de un rato. Se va ennegreciendo poco a poco, pero antes se pone pegajosa, como si fuera algún tipo de caramelo de fruta.
No es nada, digo, sólo me pusieron drogas intravenosa. No me gusta nada, es una verdadera mierda. Es desagradable. Es sentir una puta aguja que se te mete en las venas y las rompe y la medicina entra para carcomer las paredes de tus venas. No es agradable, le tengo una enorme fobia a las agujas y medicinas por medio de intravenosa o inyecciones. Y luego la vena empezó a sangrarme cuando me sacaron la aguja. Sangraba bastante y me preocupó, me hace sentir como con un dolor de pánico en el pecho. Morir porque, sí es exagerado, porque se te sale toda la vida por un agujero en las venas. Me goteaba la sangre de los dedos, aunque no era para tanto, sólo un poco de sangre. No es mí culpa que tenga fobia a ver que mi sangre salga de mis venas. ¿Por qué...de dónde viene eso? No lo comprendo, ¿esa fobia? No veo de dónde vino ese pánico a chorrear vida por las venas y a clavarme agujas, pequeños tubos puntiagudos de metal, dentro de mis delgadas venas azules y púrpuras. Es horrible, no me agrada en absoluto.
Estaba viendo algunos vídeos de Kurt Cobain, vaya. Me reí un rato viendo en vídeo donde se folla a la cámara en medio de un concierto y cuando se golpea las bolas en el vídeo de In Bloom. Luego puse un vídeo en el que habla de su propia vida, lo que siente y cree sobre su, su "problema", con su familia cuando era niño y sobre el problema de la decadencia musical y la próxima adicción a la tecnología (próxima en su tiempo, actual en el ahora). Es bastante triste. Él decía que a nadie le importaría si se volaba los sesos, que había pensado en volarse la tapa de los sesos por ese dolor estomacal. Y decía que nunca sintió que tuvo un padre de verdad con quien compartir cosas y lo golpeaba cuando derramaba cosas, él derramaba cosas todo el tiempo. Que su historia no era nada del otro mundo, era común el divorcio y había cosas peores. Era pura melancolía. Luego, una voz femenina, quizás Courtney Love, le pedía que le diera el biberón a Frances Bean.
Sonaba melancólico al hablar.
Van a un lago de fuego y se fríen. No los verás de nuevo hasta el cuatro de Julio.
Tuesday, August 28, 2012
Las estrellas son trozos de cristal de las botellas que rompen los ebrios en los callejones oscuros para apuñalarse los unos a los otros. Las esquirlas de vidrio roto se quedan en el piso húmedo, y luego cuando el sol de la mañana convierte el agua sucia del piso en vaho y la hace subir a las nubes, los cristales suben también. Los cristales se quedan en el cielo y brillan cada noche para recordarnos a los vagabundos que se matan con botellas de alcohol en los callejones.
¿Qué decir?
Soy fácilmente sugestionable.
Hace ya días que me registré en un foro de suicidas. Creo que esto ya lo dije. Me metí allí y desde el principio ya me sentía intimidada por todos. Es una mezcla de temor a la unidad de los demás (una unidad de la cual no formas parte) y un sentimiento de rareza al ver que todos sueltan olas de empatía y mensajes de aliento a ti, en especial cuando dices que eres un adolescente, un ser humano que no ha salido de la juventud. Me asustaba como todos se saludaban en el chat, de forma tan común y como si se conociesen siendo amigos de toda la vida. A mí me asustaba un poco todo eso. Porque yo estaba "Hola, ¿hay alguien? ¿Quién quiere conversar conmigo?", y eso rozaba el patetismo del miedo que causa el ser nuevo en algún lugar. Todos venían con consejos y palabras de aliento, etcétera. Eso era raro para mí, no estoy muy acostumbrada a que la gente tome en serio mis pensamientos suicidas ni profundice para intentar ayudarme con los problemas que planteo como aflicciones insoportables.
Cuando les hablé de haber alejado por completo a mi padre, en lugar de hacer lo que hacen los demás, empezaron a preguntar el por qué de eso, a buscarle una razón de ser. ¿Cuándo comenzó?, ¿sabes por qué?, ¿qué hay de tu madre?
Acostumbro a que digan "es triste" sin una verdadera expresión de mucha empatía y eso es todo. Siempre es lo mismo, es tan deprimente y mecánico que me hace sentir melancolía.
Cuando les hablé de mi gusto por utilizar pastillas de forma frecuente y mi recurrente ansiedad al no tomarlas (una ansiedad que pasa cuando estoy en medio de alguna clase, comienzo a tener nerviosismo y ansiedad y sólo quiero alguna píldora, de lo que sea), me dijeron si alguna vez había tenido una sobredosis, a lo que respondí que no. Porque no ha pasado.
Ayer me enviaron a casa desde la escuela. Me dejaron en la enfermería porque todo lo tenía muy bajo, no podían oír mi pulso por lo débil que estaba. Luego estaba lo de la glucosa. Me comí un chocolate, porque la enfermera me dijo que comiera algo con azúcar, y tenía la glucosa en 110. Después de un rato volvieron a pincharme el dedo y mi glucosa ya iba por 98 en menos de una hora. Mi temperatura primero estaba muy alta y luego me estaba congelando. Todo eso después de que fui sólo por una píldora. Quise aprovechar lo de mi vértigo para decir que estaba mareada y preguntar si podían darme alguna píldora para el dolor de cabeza, pero cuando la enfermera quiso revisar mi pulso y era casi imposible encontrarlo me dejó allí y me dijo que no me podía dar nada. Lo bueno es que pude faltar hoy y estuve sólo una hora en clase ayer. Lo malo es que tengo que volver mañana, mierda.
La diferencia entre ella y yo es que tuvo una vida complicada que yo quiero. La criaron en los bares gays y yo todavía sigo sin poder salir. Nos diferencia el que ella es bonita y yo no, el que ella es exitosa y yo no, el que ella se ha ganado un lugar como adicta y yo no, el que ella es lo que yo no puedo ser. ¿Y qué? Podría ser homosexual, con ella es algo obvio. Nos diferencia la sociopatía.
Soy fácilmente sugestionable.
Hace ya días que me registré en un foro de suicidas. Creo que esto ya lo dije. Me metí allí y desde el principio ya me sentía intimidada por todos. Es una mezcla de temor a la unidad de los demás (una unidad de la cual no formas parte) y un sentimiento de rareza al ver que todos sueltan olas de empatía y mensajes de aliento a ti, en especial cuando dices que eres un adolescente, un ser humano que no ha salido de la juventud. Me asustaba como todos se saludaban en el chat, de forma tan común y como si se conociesen siendo amigos de toda la vida. A mí me asustaba un poco todo eso. Porque yo estaba "Hola, ¿hay alguien? ¿Quién quiere conversar conmigo?", y eso rozaba el patetismo del miedo que causa el ser nuevo en algún lugar. Todos venían con consejos y palabras de aliento, etcétera. Eso era raro para mí, no estoy muy acostumbrada a que la gente tome en serio mis pensamientos suicidas ni profundice para intentar ayudarme con los problemas que planteo como aflicciones insoportables.
Cuando les hablé de haber alejado por completo a mi padre, en lugar de hacer lo que hacen los demás, empezaron a preguntar el por qué de eso, a buscarle una razón de ser. ¿Cuándo comenzó?, ¿sabes por qué?, ¿qué hay de tu madre?
Acostumbro a que digan "es triste" sin una verdadera expresión de mucha empatía y eso es todo. Siempre es lo mismo, es tan deprimente y mecánico que me hace sentir melancolía.
Cuando les hablé de mi gusto por utilizar pastillas de forma frecuente y mi recurrente ansiedad al no tomarlas (una ansiedad que pasa cuando estoy en medio de alguna clase, comienzo a tener nerviosismo y ansiedad y sólo quiero alguna píldora, de lo que sea), me dijeron si alguna vez había tenido una sobredosis, a lo que respondí que no. Porque no ha pasado.
Ayer me enviaron a casa desde la escuela. Me dejaron en la enfermería porque todo lo tenía muy bajo, no podían oír mi pulso por lo débil que estaba. Luego estaba lo de la glucosa. Me comí un chocolate, porque la enfermera me dijo que comiera algo con azúcar, y tenía la glucosa en 110. Después de un rato volvieron a pincharme el dedo y mi glucosa ya iba por 98 en menos de una hora. Mi temperatura primero estaba muy alta y luego me estaba congelando. Todo eso después de que fui sólo por una píldora. Quise aprovechar lo de mi vértigo para decir que estaba mareada y preguntar si podían darme alguna píldora para el dolor de cabeza, pero cuando la enfermera quiso revisar mi pulso y era casi imposible encontrarlo me dejó allí y me dijo que no me podía dar nada. Lo bueno es que pude faltar hoy y estuve sólo una hora en clase ayer. Lo malo es que tengo que volver mañana, mierda.
La diferencia entre ella y yo es que tuvo una vida complicada que yo quiero. La criaron en los bares gays y yo todavía sigo sin poder salir. Nos diferencia el que ella es bonita y yo no, el que ella es exitosa y yo no, el que ella se ha ganado un lugar como adicta y yo no, el que ella es lo que yo no puedo ser. ¿Y qué? Podría ser homosexual, con ella es algo obvio. Nos diferencia la sociopatía.
Saturday, August 25, 2012
Lo escribí hace días.
Pienso que se avivó de nuevo mi deseo de esto, sexualidad, en base de que se alimentara de nuevo el lugar del cual venía ese deseo, que no es, en absoluto, mi vagina. Esto va más allá de mi vagina, si se toma el camino largo hay que entrar por ese conducto, romper mi útero y luego llegar a mi mente. Tengo un vacío emocional, es algo que no me todo en serio al decirlo a algún amigo, pero lo tomo en serio conmigo misma, porque sé que es cierto. Tengo un agujero emocional por distanciarme a la fuerza de mi propio padre y lo lleno, como ya dije, intentando buscar aceptación por parte de alguna figura masculina. Conseguí la necesidad de esto de nuevo, la que evitó que pensara en que no quería continuar con ello, en que mi padre salió anoche a no sé dónde y se llevó no sé cuando dinero de mi madre. Me lo esperaba, siempre sale.
Ayer tuve un sueño tan vívido. Primero era la chica del suéter naranja de la serie Scooby-Doo, y estábamos todos en una especie de montaña rocosa. En el borde había una caída, un simple fin para caer metros y metros hasta golpearte con el piso. Habíamos estado caminando por una especie de sendero lleno de ramas con hojas. Al llegar allí, que parecía el borde de una playa rocosa aunque era una simple montaña, me caí mientras tomaba unas fotografías pero un chico de ese grupo (que en realidad debió de ser un invitado) me tomó por el tobillo y me subió. Antes o después de eso, no recuerdo, estaba en una casa de ricos. Era una especie de patio interno con un patio sin techo en el centro con bordes de columnas rectangulares blancas y había un portón grande detrás de mi que daba a la calle y una especie de mesa frente al portón de madera y una silla al lado de este. No recuerdo mucho, no sé si se mezclan cosas, es difuso.
Había una puerta en una esquina del patio y entré por allí. Todo era muy refinado, recuerdo que pensé "vaya, ¿qué dirían mis amigos si esta fuera mi casa y vinieran a visitarme aquí?". No recuerdo nada con detalle, sólo que era refinado. En mi sueño pensaba, era como si me pareciera todo real pero si hubiera pensado en la lógica de todo hubiera notado lo que ya sentía pero ignoraba, que era un sueño. Entré por allí a una habitación pequeña donde había dos puertas, una a cada lado de la habitación oscura. Allí había una especie de mesa larga y ancha de cirujano y una silla donde una mujer (que supe, no sé cómo, era la dueña de la casa y era rica) le hacían una extraña inseminación artificial. Es una idea muy extraña. Tenía una mucama y ella se encargaba, con un tapabocas, de poner en la espalda baja de la mujer acostada bocabajo sobre la silla, unas cosas extrañas que identifiqué como óvulos fertilizados. Intenté pasar a una de las puertas (tras las cuales, no sé como, sabía que había un bebé en cada alcoba, los cuales vi más tarde), siendo como un fantasma creo, pasando las piernas por encima de la mujer y luego entrando por debajo de la mesa, pero la mujer me sintió y el espacio era exageradamente reducido por lo cual no podía pasar a la parte de abajo de la mesa. Intenté pasar por debajo y no por encima de la mujer, y, de alguna extraña forma, funcionó.
Dos habitaciones oscuras con un bebé en cada una. Ya casi no recuerdo mucho.
De la nada la mujer tenía tres hijos, que por algo que ella dijo, al parecer dos de ellos eran hijos del jardinero. Uno era el de la película Las Crónicas de Spiderwick, el que odiaba su nueva casa. Para impresionarlo, no sé por qué, me peleé con mi madre pero él ni miró. En cierta parte estabamos en un avión viejo, más bien un aeroplano de esos que volaba Amelia Earhart. Había un mapa al estilo antiguo que aparecía en mi mente como su fuera una pantalla, como mostrando un mapa en una película de aventura. Una isla sería como China, pero donde está Australia, al lado otra, que sería Australia y luego otra y creo que otra. No recuerdo si eran tres o dos. La última era, supuse o quizás sabía, era el fin del mundo. Había una pequeña que era una especie de isla del Caribe, otra que era una especie de Corea del Norte, con un palacio en el centro. Fuimos en avión, yo y creo que mi madre y una guía. Pasamos sobre una montaña o algo así, un valle. Que tenía una larga extensión, un arcoíris en el centro que era una interminable linea, de flores de colores. El avión paso junto al piso y las toqué, me tiré estaba sobre ellas acostada como haciendo ángeles de nieve y por un momento imaginé a John Lennon grabando el vídeo de Imagine allí, cantando entre el arcoíris de flores.
Luego fuimos a la isla que parecía del Caribe. La gente parecía caribeña y no había sol, había viento pero no sentía nada de aire o frío, sólo veía unas banderas rojas triangulares que estaban frente a la costa moviéndose con violencia. El mar tenía muchas olas y estaba sucio, no entré. Con la guía, que era la mucama/mujer que había puesto ovarios fertilizados en la dueña de la casa de ricos, caminábamos y se nos acercó una mujer que preguntó quiénes éramos. La guía/mucama/experta en fertilidad le dijo que éramos amigos de no sé quién y que habíamos ayudado mucho, que los habíamos ayudado mucho. Después, había un primer plano del mapa, con la voz de la mucama como narradora que decía que ahora había que ir a esa isla tipo Corea del norte que parecía una ciudad lúgubre y oscura sobre una isla/montaña y en el centro de arriba había algo como un palacio/torre negra. La guía dijo que había que rescatar a una paciente, y apreció en la pantalla de mi mente un corto vídeo de el rostro de una mujer asiática con la boca cubierta por una de esas cosas que se ponen los médicos sobre la boca. Estaba asustada, creo. La guía dijo que "debíamos rescatar a la paciente que Fernando se había llevado". Él, supongo, era el dictador y ella una enferma que se había llevado para sadismo sexual. Mi madre me despertó antes de llegar a esa isla. Íbamos de isla en isla, así que jamás pude ver el fin del mundo.
Ayer tuve un sueño tan vívido. Primero era la chica del suéter naranja de la serie Scooby-Doo, y estábamos todos en una especie de montaña rocosa. En el borde había una caída, un simple fin para caer metros y metros hasta golpearte con el piso. Habíamos estado caminando por una especie de sendero lleno de ramas con hojas. Al llegar allí, que parecía el borde de una playa rocosa aunque era una simple montaña, me caí mientras tomaba unas fotografías pero un chico de ese grupo (que en realidad debió de ser un invitado) me tomó por el tobillo y me subió. Antes o después de eso, no recuerdo, estaba en una casa de ricos. Era una especie de patio interno con un patio sin techo en el centro con bordes de columnas rectangulares blancas y había un portón grande detrás de mi que daba a la calle y una especie de mesa frente al portón de madera y una silla al lado de este. No recuerdo mucho, no sé si se mezclan cosas, es difuso.
Había una puerta en una esquina del patio y entré por allí. Todo era muy refinado, recuerdo que pensé "vaya, ¿qué dirían mis amigos si esta fuera mi casa y vinieran a visitarme aquí?". No recuerdo nada con detalle, sólo que era refinado. En mi sueño pensaba, era como si me pareciera todo real pero si hubiera pensado en la lógica de todo hubiera notado lo que ya sentía pero ignoraba, que era un sueño. Entré por allí a una habitación pequeña donde había dos puertas, una a cada lado de la habitación oscura. Allí había una especie de mesa larga y ancha de cirujano y una silla donde una mujer (que supe, no sé cómo, era la dueña de la casa y era rica) le hacían una extraña inseminación artificial. Es una idea muy extraña. Tenía una mucama y ella se encargaba, con un tapabocas, de poner en la espalda baja de la mujer acostada bocabajo sobre la silla, unas cosas extrañas que identifiqué como óvulos fertilizados. Intenté pasar a una de las puertas (tras las cuales, no sé como, sabía que había un bebé en cada alcoba, los cuales vi más tarde), siendo como un fantasma creo, pasando las piernas por encima de la mujer y luego entrando por debajo de la mesa, pero la mujer me sintió y el espacio era exageradamente reducido por lo cual no podía pasar a la parte de abajo de la mesa. Intenté pasar por debajo y no por encima de la mujer, y, de alguna extraña forma, funcionó.
Dos habitaciones oscuras con un bebé en cada una. Ya casi no recuerdo mucho.
De la nada la mujer tenía tres hijos, que por algo que ella dijo, al parecer dos de ellos eran hijos del jardinero. Uno era el de la película Las Crónicas de Spiderwick, el que odiaba su nueva casa. Para impresionarlo, no sé por qué, me peleé con mi madre pero él ni miró. En cierta parte estabamos en un avión viejo, más bien un aeroplano de esos que volaba Amelia Earhart. Había un mapa al estilo antiguo que aparecía en mi mente como su fuera una pantalla, como mostrando un mapa en una película de aventura. Una isla sería como China, pero donde está Australia, al lado otra, que sería Australia y luego otra y creo que otra. No recuerdo si eran tres o dos. La última era, supuse o quizás sabía, era el fin del mundo. Había una pequeña que era una especie de isla del Caribe, otra que era una especie de Corea del Norte, con un palacio en el centro. Fuimos en avión, yo y creo que mi madre y una guía. Pasamos sobre una montaña o algo así, un valle. Que tenía una larga extensión, un arcoíris en el centro que era una interminable linea, de flores de colores. El avión paso junto al piso y las toqué, me tiré estaba sobre ellas acostada como haciendo ángeles de nieve y por un momento imaginé a John Lennon grabando el vídeo de Imagine allí, cantando entre el arcoíris de flores.
Luego fuimos a la isla que parecía del Caribe. La gente parecía caribeña y no había sol, había viento pero no sentía nada de aire o frío, sólo veía unas banderas rojas triangulares que estaban frente a la costa moviéndose con violencia. El mar tenía muchas olas y estaba sucio, no entré. Con la guía, que era la mucama/mujer que había puesto ovarios fertilizados en la dueña de la casa de ricos, caminábamos y se nos acercó una mujer que preguntó quiénes éramos. La guía/mucama/experta en fertilidad le dijo que éramos amigos de no sé quién y que habíamos ayudado mucho, que los habíamos ayudado mucho. Después, había un primer plano del mapa, con la voz de la mucama como narradora que decía que ahora había que ir a esa isla tipo Corea del norte que parecía una ciudad lúgubre y oscura sobre una isla/montaña y en el centro de arriba había algo como un palacio/torre negra. La guía dijo que había que rescatar a una paciente, y apreció en la pantalla de mi mente un corto vídeo de el rostro de una mujer asiática con la boca cubierta por una de esas cosas que se ponen los médicos sobre la boca. Estaba asustada, creo. La guía dijo que "debíamos rescatar a la paciente que Fernando se había llevado". Él, supongo, era el dictador y ella una enferma que se había llevado para sadismo sexual. Mi madre me despertó antes de llegar a esa isla. Íbamos de isla en isla, así que jamás pude ver el fin del mundo.
Alucinaciones
Yo parecía una máquina, un robot. Sistemáticamente, preguntaba "¿Tienes miedo?".
Descabezar pollos vivos, arrancando sus cabeza con los dientes demostrando una vez más que somos animales, nunca me llamó la atención. Sin embargo, no puedo negar que me llamaría la atención ver a alguien descabezar pollos vivos.
Estaba viendo fotografías de mi prima menor. Tiene tres años, creo. La miraba en las fotografías de Halloween, con su traje de ángel, la aureola y los rizos dorados enmarcando su rostro de niña de dos años-edad que tenía en las fotos- con grandes ojos color miel. Sonreía, chillaba porque quería quedarse otro rato en el parque de juegos, miraba con envidia infantil a los niños que tenían más dulces que ella o se quedaba con la mirada perdida mientras caminaba con torpeza por los pasillos del centro comercial, como si estuviese pensando en algo muy serio. Es increíble lo que tiene por delante: la vida. Pero, más importante aún, la muerte. Una niña dotada con una increíble belleza, con padres irresponsables lo que le puede causar problemas en el futuro.
Soy fácilmente sugestionable.
Ella ahora sólo sonríe y llora por razones estúpidas, aún tiene el cerebro como un lienzo pintado con tonos pastel apenas notorios y queda mucho espacio y color por agregar.
Anoche él estuvo aquí. Apenas hablamos, pero fue algo.
La pequeña niña aún es tan inocente y desconoce todo. Me recuerda a mí misma a su edad. Sonríe y abraza a todos y no cree que pueda haber nadie que la lastime. Es impotente, me hace sentir impotente permitir, por empatía social incorrecta, que ella viva en este asqueroso basurero, en este agujero de mierda, cuando sé bien que la verdadera empatía consta en matar a alguien. La verdadera tortura es vivir. Si mueres, queda la posibilidad de la inexistencia luego de eso, pero todo, incluso la inexistencia, es mejor para mí que la existencia en este sitio.
Él detesta la idea de la inexistencia, cree que es lo peor. Prefiere el infierno.
Siento pena por ella. Su vida está casi trazada con crayones rojos y azules dentro de su subconsciente. Su vida tiene variables, pero no hay tantas diferencias entre unas y otras. Está la opción de que, dada su belleza y la naturaleza de sus padres, se convierta en lo que yo más detesto, lo que el mundo necesita a cantidades enormes, otra imbécil con más maquillaje que cara que lleva en su mente, más que nada, imágenes de su novio, sus amigas tan descerebradas como ella, risas por cosas sin sentido, maquillaje, peinados y estupidez en general. La segunda opción no la puedo clasificar como buena ni mala, no para mi criterio, no sé si es peor o mejor que la anterior. Aunque es casi totalmente imposible que pase, pero me gustaría más. La verdad, la he inventado por diversión. Una bonita niña de quince años que trabaja de prostituta, huyó de casa porque su padre se volvió un adicto o murió y el novio de su madre la golpeaba mientras su familia ignoraba todo, menos su abuelo que la alejaba de eso para violarla. Con la prostitución que ejerce en alguna gran ciudad de su país natal o de los Estados Unidos, paga su adicción al crack o alguna otra droga fuerte, que, convenientemente, no destruye su belleza. Después, muere tras ser violada y golpeada en exceso por traficantes a los que les debe, que tras asesinarla brutalmente se llevan todas sus pertenencias y salen impunes. También podría morir por una sobredosis accidental de heroína o podría suicidarse. Quizás quedaría en embarazo en algún momento. Si eso pasara, daría si bebé en adopción, lo botaría, lo abortaría o lo perdería legalmente o por culpa de las drogas.
La tercera opción es que sea normal, para los parámetros sociales. Se case, tenga hijos y viva feliz tras una infancia y adolescencia ligeramente turbulenta, quizás viviendo con sus abuelos u otro familiar.
Ayer vino, mientras escribía. Él. Me aterré, ya dije, apenas hablamos. Sólo hice que me tocara una teta, quería algo. Ahora es incómodo. No sé por qué, ayer tenía una ansiedad horrible. Empecé a sudar en clase, estaba hablando muy rápido, de nuevo quería vomitar y llorar. Traté de conseguir que me dieran una pastilla, no me importaba de qué, sólo quería calmarme con píldoras de cualquier tipo, pero no me las dieron.
Mi padre estaba en el piso de abajo, nosotros en el de arriba.
"Por favor no", dijo cuando cogí su mano y vio mi intención de hacer que me tocara.
"Por favor sí", dije yo, con desesperación en la cabeza. Sólo hice que me tocara un momento, nada largo.
Su sueño es conquistar al mundo, tener un hijo que continúe su legado y que termine envenenándolo. Ahora me pregunto dos cosas. Quién sería la mamá del bebé y si él tendría sexo con ella o sólo haría que le pusieran sus espermatozoides. Planeábamos con otros bastardos de mi clase ir hoy a jugar la tabla ouija. Me cortarían la mano para usar mi sangre. Decíamos los espíritus de quién llamaríamos. Kurt Cobain, Anton LaVey, Satanás, su tío muerto. Sería hoy, pero si no viene a buscarme para ir me niego a aparecer. Me gusta la idea. Acordamos que si hay algún error y dejamos la tabla abierta para que los espíritus vengan a atormentarnos toda la vida, nos mataríamos. Hicimos un pacto suicida, él me mata y luego se dispara a sí mismo. Yo pensaba en algo mucho más empalagoso y estúpido, pero por asco propio y porque no quiero golpearme más por mi propia estupidez, no diré qué pensé. En realidad no es empalagoso, sólo consta en matarnos usando algo mucho más típico de las mujeres: sobredosis de medicamentos.
Quiero ser poseída, será la sangre de una virgen. Si pudiera comunicarme con cualquier espíritu sería el de Kurt Cobain. ¿Quién más, si no?
Él dijo que sería bueno dejar una carta si nos matamos, para dejar cosas y asuntos en orden. Él lo haría, yo no. No tengo nadie a quien dejarle nada ni nada qué dejarle a nadie. Él sí. De alguna extraña o natural forma hay un grupo de gente, entre esos su familia, de personas que ama. Yo, al menos eso creo, no estoy en ese grupo. Él está en mi grupo de personas que quiero de forma extraña. No sé por qué, no sé cómo. Tal vez es porque no hay muchas personas que pueda incluir allí. Casi nadie.
Ahora es muy raro todo esto. Siento que ya no quiero esto, siento que ahora sólo quiero vomitar y llorar sangre. Es incómodo, no entiendo por qué. Me pone muy nerviosa y ansiosa. Aún así, no me arrepiento. Estos males físicos y mentales que me han causado toda esta situación son tan horribles como agradables.
Toda la semana fue extraña. No puedo describirla bien, el tiempo era raro, se dispersaba y se confundía, se mezclaba y no había nada claro. Ya no sé nada, eso me dejo en un estado de total atontamiento en el cual ya no sé nada. No sé cuánto tiempo pasó ni si pasó algo de tiempo. ¿Qué tiempo es?
Ahora oigo a Kurt Cobain en Blew y su voz me causa algo, no sé qué es, se siente horrible y quiero vomitar pero me encanta. Quiero que siga, es como un trance, un mal viaje, esto es horrendo. Siento que camino por los pasillos del infierno o caigo por un hoyo a la mansión de Satanás. O con Dios.
Mientras caminaba a casa desde la escuela ayer me puse muy ansiosa, nerviosa y, como ya me ha pasado, paranoica en exceso. Mientras caminaba la calle estaba casi desierta, me faltaban unos metros para llegar a un punto donde cruzaba la calle para caminar dos cuadras todo recto hacia mi casa y luego doblar a la derecha otras dos cuadras hasta llegar a la puerta de mi hogar. Cuando llegué al punto de cruzar esa calle, de la nada, se llenó de vida. Los coches salieron de la nada y había muchos, en donde unos segundos atrás habían dos. Era como si fuera escenografía, como si todo estuviese preparado. ¿Por qué? ¿Quién? ¿Por qué yo? ¿Qué era eso? Esto es horrible, no quiero. Mierda, mierda, me siento horrible. Siento, no sé, me siento muy mal. Es no quiero no quiero yo no estoy calmada estoy no calmada lo opuesto a calmada. Ya, estoy bien, ¿qué me pasa? ¿Qué mierda fue eso? Pero no entiendo, no entiendo por qué esto me causa una ansiedad tan difícil de manejar, es aterrador, no me gusta. Él decía que, ¿es por el shock que estoy así? No, el shock no causa esto no es eso, se siente mal no. Él decía, decía mientras yo tenía mi mano dentro de su pantalón sosteniendo su pene, mierda no era qué, decía que la mayoría de los hombres no podrían pensar con tanta coherencia como él mientras les tocaban el pene. ¿Qué? No sé, no entiendo, qué se siente.
I do, I do, I do.
Yes I eat cow- I am not proud.
¿Qué es? Quiero hablarle, quiero hablar con el fantasma de Kurt Cobain y preguntarle por qué me causa esto. Estoy oyendo Bleach y es como horrible, es como si te drogaran y estuvieras enfermo y es, no sé, es feo, como estar en una sucia habitación de un motel. No me agrada, quiero que me maten pero no quiero dejar de oírlo, me gusta. Susurra, tengo que hablarle, mierda, ¿qué pasa?
Estoy bien, no es nada sólo tenía que descargar un poco de rabia. Por favor, Sid. Quiero vomitar, no somos. No entiendo, quiero vomitar.
Can you feel my Love Buzz?
Can you feel my Love Buzz?
Se me dificulta respirar y escribir, es más complicado si me detengo por un sólo momento. Es, es pastillas, yo necesito pastillas. Me calman me duele el pecho, no me gusta. Es desagradable no me gusta el pecho, pecho. No duele exactamente, es como su me fuera a estallar y las tetas también. Me protejo el pecho, no me gusta descubrirlo, siento que me van a apuñalar el pecho con un cuchillo.
Would.
Descabezar pollos vivos, arrancando sus cabeza con los dientes demostrando una vez más que somos animales, nunca me llamó la atención. Sin embargo, no puedo negar que me llamaría la atención ver a alguien descabezar pollos vivos.
Estaba viendo fotografías de mi prima menor. Tiene tres años, creo. La miraba en las fotografías de Halloween, con su traje de ángel, la aureola y los rizos dorados enmarcando su rostro de niña de dos años-edad que tenía en las fotos- con grandes ojos color miel. Sonreía, chillaba porque quería quedarse otro rato en el parque de juegos, miraba con envidia infantil a los niños que tenían más dulces que ella o se quedaba con la mirada perdida mientras caminaba con torpeza por los pasillos del centro comercial, como si estuviese pensando en algo muy serio. Es increíble lo que tiene por delante: la vida. Pero, más importante aún, la muerte. Una niña dotada con una increíble belleza, con padres irresponsables lo que le puede causar problemas en el futuro.
Soy fácilmente sugestionable.
Ella ahora sólo sonríe y llora por razones estúpidas, aún tiene el cerebro como un lienzo pintado con tonos pastel apenas notorios y queda mucho espacio y color por agregar.
Anoche él estuvo aquí. Apenas hablamos, pero fue algo.
La pequeña niña aún es tan inocente y desconoce todo. Me recuerda a mí misma a su edad. Sonríe y abraza a todos y no cree que pueda haber nadie que la lastime. Es impotente, me hace sentir impotente permitir, por empatía social incorrecta, que ella viva en este asqueroso basurero, en este agujero de mierda, cuando sé bien que la verdadera empatía consta en matar a alguien. La verdadera tortura es vivir. Si mueres, queda la posibilidad de la inexistencia luego de eso, pero todo, incluso la inexistencia, es mejor para mí que la existencia en este sitio.
Él detesta la idea de la inexistencia, cree que es lo peor. Prefiere el infierno.
Siento pena por ella. Su vida está casi trazada con crayones rojos y azules dentro de su subconsciente. Su vida tiene variables, pero no hay tantas diferencias entre unas y otras. Está la opción de que, dada su belleza y la naturaleza de sus padres, se convierta en lo que yo más detesto, lo que el mundo necesita a cantidades enormes, otra imbécil con más maquillaje que cara que lleva en su mente, más que nada, imágenes de su novio, sus amigas tan descerebradas como ella, risas por cosas sin sentido, maquillaje, peinados y estupidez en general. La segunda opción no la puedo clasificar como buena ni mala, no para mi criterio, no sé si es peor o mejor que la anterior. Aunque es casi totalmente imposible que pase, pero me gustaría más. La verdad, la he inventado por diversión. Una bonita niña de quince años que trabaja de prostituta, huyó de casa porque su padre se volvió un adicto o murió y el novio de su madre la golpeaba mientras su familia ignoraba todo, menos su abuelo que la alejaba de eso para violarla. Con la prostitución que ejerce en alguna gran ciudad de su país natal o de los Estados Unidos, paga su adicción al crack o alguna otra droga fuerte, que, convenientemente, no destruye su belleza. Después, muere tras ser violada y golpeada en exceso por traficantes a los que les debe, que tras asesinarla brutalmente se llevan todas sus pertenencias y salen impunes. También podría morir por una sobredosis accidental de heroína o podría suicidarse. Quizás quedaría en embarazo en algún momento. Si eso pasara, daría si bebé en adopción, lo botaría, lo abortaría o lo perdería legalmente o por culpa de las drogas.
La tercera opción es que sea normal, para los parámetros sociales. Se case, tenga hijos y viva feliz tras una infancia y adolescencia ligeramente turbulenta, quizás viviendo con sus abuelos u otro familiar.
Ayer vino, mientras escribía. Él. Me aterré, ya dije, apenas hablamos. Sólo hice que me tocara una teta, quería algo. Ahora es incómodo. No sé por qué, ayer tenía una ansiedad horrible. Empecé a sudar en clase, estaba hablando muy rápido, de nuevo quería vomitar y llorar. Traté de conseguir que me dieran una pastilla, no me importaba de qué, sólo quería calmarme con píldoras de cualquier tipo, pero no me las dieron.
Mi padre estaba en el piso de abajo, nosotros en el de arriba.
"Por favor no", dijo cuando cogí su mano y vio mi intención de hacer que me tocara.
"Por favor sí", dije yo, con desesperación en la cabeza. Sólo hice que me tocara un momento, nada largo.
Su sueño es conquistar al mundo, tener un hijo que continúe su legado y que termine envenenándolo. Ahora me pregunto dos cosas. Quién sería la mamá del bebé y si él tendría sexo con ella o sólo haría que le pusieran sus espermatozoides. Planeábamos con otros bastardos de mi clase ir hoy a jugar la tabla ouija. Me cortarían la mano para usar mi sangre. Decíamos los espíritus de quién llamaríamos. Kurt Cobain, Anton LaVey, Satanás, su tío muerto. Sería hoy, pero si no viene a buscarme para ir me niego a aparecer. Me gusta la idea. Acordamos que si hay algún error y dejamos la tabla abierta para que los espíritus vengan a atormentarnos toda la vida, nos mataríamos. Hicimos un pacto suicida, él me mata y luego se dispara a sí mismo. Yo pensaba en algo mucho más empalagoso y estúpido, pero por asco propio y porque no quiero golpearme más por mi propia estupidez, no diré qué pensé. En realidad no es empalagoso, sólo consta en matarnos usando algo mucho más típico de las mujeres: sobredosis de medicamentos.
Quiero ser poseída, será la sangre de una virgen. Si pudiera comunicarme con cualquier espíritu sería el de Kurt Cobain. ¿Quién más, si no?
Él dijo que sería bueno dejar una carta si nos matamos, para dejar cosas y asuntos en orden. Él lo haría, yo no. No tengo nadie a quien dejarle nada ni nada qué dejarle a nadie. Él sí. De alguna extraña o natural forma hay un grupo de gente, entre esos su familia, de personas que ama. Yo, al menos eso creo, no estoy en ese grupo. Él está en mi grupo de personas que quiero de forma extraña. No sé por qué, no sé cómo. Tal vez es porque no hay muchas personas que pueda incluir allí. Casi nadie.
Ahora es muy raro todo esto. Siento que ya no quiero esto, siento que ahora sólo quiero vomitar y llorar sangre. Es incómodo, no entiendo por qué. Me pone muy nerviosa y ansiosa. Aún así, no me arrepiento. Estos males físicos y mentales que me han causado toda esta situación son tan horribles como agradables.
Toda la semana fue extraña. No puedo describirla bien, el tiempo era raro, se dispersaba y se confundía, se mezclaba y no había nada claro. Ya no sé nada, eso me dejo en un estado de total atontamiento en el cual ya no sé nada. No sé cuánto tiempo pasó ni si pasó algo de tiempo. ¿Qué tiempo es?
Ahora oigo a Kurt Cobain en Blew y su voz me causa algo, no sé qué es, se siente horrible y quiero vomitar pero me encanta. Quiero que siga, es como un trance, un mal viaje, esto es horrendo. Siento que camino por los pasillos del infierno o caigo por un hoyo a la mansión de Satanás. O con Dios.
Mientras caminaba a casa desde la escuela ayer me puse muy ansiosa, nerviosa y, como ya me ha pasado, paranoica en exceso. Mientras caminaba la calle estaba casi desierta, me faltaban unos metros para llegar a un punto donde cruzaba la calle para caminar dos cuadras todo recto hacia mi casa y luego doblar a la derecha otras dos cuadras hasta llegar a la puerta de mi hogar. Cuando llegué al punto de cruzar esa calle, de la nada, se llenó de vida. Los coches salieron de la nada y había muchos, en donde unos segundos atrás habían dos. Era como si fuera escenografía, como si todo estuviese preparado. ¿Por qué? ¿Quién? ¿Por qué yo? ¿Qué era eso? Esto es horrible, no quiero. Mierda, mierda, me siento horrible. Siento, no sé, me siento muy mal. Es no quiero no quiero yo no estoy calmada estoy no calmada lo opuesto a calmada. Ya, estoy bien, ¿qué me pasa? ¿Qué mierda fue eso? Pero no entiendo, no entiendo por qué esto me causa una ansiedad tan difícil de manejar, es aterrador, no me gusta. Él decía que, ¿es por el shock que estoy así? No, el shock no causa esto no es eso, se siente mal no. Él decía, decía mientras yo tenía mi mano dentro de su pantalón sosteniendo su pene, mierda no era qué, decía que la mayoría de los hombres no podrían pensar con tanta coherencia como él mientras les tocaban el pene. ¿Qué? No sé, no entiendo, qué se siente.
I do, I do, I do.
Yes I eat cow- I am not proud.
¿Qué es? Quiero hablarle, quiero hablar con el fantasma de Kurt Cobain y preguntarle por qué me causa esto. Estoy oyendo Bleach y es como horrible, es como si te drogaran y estuvieras enfermo y es, no sé, es feo, como estar en una sucia habitación de un motel. No me agrada, quiero que me maten pero no quiero dejar de oírlo, me gusta. Susurra, tengo que hablarle, mierda, ¿qué pasa?
Estoy bien, no es nada sólo tenía que descargar un poco de rabia. Por favor, Sid. Quiero vomitar, no somos. No entiendo, quiero vomitar.
Can you feel my Love Buzz?
Can you feel my Love Buzz?
Se me dificulta respirar y escribir, es más complicado si me detengo por un sólo momento. Es, es pastillas, yo necesito pastillas. Me calman me duele el pecho, no me gusta. Es desagradable no me gusta el pecho, pecho. No duele exactamente, es como su me fuera a estallar y las tetas también. Me protejo el pecho, no me gusta descubrirlo, siento que me van a apuñalar el pecho con un cuchillo.
Would.
No he escrito en varios días. Se debe tanto a falta de tiempo como estado de shock.
Como dije, le había propuesto a J lo mismo que a D. Él aceptó.
El día que íbamos a vernos no fue a clase y me sentí una mierda esa tarde y el resto de la mañana. No fui esa tarde simplemente porque estaba tan increíblemente aterrada que juro que jamás me he sentido tan intimidada en lo que llevo de vida. Acordamos al día siguiente. Fuimos con C, D y una amiga de la que estoy segura está enamorado D y quizás C. Es muy tierno que se enamoren de ella, pero es claro que lo de la importancia en el interior ya se fue a la mierda. No parecen conocerla realmente. Creo que ellos son personas que tienen mucho en la cabeza como para andar con una mujer carismática y bonita pero hueca como un anillo.
Caminamos con ellos un rato y luego nos fuimos los dos solos, J y yo. Entramos a una casa en ruinas que se quemó y está cerca de la casa de D. Allí los dos nos quedamos un rato conversando. Era una forma en que los dos, consientes o no aunque yo no lo estaba, tratábamos de retardar las cosas. Estábamos aterrados. Era la escena más intimidante posible para ambos, y, curiosamente, el momento de nuestras vidas en el cual habíamos sentido más terror. La escena de dos adolescentes vírgenes (aunque él no sepa que yo soy una virgen y ni yo misma esté segura de ello), en el primer momento que se está uno frente a otro mirando algo desconocido. Me tocó, ambos con toda la ropa puesta, las tetas y la entrepierna. Yo cogí su pene en mis manos, con la mano en su pantalón, estando aterrada sin poder moverme. El temblaba, porque todo involucraba tantas cosas que no comprendíamos ni sabíamos qué causaba el pánico. La segunda noche estábamos sólo con C y D. C se fue y yo eché a D. Esa noche fue la primera vez que he visto una estrella fugaz. Pedí que todo funcionara, y aún no sé si la estrella entendió a qué me refería. Ya solos, en el mismo sitio, nos acomodamos algo nerviosos. Yo estaba temblando mucho, él no. No sé, como la vez anterior, si temblaba de miedo o de frío. Entonces resolví calmarme de forma más simple. Le pedí que me pasara su mano y la puse en una de mis tetas. Me tocó una teta con la ropa puesta. Bajó mi blusa y mi sujetador negro y me dejo con una teta al aire, mientras me tocaba. Es la primera persona, al menos que he querido que lo hiciera, que me ha mirado las tetas y las ha tocado sin tela sobre ellas. Me tocó por mucho rato, primero solo me tocaba una pero luego me bajó la blusa para que mis dos pechos quedaran visibles y pudiera tocarlos. Es lo mejor que me ha pasado.
Al revivirlo así he comenzado a temblar de nuevo. Es de noche, tengo las manos heladas, y, de nuevo, no sé si tiemblo por frío, miedo o alguna otra cosa.
Tocarme las tetas por tanto rato lo calmó muchísimo, le sirvieron como unas de esas bolas que compra la gente para apretar y quitarse el estrés. A mí me gustó mucho. Me dijo que jamás había tocado a una mujer y que jamás había hecho eso antes. Era increíble lo placentero que se sentía y lo muy bien que me tocaba para no haberlo hecho nunca antes. Yo empecé a masturbarme, me metí la mano en el pantalón y me toqué por mucho rato. Metí mi mano en su pantalón y sostuve su pene de nuevo, mientras me tocaba las tetas. Trató de meterme la mano al pantalón. Dios y Satanás saben que si no me hubiese sentido atemorizada me habría encantado que me tocara. Tenía mucho miedo para eso, es porque las vaginas son como cicatrices supurantes. Sin embargo, cuando iba a dejar de tocarme las tetas, mucho antes de eso, le dije que no se detuviera. De veras, se sentía increíblemente placentero. Varias veces paramos por creer oír ruidos y fuimos a revisar con un enorme pánico de que nos encontraran así. Yo, con las tetas al aire y una mano en su pantalón o el mío, y él, tocándome las tetas. Un momento que me gustó fue cuando él fue a ver si venía alguien y yo me quedé sentada en el piso esperándolo. Cuando volvió, lo que habría visto (o lo que yo creí que había visto) sería yo sentada en el piso y se vería la silueta de mis tetas. Me hubiera gustado tomar una foto de mis tetas en esa posición. Estaba muy oscuro, pero con los ojos tan acostumbrados a la oscuridad como los teníamos por tanto rato allí se distinguía todo con más facilidad. Luego, todo el momento se jodió.
Estamos escondidos en un sitio que queda en nuestra propia escuela, y uno de los guardias de seguridad nos encontró. Apenas vimos la luz de la linterna entrar ya estábamos listos. Yo me había tapado, ya nos habíamos acomodado bien (en lugar de recostar mi cabeza en sus piernas cerca de su pene, estábamos uno sentado al lado del otro). Nos miramos un par de veces y por un momento creí que a ese hombre no se le daría por ver en el sitio exacto donde estábamos. Apreció. Yo estaba terrada, no estoy segura si J lo estaba. El hombre nos advirtió que podría ser peligroso estar por allí a esas horas (era uno de esos religiosos imbéciles y conservadores, mi escuela es religiosa. Para él, las ocho y veinte de la noche era el equivalente a las dos de la madrugada). Nos preguntó nombres y el curso escolar en el que estabamos. Los dijimos, sin tiempo para pensar si era lo correcto o no. De haber tenido tiempo, al menos yo que soy muy torpe cuando él es capaz de manejar las situaciones con calma, habría sabido que lo correcto era estar calmada y basar mi comportamiento en la versión de lo que el hombre había visto. Le habíamos dicho que estamos allí hablando, así que, al no haber hecho nada malo, no habría de qué preocuparse. En cambio, cuando el hombre preguntó mi apellido, ya después de haber dicho mi curso y mi nombre, yo pregunté "¿Para qué?". Se lo dije pero ahora comprendo mi estupidez, cosa que quizás J sí pudo notar, que ya había dicho mi curso y nombre y, al ser la única de mi curso con ese nombre no importaba si decía mi apellido o no. Ahora me siento estúpida, pero odiaré a ese puto mojigato religioso, al que difícilmente le vi la cara, por haberlo jodido todo y darme un pequeño susto.
Por la adrenalina, según me lo explicó él, en ese preciso instante sentí mucha calma. Conforme pasaron los minutos comencé a desesperarme y a tener ansiedad. Tanto así que, no sé si por hambre o por simple angustia, tenía un fuerte dolor de estómago y ganas de vomitar. Justo después de que nos despedimos de forma rápida y en cierto modo errática luego de que nos echaran, mierda, tenía que ir a la casa de R. Teníamos pendiente editar un documental que nos dejaron de tarea, sobre el medio ambiente. No quedó muy bien, pero pudo quedar mucho, mucho, mierda, peor. Al llegar a casa a eso de las once me quedé despierta quizás hasta medianoche o algo así. Estaba muy cansada, pero también muy ansiosa y nerviosa para dormir. Estaba agitada así que tomé un calmante muscular con la esperanza de que al calmar mi cuerpo calmara mi mente.
Él pensó en el suicidio antes de que eso pasara, me lo dijo.
Sabía que calmar mi cuerpo no calmaría mi mente. Esa noche, mientras me tocaba las tetas y me sentía excitada y relajada al mismo tiempo, mi mente seguía agitada. Así que sabía en mi subconsciente que si J no pudo calmarme a punta de tocarme las tetas una pastilla no trabajaría mejor.
Tomando en cuenta lo que he aprendido leyendo quise concentrarme en pensar en todas las posibles consecuencias negativas antes de hacer cualquier cosa. Pensé en decirle a mi madre que había estado con un amigo charlando esa noche y nos habían echado de allí. Pensé en evitar cualquier posibilidad de que se comunicaran con ella sacándola de la casa (eso funcionó, aunque quizás ni la llamaron) y escondiendo su teléfono celular. Pensé en dejar que las cosas se dieran, no decir nada y si a ella le decían algo contestar que no se lo conté porque no me pareció especialmente relevante que me hubiesen detenido con un amigo por conversar ocultos en la escuela a "altas horas de la noche".
Temía que de la escuela llamaran a nuestras casas y hablaran con nuestros padres respecto a eso. Es una posibilidad. Allí todo lo relacionado con el sexo, incluso fuera de lo que legal y moralmente deberían manejar, se lo maximiza todo lo posible y se lo exagera. Temía que esos religiosos asexuales dejaran volar su imaginación llena de hormonas (que ellos mismo ocultan pero adoran), que está tan infestada de su libido por falta de sexo. Podrían llegar, aunque no tuviesen ninguna prueba de eso además de sacar de contexto las situaciones, a pensar que estábamos allí teniendo sexo.
En fin, luego se lo dije a R porque tenía que decirlo, no soportaba la ansiedad.
Como dije, le había propuesto a J lo mismo que a D. Él aceptó.
El día que íbamos a vernos no fue a clase y me sentí una mierda esa tarde y el resto de la mañana. No fui esa tarde simplemente porque estaba tan increíblemente aterrada que juro que jamás me he sentido tan intimidada en lo que llevo de vida. Acordamos al día siguiente. Fuimos con C, D y una amiga de la que estoy segura está enamorado D y quizás C. Es muy tierno que se enamoren de ella, pero es claro que lo de la importancia en el interior ya se fue a la mierda. No parecen conocerla realmente. Creo que ellos son personas que tienen mucho en la cabeza como para andar con una mujer carismática y bonita pero hueca como un anillo.
Caminamos con ellos un rato y luego nos fuimos los dos solos, J y yo. Entramos a una casa en ruinas que se quemó y está cerca de la casa de D. Allí los dos nos quedamos un rato conversando. Era una forma en que los dos, consientes o no aunque yo no lo estaba, tratábamos de retardar las cosas. Estábamos aterrados. Era la escena más intimidante posible para ambos, y, curiosamente, el momento de nuestras vidas en el cual habíamos sentido más terror. La escena de dos adolescentes vírgenes (aunque él no sepa que yo soy una virgen y ni yo misma esté segura de ello), en el primer momento que se está uno frente a otro mirando algo desconocido. Me tocó, ambos con toda la ropa puesta, las tetas y la entrepierna. Yo cogí su pene en mis manos, con la mano en su pantalón, estando aterrada sin poder moverme. El temblaba, porque todo involucraba tantas cosas que no comprendíamos ni sabíamos qué causaba el pánico. La segunda noche estábamos sólo con C y D. C se fue y yo eché a D. Esa noche fue la primera vez que he visto una estrella fugaz. Pedí que todo funcionara, y aún no sé si la estrella entendió a qué me refería. Ya solos, en el mismo sitio, nos acomodamos algo nerviosos. Yo estaba temblando mucho, él no. No sé, como la vez anterior, si temblaba de miedo o de frío. Entonces resolví calmarme de forma más simple. Le pedí que me pasara su mano y la puse en una de mis tetas. Me tocó una teta con la ropa puesta. Bajó mi blusa y mi sujetador negro y me dejo con una teta al aire, mientras me tocaba. Es la primera persona, al menos que he querido que lo hiciera, que me ha mirado las tetas y las ha tocado sin tela sobre ellas. Me tocó por mucho rato, primero solo me tocaba una pero luego me bajó la blusa para que mis dos pechos quedaran visibles y pudiera tocarlos. Es lo mejor que me ha pasado.
Al revivirlo así he comenzado a temblar de nuevo. Es de noche, tengo las manos heladas, y, de nuevo, no sé si tiemblo por frío, miedo o alguna otra cosa.
Tocarme las tetas por tanto rato lo calmó muchísimo, le sirvieron como unas de esas bolas que compra la gente para apretar y quitarse el estrés. A mí me gustó mucho. Me dijo que jamás había tocado a una mujer y que jamás había hecho eso antes. Era increíble lo placentero que se sentía y lo muy bien que me tocaba para no haberlo hecho nunca antes. Yo empecé a masturbarme, me metí la mano en el pantalón y me toqué por mucho rato. Metí mi mano en su pantalón y sostuve su pene de nuevo, mientras me tocaba las tetas. Trató de meterme la mano al pantalón. Dios y Satanás saben que si no me hubiese sentido atemorizada me habría encantado que me tocara. Tenía mucho miedo para eso, es porque las vaginas son como cicatrices supurantes. Sin embargo, cuando iba a dejar de tocarme las tetas, mucho antes de eso, le dije que no se detuviera. De veras, se sentía increíblemente placentero. Varias veces paramos por creer oír ruidos y fuimos a revisar con un enorme pánico de que nos encontraran así. Yo, con las tetas al aire y una mano en su pantalón o el mío, y él, tocándome las tetas. Un momento que me gustó fue cuando él fue a ver si venía alguien y yo me quedé sentada en el piso esperándolo. Cuando volvió, lo que habría visto (o lo que yo creí que había visto) sería yo sentada en el piso y se vería la silueta de mis tetas. Me hubiera gustado tomar una foto de mis tetas en esa posición. Estaba muy oscuro, pero con los ojos tan acostumbrados a la oscuridad como los teníamos por tanto rato allí se distinguía todo con más facilidad. Luego, todo el momento se jodió.
Estamos escondidos en un sitio que queda en nuestra propia escuela, y uno de los guardias de seguridad nos encontró. Apenas vimos la luz de la linterna entrar ya estábamos listos. Yo me había tapado, ya nos habíamos acomodado bien (en lugar de recostar mi cabeza en sus piernas cerca de su pene, estábamos uno sentado al lado del otro). Nos miramos un par de veces y por un momento creí que a ese hombre no se le daría por ver en el sitio exacto donde estábamos. Apreció. Yo estaba terrada, no estoy segura si J lo estaba. El hombre nos advirtió que podría ser peligroso estar por allí a esas horas (era uno de esos religiosos imbéciles y conservadores, mi escuela es religiosa. Para él, las ocho y veinte de la noche era el equivalente a las dos de la madrugada). Nos preguntó nombres y el curso escolar en el que estabamos. Los dijimos, sin tiempo para pensar si era lo correcto o no. De haber tenido tiempo, al menos yo que soy muy torpe cuando él es capaz de manejar las situaciones con calma, habría sabido que lo correcto era estar calmada y basar mi comportamiento en la versión de lo que el hombre había visto. Le habíamos dicho que estamos allí hablando, así que, al no haber hecho nada malo, no habría de qué preocuparse. En cambio, cuando el hombre preguntó mi apellido, ya después de haber dicho mi curso y mi nombre, yo pregunté "¿Para qué?". Se lo dije pero ahora comprendo mi estupidez, cosa que quizás J sí pudo notar, que ya había dicho mi curso y nombre y, al ser la única de mi curso con ese nombre no importaba si decía mi apellido o no. Ahora me siento estúpida, pero odiaré a ese puto mojigato religioso, al que difícilmente le vi la cara, por haberlo jodido todo y darme un pequeño susto.
Por la adrenalina, según me lo explicó él, en ese preciso instante sentí mucha calma. Conforme pasaron los minutos comencé a desesperarme y a tener ansiedad. Tanto así que, no sé si por hambre o por simple angustia, tenía un fuerte dolor de estómago y ganas de vomitar. Justo después de que nos despedimos de forma rápida y en cierto modo errática luego de que nos echaran, mierda, tenía que ir a la casa de R. Teníamos pendiente editar un documental que nos dejaron de tarea, sobre el medio ambiente. No quedó muy bien, pero pudo quedar mucho, mucho, mierda, peor. Al llegar a casa a eso de las once me quedé despierta quizás hasta medianoche o algo así. Estaba muy cansada, pero también muy ansiosa y nerviosa para dormir. Estaba agitada así que tomé un calmante muscular con la esperanza de que al calmar mi cuerpo calmara mi mente.
Él pensó en el suicidio antes de que eso pasara, me lo dijo.
Sabía que calmar mi cuerpo no calmaría mi mente. Esa noche, mientras me tocaba las tetas y me sentía excitada y relajada al mismo tiempo, mi mente seguía agitada. Así que sabía en mi subconsciente que si J no pudo calmarme a punta de tocarme las tetas una pastilla no trabajaría mejor.
Tomando en cuenta lo que he aprendido leyendo quise concentrarme en pensar en todas las posibles consecuencias negativas antes de hacer cualquier cosa. Pensé en decirle a mi madre que había estado con un amigo charlando esa noche y nos habían echado de allí. Pensé en evitar cualquier posibilidad de que se comunicaran con ella sacándola de la casa (eso funcionó, aunque quizás ni la llamaron) y escondiendo su teléfono celular. Pensé en dejar que las cosas se dieran, no decir nada y si a ella le decían algo contestar que no se lo conté porque no me pareció especialmente relevante que me hubiesen detenido con un amigo por conversar ocultos en la escuela a "altas horas de la noche".
Temía que de la escuela llamaran a nuestras casas y hablaran con nuestros padres respecto a eso. Es una posibilidad. Allí todo lo relacionado con el sexo, incluso fuera de lo que legal y moralmente deberían manejar, se lo maximiza todo lo posible y se lo exagera. Temía que esos religiosos asexuales dejaran volar su imaginación llena de hormonas (que ellos mismo ocultan pero adoran), que está tan infestada de su libido por falta de sexo. Podrían llegar, aunque no tuviesen ninguna prueba de eso además de sacar de contexto las situaciones, a pensar que estábamos allí teniendo sexo.
En fin, luego se lo dije a R porque tenía que decirlo, no soportaba la ansiedad.
Saturday, August 18, 2012
Quería escribir justo el viernes, pero no pude hasta ahora. El viernes una amiga de I y mía (V), me invitó a salir a algún lado con I y ella. Hace algunas semanas o quizás meses que no les hablaba, al menos a V. A I la llamé hace unas semanas para decirle sobre lo que sucedió con D. Le causó asco, y es normal ya que desconoce sobre el sexo. Al desconocer lo placentero que es vemos lo que es en realidad, porque no hay placer que ciegue lo obvio, que es algo asqueroso y desagradable.
No sé por qué, me emocioné con la idea de salir con ellas ya que hace un tiempo no salía a algún centro comercial en su compañía. Fuimos a un centro comercial que queda un poco lejos y pasamos el día allí entrando a varias tiendas, caminando por allí, charlando, riendo de varias estupideces que me contaban sobre sus vidas y jugando algunos juegos allí. Algo muy gracioso fue cuando estábamos jugando un juego que consistía en disparar a un montón de hombres (los cuales yo imaginaba como nazis) sin una razón aparente, ya que no había mayor explicación de la situación en el juego. Entonces a cada rato se terminaba el dinero que habíamos puesto a la maquina y, emocionadas y excitadas por la violencia, chillábamos erraticamente "Continue! Continue!" como unas dementes. Causaba gracia porque nos veíamos totalmente patéticas.
Me he salido del tema, sólo iba a contar lo primordial de por qué no escribí. Continúo.
Al acabar, había quedado con mi madre de irme a una cabaña en las afueras, pero I quería que fuera a dormir a su casa. Resolvimos que I y V me acompañaran a la cabaña, para ir a dormir el día de ayer y volver hoy por la tarde. A I le permitieron ir pero a V, su padre sobre-protector, le negó el permiso. I y yo debimos caminar un buen trecho con varias piedras en medio de la noche, con casi total oscuridad y lluvia. Fue muy agradable, utilicé la visualización e imaginé que estaba con J.
Aquí era a dónde quería llegar.
El viernes le dije a Louis que me dejara chupar su pene. Él sí que domina con una enorme habilidad el arte de la calma. Sin siquiera inmutarse, sabiendo que yo hablo enserio respecto a eso, dijo "es tu decisión, si quieres". "Es tu pene", le dije. Seguimos con esa mierda y par de veces más y luego de un rato escogimos: este martes, luego de la escuela, cerca de la casa de D. Si soy expresiva, quiero a J, de forma que puede resultar complicada de explicar o entender o creer. Más de lo que se ama a una pareja, pero no de esa forma. Es una forma de amor no de relación sentimental amorosa. En cuanto a odio, como para mí él es como yo, le tengo cierto odio, pero mucho menos del que tengo por mí misma. Le tengo bastante cariño, y al mismo tiempo odio.
Cuando Louis me toca siento cierta incomodidad, más bien dolor. Una descarga eléctrica o algo similar que recorre los dedos de las manos y no dejo que me toque por eso. La verdad, sólo desearía ver su pene, tocarlo, pasar la lengua por él, oler el aroma a sexo y luego verlo masturbarse. Aunque así no tendría mucha gracia.
Tengo un vacío emocional por un padre distante que yo alejé y que trata de volver pero lo alejo más porque no quiero que venga. Eso sí me da algo de dolor, pero es muy poco. Ese vacío lo lleno con muchas cosas, y una de ellas es intentar buscar de forma desesperada amor de quienes creo amar. No es mi culpa, no quise nacer.
Una compañera de mi clase está triste. Se supone, aunque no entendí casi nada, que hace años que su padre está en otro país y sólo se comunican por teléfono. Ahora resulta que tiene un problema en el corazón y se va a morir, envió una nota despidiéndose. Me preocupa mi falta de interés por su sufrimiento. Suponía, hasta eso, que todos los casos tristes que involucrasen a un padre me conmoverían, por mis propios problemas con el mío. Al parecer no es así. Estuvo llorando pero no me interesó nada. Mientras conversaba con algunos amigos de eso fingía sentir mucha pena por ella por poco me río. Si hablo en serio, desearía que se muera. Quiero que sufra. No me ha hecho nada malo, pero quiero que sufra mucho y que llore y chille después de hablar tanta mierda a diario, sólo dice palabras absurdas al azar para reír y son tan absurdas que incluso a mí me hacen reír, pero no me interesa. Espero que sufra, ojalá llore mucho. Lo mejor sería que se matara por la pena, pero luego sería fastidioso y una verdadera mierda ver como a todo mundo le importa porque era sociable, amiga de todos y bonita.
La vida, como la muerte, sigue. No es importante que una masa de ignorancia se importe por mí. La verdad, como he dicho muchas veces, si estuviese segura de que al matarme absolutamente nadie recordaría que viví entonces me mataría. Soy muy empática, no soy tan egoísta, es una de las razones principales por las que no me suicidio. Me preocupa mi empatía. Desde ese brote suicida del otro día en el cual casi cometo suicidio de no ser porque Polly me lastimó con dos chillidos haciéndome empática de nuevo y sacándome de la impulsividad, mi empatía a minimizado mucho. Ya no siento tanta empatía como antes. Eso me da algo en qué pensar. ¿Es posible que tenga un brote psicótico en el cual me dé por cumplir fantasías suicidas y que luego mis sentimientos principales hacia los otros comiencen a anestesiarse poco a poco? Ahora que vi a mí padre en su pijama sentí empatía por él. Parece que se reemplaza esa empatía. Ya no siento nada de empatía a la mayoría de las cosas, más que todo las superficiales, y a unas pocas más profundas les doy mucha atención.
Luce como un hombre herido y cansado que siente que todos lo desprecian y nada más desea con desesperación que su hija, quien le dio alegría unos años, le exprese cariño. Su deseo es tan patético que siento mucha pena por él , tanto como para querer llorar. Puedo contener las lágrimas, ya he contenido muchas otras. Esto es una mierda. Quiero vomitar. No lo digo como que siento ganas de vomitar, lo digo como que anhelo poder vomitar.
No sé por qué, me emocioné con la idea de salir con ellas ya que hace un tiempo no salía a algún centro comercial en su compañía. Fuimos a un centro comercial que queda un poco lejos y pasamos el día allí entrando a varias tiendas, caminando por allí, charlando, riendo de varias estupideces que me contaban sobre sus vidas y jugando algunos juegos allí. Algo muy gracioso fue cuando estábamos jugando un juego que consistía en disparar a un montón de hombres (los cuales yo imaginaba como nazis) sin una razón aparente, ya que no había mayor explicación de la situación en el juego. Entonces a cada rato se terminaba el dinero que habíamos puesto a la maquina y, emocionadas y excitadas por la violencia, chillábamos erraticamente "Continue! Continue!" como unas dementes. Causaba gracia porque nos veíamos totalmente patéticas.
Me he salido del tema, sólo iba a contar lo primordial de por qué no escribí. Continúo.
Al acabar, había quedado con mi madre de irme a una cabaña en las afueras, pero I quería que fuera a dormir a su casa. Resolvimos que I y V me acompañaran a la cabaña, para ir a dormir el día de ayer y volver hoy por la tarde. A I le permitieron ir pero a V, su padre sobre-protector, le negó el permiso. I y yo debimos caminar un buen trecho con varias piedras en medio de la noche, con casi total oscuridad y lluvia. Fue muy agradable, utilicé la visualización e imaginé que estaba con J.
Aquí era a dónde quería llegar.
El viernes le dije a Louis que me dejara chupar su pene. Él sí que domina con una enorme habilidad el arte de la calma. Sin siquiera inmutarse, sabiendo que yo hablo enserio respecto a eso, dijo "es tu decisión, si quieres". "Es tu pene", le dije. Seguimos con esa mierda y par de veces más y luego de un rato escogimos: este martes, luego de la escuela, cerca de la casa de D. Si soy expresiva, quiero a J, de forma que puede resultar complicada de explicar o entender o creer. Más de lo que se ama a una pareja, pero no de esa forma. Es una forma de amor no de relación sentimental amorosa. En cuanto a odio, como para mí él es como yo, le tengo cierto odio, pero mucho menos del que tengo por mí misma. Le tengo bastante cariño, y al mismo tiempo odio.
Cuando Louis me toca siento cierta incomodidad, más bien dolor. Una descarga eléctrica o algo similar que recorre los dedos de las manos y no dejo que me toque por eso. La verdad, sólo desearía ver su pene, tocarlo, pasar la lengua por él, oler el aroma a sexo y luego verlo masturbarse. Aunque así no tendría mucha gracia.
Tengo un vacío emocional por un padre distante que yo alejé y que trata de volver pero lo alejo más porque no quiero que venga. Eso sí me da algo de dolor, pero es muy poco. Ese vacío lo lleno con muchas cosas, y una de ellas es intentar buscar de forma desesperada amor de quienes creo amar. No es mi culpa, no quise nacer.
Una compañera de mi clase está triste. Se supone, aunque no entendí casi nada, que hace años que su padre está en otro país y sólo se comunican por teléfono. Ahora resulta que tiene un problema en el corazón y se va a morir, envió una nota despidiéndose. Me preocupa mi falta de interés por su sufrimiento. Suponía, hasta eso, que todos los casos tristes que involucrasen a un padre me conmoverían, por mis propios problemas con el mío. Al parecer no es así. Estuvo llorando pero no me interesó nada. Mientras conversaba con algunos amigos de eso fingía sentir mucha pena por ella por poco me río. Si hablo en serio, desearía que se muera. Quiero que sufra. No me ha hecho nada malo, pero quiero que sufra mucho y que llore y chille después de hablar tanta mierda a diario, sólo dice palabras absurdas al azar para reír y son tan absurdas que incluso a mí me hacen reír, pero no me interesa. Espero que sufra, ojalá llore mucho. Lo mejor sería que se matara por la pena, pero luego sería fastidioso y una verdadera mierda ver como a todo mundo le importa porque era sociable, amiga de todos y bonita.
La vida, como la muerte, sigue. No es importante que una masa de ignorancia se importe por mí. La verdad, como he dicho muchas veces, si estuviese segura de que al matarme absolutamente nadie recordaría que viví entonces me mataría. Soy muy empática, no soy tan egoísta, es una de las razones principales por las que no me suicidio. Me preocupa mi empatía. Desde ese brote suicida del otro día en el cual casi cometo suicidio de no ser porque Polly me lastimó con dos chillidos haciéndome empática de nuevo y sacándome de la impulsividad, mi empatía a minimizado mucho. Ya no siento tanta empatía como antes. Eso me da algo en qué pensar. ¿Es posible que tenga un brote psicótico en el cual me dé por cumplir fantasías suicidas y que luego mis sentimientos principales hacia los otros comiencen a anestesiarse poco a poco? Ahora que vi a mí padre en su pijama sentí empatía por él. Parece que se reemplaza esa empatía. Ya no siento nada de empatía a la mayoría de las cosas, más que todo las superficiales, y a unas pocas más profundas les doy mucha atención.
Luce como un hombre herido y cansado que siente que todos lo desprecian y nada más desea con desesperación que su hija, quien le dio alegría unos años, le exprese cariño. Su deseo es tan patético que siento mucha pena por él , tanto como para querer llorar. Puedo contener las lágrimas, ya he contenido muchas otras. Esto es una mierda. Quiero vomitar. No lo digo como que siento ganas de vomitar, lo digo como que anhelo poder vomitar.
Thursday, August 16, 2012
It is now my duty to completely drain you
Escribir en mi otro blog lo que deseo, y contarlo como si fuera cierto, llega a un punto de hacerme sentir mal. El darme cuenta de que todo es irreal me parece casi patético, no, no casi, me parece patético. Es deprimente, saber que no puedo vivir eso. Tengo celos de alguien que no existe y que es una creación de mi mente con nombres y apellidos sobrecargados. Es una mierda.
Hoy hablé más con J. La K de mi tatuaje se infectó un poco. Al parecer no es una buena idea meterte en la herida abierta una aguja sin desinfectar llena de tinta. Le dije que me acobardé respeto a meterme el pene de D en mi boca. "Tú eres tú, tu no te acobardas", dijo. "Bueno, me acobardé", respondí.
Son demasiado humanos. No, más bien son demasiado adolescentes. Me retó a clavarme la mitad de un alfiler en el brazo. No me molesta mucho causarme dolor, no me asusta mucho porque me agrada. Sólo si yo he decidido que quiero causarme dolor. Al menos creo haber perdido algo de sensibilidad en el brazo izquierdo. Después de tanto clavarme las uñas allí no me duele mucho cuando vuelvo hacerlo.
Estuve haciendo esfuerzos para quitarme estas putas cicatrices del brazos. Me asustaba que el maestro le hubiera dicho a la psicóloga escolar que me rajé las venas. Al menos por ahora no ha dicho nada, no lo parece. Hoy ni él ni ningún maestro me jodió por eso. Rogué porque estuviera muy ocupado pensando en su hijo, el feto muerto.
Ah, sí. Un compañero de mi clase se desmayó hoy y empezó a convulsionar. No estoy segura, no estuve allí para verlo. Y, al ser mis compañeros puros críos que juegan a ser adultos, podrían haber exagerado todo. Creo que seguirán siendo críos hasta que lleguen a viejos, o hasta que maduren, lo que pase primero. R se atravesó un alfiler por la lengua. Antes allí tenía una perforación. Le empezó a sangrar la lengua.
A mis compañeros de clase, a veces siento que los quiero. Esa estupidez desaparece tras unos segundos para que vuelva a sentir indiferencia por ellos o simples deseos de que se vayan al infierno.
Now you
Damn you
Hoy hablé más con J. La K de mi tatuaje se infectó un poco. Al parecer no es una buena idea meterte en la herida abierta una aguja sin desinfectar llena de tinta. Le dije que me acobardé respeto a meterme el pene de D en mi boca. "Tú eres tú, tu no te acobardas", dijo. "Bueno, me acobardé", respondí.
Son demasiado humanos. No, más bien son demasiado adolescentes. Me retó a clavarme la mitad de un alfiler en el brazo. No me molesta mucho causarme dolor, no me asusta mucho porque me agrada. Sólo si yo he decidido que quiero causarme dolor. Al menos creo haber perdido algo de sensibilidad en el brazo izquierdo. Después de tanto clavarme las uñas allí no me duele mucho cuando vuelvo hacerlo.
Estuve haciendo esfuerzos para quitarme estas putas cicatrices del brazos. Me asustaba que el maestro le hubiera dicho a la psicóloga escolar que me rajé las venas. Al menos por ahora no ha dicho nada, no lo parece. Hoy ni él ni ningún maestro me jodió por eso. Rogué porque estuviera muy ocupado pensando en su hijo, el feto muerto.
Ah, sí. Un compañero de mi clase se desmayó hoy y empezó a convulsionar. No estoy segura, no estuve allí para verlo. Y, al ser mis compañeros puros críos que juegan a ser adultos, podrían haber exagerado todo. Creo que seguirán siendo críos hasta que lleguen a viejos, o hasta que maduren, lo que pase primero. R se atravesó un alfiler por la lengua. Antes allí tenía una perforación. Le empezó a sangrar la lengua.
A mis compañeros de clase, a veces siento que los quiero. Esa estupidez desaparece tras unos segundos para que vuelva a sentir indiferencia por ellos o simples deseos de que se vayan al infierno.
Now you
Damn you
Wednesday, August 15, 2012
Vete a la mierda, puta de secta
Primero que nada, quiero decir que estoy algo enojada con una "amiga". Ayer me dijo que tenía "una obsesión por parecer mala". Sólo tuve ganas de decirle "... Soy depresiva. No me rajo las venas por parecer nada, lo hago porque estoy mal". Es increíble. Odio muchas cosas, de las cuales dos son aplicables a este caso: que alguien crea conocerme aunque no sea así, entonces diga algo sobre mí que nada tiene que ver conmigo porque cree tener una inteligencia y conocimiento de mí enorme y que me acrediten cosas, malas o buenas, que nunca he hecho.
Comenzó porque dije que me gustaba el satanismo. Según ella "eso es por pura moda. No es verdad, la otra vez me dijiste que creías en Dios". Ella vive en el pasado, todo el tiempo comenta lo que he dicho o hecho para afirmar cosas sobre mí que desconoce. Ya que es una persona que vive en masa (hace todo porque los demás lo hacen: su lenguaje, vestimenta, gustos, etc.), cree por obligación auto-impuesta que todo el mundo hace exactamente lo mismo. Es deplorable.
Cree que hago lo que hago con el objetivo de llamar la atención o, como ha dejado más obvio, con el objetivo de aparentar algo. En su cerebro mediocre no cabe la idea de que yo me interese por el satanismo (ya no tanto, me di cuenta de que el satanismo es, a su manera, casi tan enfermo como el fanatismo religioso por Dios. Pero nunca tan enfermo), por el snuff, gore, violencia, suicidio, masoquismo, sadismo, etc., porque me gustan a mí como persona, y no porque desee, como tiende a hacer ella, aparentar algo frente a un grupo de monos sin cerebro que hablan como si fueran adultos aunque sus mentes tienen la madurez de un recién nacido. Gracias a las prácticas al pelear con la religiosa de mente cerrada que es mi madre, aprendí que es mejor callarse frente a esos imbéciles. Simplemente porque su ignorancia es tal que hablar con algo de lógica, para ellos, es como proferir ruidos de animales. Muchas veces me ha mandado a callar al decir algo perfectamente racional, pero que, según ella, forma parte de mi "forma de pensar estúpida". La tradición de los quince años, en algunas partes del mundo, o dieciséis años, en otras partes, me parece estúpida en innecesaria. ¿Para qué una fiesta? No te conviertes en mujer ni nada parecido, la verdadera transición fue cuando se alcanzó la pubertad. Debería celebrarse más cuando a una niña le sangra la vagina por primera vez. Esa fiesta es una excusa para que las niñas malcriadas puedan vestirse con la clase de la cual carecen y puedan actuar con la sofisticación que no tienen, para que todos les digan lo importantes y valiosas que en realidad no son. No se es valioso por el hecho de ser un humano o un organismo vivo. Es valor, como el respeto, debe ganarse por medio de la propia sabiduría, sabiduría que esas imbéciles defecan a diario a fin de sacar cualquier rastro de inteligencia de sus cuerpos.
Y ella dijo, como no podía ser de otra forma, que sí era muy importante porque te hacías mujer (sigo sin entender qué cambia en tu cuerpo o mente, volviéndote más madura, al momento de cumplir una año más de edad en el cual no hay ninguna diferencia significativa con el resto de tus cumpleaños). Que yo estaba equivocada (diciendo esto después de un bien rato de no dar un solo argumento irrefutable), que yo decía eso porque tenía "una forma estúpida de pensar". Y, aún, ni un sólo argumento para sustentar su palabras. Es del tipo de persona que cree que el que grita más fuerte es el que más razón tiene.
Otra vez, dijo que era estúpida por estar en contra de comer carne. Ya que los animales sienten y nos era imposible determinar que no tienen emociones y pensamientos. No podemos ver las mentes de los animales, no podemos estar seguros aunque los científicos digan que no piensan. Somos tan animales como ellos, pero con trajes caros. Por tanto, ellos deben pensar y sentir como nosotros lo hacemos, tan sólo no pueden comunicarnos sus ideas a nosotros.
Dudo que ella siquiera haya visto en qué condiciones matan a los animales. Ha de pensar que les dan una inyección indolora que los sume en una muerte que no sienten.
Luego vino con que si no comemos carne no podríamos comer nada. Dije: "Hay frutas, verduras, setas y una enorme cantidad de nutrientes en la naturaleza, de seres que no tienen emociones ni pensamientos, que podemos usar como reemplazo del canibalismo". Me mandó a callar, como si tuviera autoridad para hacerlo, pero preferí callarme.
Creo que mi madre vio los cortes en mis brazos. Sí es así, lo manejó con mucho control. La otra vez se puso histérica en el aeropuerto y me gritó porque dije que quería poder viajar con alguien con el cual pudiera decir groserías. Sólo dijo "me preocupa que seas depresiva". Me dio asco. Los intercambios de sentimientos de preocupación o cualquier otros no me gustan nunca, me ponen incómoda. También estoy asustada. Hoy el maestro de inglés me vio los cortes en los brazos y me preguntó qué era eso. Culpé a Polly. No se lo creyó, tengo que quitarme estar cicatrices ya mismo, no sé cómo, pero tengo qué. Creo que quizás pueda enviarme con la psicóloga escolar, no quiero que esa mujer con aire lúgubre me "ayude". Los psicólogos me ponen nerviosa, y quiero estudiar psicología, eso si estudio. Si alguna vez voy con uno, que quiero aunque me incomoden, será cuando sea mayor y mis padres estén muertos o no sepan nada, y que no me conozca. No me gustaría quebrarme. No me agrada derramar mis lágrimas frente a desconocidos, a veces ni conocidos, sólo a gente que amo. No amo a mis padres, les "quiero", es una obligación social-biológica impuesta. No los odio, no quiero hablarles.
Voy a tratar de ponerme algo de agua de caléndulas y esperar que me sirva. También tengo que cubrirme el tatuaje con algo de maquillaje. A mi maestro le dije que lo hice con un boli y que es por un grupo (no un cantante porque lo último que quiero es que, después de ver que me rajo las venas, vean que mi ídolo es un depresivo drogadicto y anti-cristiano que se mató, según informes oficiales). Ahora opto por algo mucho mejor y menos obvio: cortarme la parte de atrás del cuello. Tengo el cabello largo y nunca me lo recojo. No se vería y la arteria que va por ese lado del cuello está muy profunda como para que mis cortes me maten. Es parasuicidio, porque soy muy cobarde y empática.
Estoy contenta. Hoy pude hablar mucho con J. Me alegró. Le conté lo que pasó con Marcus. Le estaba dibujando con un rotulador negro en el brazo algo en chino a Marcus. Cuando acabó me dijo "¿Quieres uno?" Le respondí que no y dijo "¿Y si él te lo hace?". Le dije antes que no le dijera a D sobre que yo le había contado. Luego dijo "¿Quieres hacérselo tú?". Lo miré con cara de que quería matarlo, pero debo admitir que fue increíblemente ingenioso. Unas compañeras de clase con las que estuve durante un rato en compañía de P y J, dijeron. "Ustedes se parecen mucho. Deberían casarse", hablaba de J. "No tiene vagina", respondí. Él no se quiere casar nunca. Me sorprende que pensamos exactamente igual respecto a engendrar. Creía que nadie pensaba como yo respecto a eso, pero no le di mayor importancia. Me sorprendí mucho hoy cuando le dije que ahora estaba a favor del aborto, en contra de la prevención y ayuda a los suicidas, a favor de la facilitación del suicidio y que creía que engendrar y no abortar era egoísta, porque era traer a un mundo miserable a un ser miserable sólo por la experiencia de una mascota que durará varios años y que tuviese la capacidad de hablar. Él dijo que pensaba exactamente lo mismo que yo y juro que me puse muy contenta y alegre de ver que de verdad somos tan increíblemente compatibles.
No me importa si tiene pene o vagina, me casaría con él sin pensarlo.
Algo que no me gusta de suicidarme ahora es que moriría sin follar.
De sólo imaginarlo, poder vivir en la misma casa para poder hablar y hablar sobre cosas que para nadie más tienen sentido.
Él se me parece más a Kurt Cobain. Es rubio, tiene un peinado parecido a uno de los que tuvo Kurdt en las muchas veces que estuvo de cabello corto. Eso no tiene qué ver, tiene qué ver que me siento increíblemente identificada con él. Lo quiero, pero no lo amo. Ojalá.
Le tengo cierto odio porque me recuerda a mi padre. Voz suave, baja y grave. Eso me enferma, con lo mucho que me hace sentir mal pensar en él. Aún así es una estupidez.
Hablo en serio. Joder, sí me casaría con él. No tendría qué haber afecto, sólo quiero conocerlo. Tal vez a él le enferme el afecto tanto como a mí. Lo parece. Odia los arcoíris. Con C hablo de muchas cosas, principalmente de mis propios problemas. Con J aún no tengo esa confianza, pero quisiera tenerla. Aunque no quiero aburrirlo con tanta mierda.
Hoy estábamos en una charla religiosa (mierda). El tipo se la pasaba afirmando todo, sin nada de respeto. "Los que no creen en Dios son ignorantes, blah, blah, blah". Piden respeto pero los muy hijos de puta afirman como cacatúas parlantes y repiten todo mecánicamente. Pusieron a J a leer las letras de una canción religiosa. ¿La razón? Porque, según el imbécil que hablaba y hablaba de Dios y mesuraba el amor de mis compañeros poco o nada religiosos hacia Dios según si habían hecho o no un dibujo de cuánto amaban a Dios, J no estaba leyendo las letras de la canción. Me parece un abuso. Ya otra maestra siempre dice que J no es ateo, que "quiere llamar la atención". En sus cerradas cabezas, como en la de mi "amiga", nadie piensa por sí mismo. Igual pasa con los pensamientos de mi madre. Son gente que está tan acostumbrado a pensar en masa (ni pensar, siquiera), que creen que los demás hacen lo mismo, que siempre andan tratando de aparentar y no consiguen ideas propias sino que alguien se las mete en la cabeza. Acusan a los demás con eso porque saben que los describe a sí mismos perfectamente aunque quieren negarlo. Me dan pena, saben eso y es lo único que saben. Se creen tan jodidamente sabios cuando son una masa de ovejas ignorantes.
Él leía las letras miraba con cara de querer matar a todo mundo. Esas letras te hacen afirmar un montón de cosas "amo a Dios", "Dios es esto y aquello para mí", "es lo más importante". Los religiosos tachan a los hippies, por oír rock e ir con drogas, de inadaptados. Curiosamente, todas las ideas hippies (paz, unificación, todo lo que necesitas es amor), son las mismas cosas que ellos repiten como las bases de su religión cada vez que nos hablan. Son tan imbéciles que parecen ni notarlo. Eso es, copien a los hippies y luego insulten, es porque se odian e intentan buscar a lo que copiaron en primer lugar (lo más parecido) para poder expresarlo sin parecer retrasados frente a un público.
Lo peor de todo el asunto es que tuve que cantar. Hubiera preferido la clase de mates que es la que nos saltamos por ir a esa charla religiosa. Tuve que cantar esa vomitiva canción y el bastardo dijo que no canté, por lo que quiere que cante mañana frente a toda la clase. No voy a cantar, ya tuve que mascullar esa mierda y no voy a hacerlo de nuevo. No hay una sola norma escolar que diga que puede obligarme a eso. No he irrespetado nada y no voy a hacer lo que él quiere sólo por su percepción.
Sus hijas son miserables, C me contó. Cada vez que va camino a la iglesia las ve mirando con monotonía por la ventana. Son dos. Me recuerdan a las vírgenes suicidas, con vidas miserables. Pero el padre de ellas es peor. Si él fuera mi padre, ya no tendía empatía ni nada. A la mierda, se habría jodido. Ya me habría matado. Ahora me mantengo aquí no sólo por cobardía, que se disminuye de mí cada día, sino por mi empatía humana.
Él puede irse al infierno. Nos mandó el dibujo de nuevo. ¿Por qué tendría que hacerlo, si no siento nada en especial por Dios? Hasta el momento, al menos en su presencia, no he blasfemado, ni irrespetado su estúpida forma de vida, ni sido irreverente. He seguido, por más enfermo que me parezca, sus inútiles rituales de oración, cultos de alabanza y cánticos que parecen sacados de una secta. No tienen derecho a obligarme. Reciben a gente de todas religiones en ese antro únicamente para lavarles el cerebro y encerrarlos en un ghettizarlos. Sólo buscan hacer a todos de los suyos, parecen una verdadera secta. Me niego a hacer eso, es humillante. Mi madre dice que lo haga, para no ganarme problemas, con su hostilidad de siempre. No voy a hacerlo. En ningún momento me dijeron que porque un gigante religioso alargado, fanático y estúpido tenga una percepción de mierda respecto a si sigo o no sus normas tengo que humillarme y afirmar públicamente cosas que no creo ni siento ni pienso.
No entiendo como es que sus hijas no se matan. Están en la adolescencia, su juventud se va, sus vidas son una mierda y están tan encerradas mental como físicamente. Estoy segura de que si el tipo ese viera a su hija escribiendo así como hago yo ahora diría "¿Qué haces?" y la forzaría a mostrarle lo que escribe, lo leería y jodería más su vida. El tipo no tiene respeto por nada, ni por los demás, los pensamientos ajenos, los ideales ajenos, la independencia de sus hijas ni las vidas de ellas. Es Hitler, pero un Hitler tipo Dios: sólo hace que todo mundo haga lo que él quiere con intimidación mezclada con amabilidad, y si no haces lo que quiere te intimida. Creo que me pondría a tartamudear si me ve a la cara diciendo "¿Por qué no vas a cantar?". Tartamudeé, aterrada, hoy inventando una excusa para los cortes de los brazos. Juro que no pensé que un maestro pudiera verlos. Mierda, debí haberme cubierto. No me importa, es mi vida, mi brazo, mi piel, mi privacidad. Ojalá por una vez respeten un poco los límites ajenos en lugar de meterse en todo como los estúpidos que son. Desearía que murieran.
Comenzó porque dije que me gustaba el satanismo. Según ella "eso es por pura moda. No es verdad, la otra vez me dijiste que creías en Dios". Ella vive en el pasado, todo el tiempo comenta lo que he dicho o hecho para afirmar cosas sobre mí que desconoce. Ya que es una persona que vive en masa (hace todo porque los demás lo hacen: su lenguaje, vestimenta, gustos, etc.), cree por obligación auto-impuesta que todo el mundo hace exactamente lo mismo. Es deplorable.
Cree que hago lo que hago con el objetivo de llamar la atención o, como ha dejado más obvio, con el objetivo de aparentar algo. En su cerebro mediocre no cabe la idea de que yo me interese por el satanismo (ya no tanto, me di cuenta de que el satanismo es, a su manera, casi tan enfermo como el fanatismo religioso por Dios. Pero nunca tan enfermo), por el snuff, gore, violencia, suicidio, masoquismo, sadismo, etc., porque me gustan a mí como persona, y no porque desee, como tiende a hacer ella, aparentar algo frente a un grupo de monos sin cerebro que hablan como si fueran adultos aunque sus mentes tienen la madurez de un recién nacido. Gracias a las prácticas al pelear con la religiosa de mente cerrada que es mi madre, aprendí que es mejor callarse frente a esos imbéciles. Simplemente porque su ignorancia es tal que hablar con algo de lógica, para ellos, es como proferir ruidos de animales. Muchas veces me ha mandado a callar al decir algo perfectamente racional, pero que, según ella, forma parte de mi "forma de pensar estúpida". La tradición de los quince años, en algunas partes del mundo, o dieciséis años, en otras partes, me parece estúpida en innecesaria. ¿Para qué una fiesta? No te conviertes en mujer ni nada parecido, la verdadera transición fue cuando se alcanzó la pubertad. Debería celebrarse más cuando a una niña le sangra la vagina por primera vez. Esa fiesta es una excusa para que las niñas malcriadas puedan vestirse con la clase de la cual carecen y puedan actuar con la sofisticación que no tienen, para que todos les digan lo importantes y valiosas que en realidad no son. No se es valioso por el hecho de ser un humano o un organismo vivo. Es valor, como el respeto, debe ganarse por medio de la propia sabiduría, sabiduría que esas imbéciles defecan a diario a fin de sacar cualquier rastro de inteligencia de sus cuerpos.
Y ella dijo, como no podía ser de otra forma, que sí era muy importante porque te hacías mujer (sigo sin entender qué cambia en tu cuerpo o mente, volviéndote más madura, al momento de cumplir una año más de edad en el cual no hay ninguna diferencia significativa con el resto de tus cumpleaños). Que yo estaba equivocada (diciendo esto después de un bien rato de no dar un solo argumento irrefutable), que yo decía eso porque tenía "una forma estúpida de pensar". Y, aún, ni un sólo argumento para sustentar su palabras. Es del tipo de persona que cree que el que grita más fuerte es el que más razón tiene.
Otra vez, dijo que era estúpida por estar en contra de comer carne. Ya que los animales sienten y nos era imposible determinar que no tienen emociones y pensamientos. No podemos ver las mentes de los animales, no podemos estar seguros aunque los científicos digan que no piensan. Somos tan animales como ellos, pero con trajes caros. Por tanto, ellos deben pensar y sentir como nosotros lo hacemos, tan sólo no pueden comunicarnos sus ideas a nosotros.
Dudo que ella siquiera haya visto en qué condiciones matan a los animales. Ha de pensar que les dan una inyección indolora que los sume en una muerte que no sienten.
Luego vino con que si no comemos carne no podríamos comer nada. Dije: "Hay frutas, verduras, setas y una enorme cantidad de nutrientes en la naturaleza, de seres que no tienen emociones ni pensamientos, que podemos usar como reemplazo del canibalismo". Me mandó a callar, como si tuviera autoridad para hacerlo, pero preferí callarme.
Creo que mi madre vio los cortes en mis brazos. Sí es así, lo manejó con mucho control. La otra vez se puso histérica en el aeropuerto y me gritó porque dije que quería poder viajar con alguien con el cual pudiera decir groserías. Sólo dijo "me preocupa que seas depresiva". Me dio asco. Los intercambios de sentimientos de preocupación o cualquier otros no me gustan nunca, me ponen incómoda. También estoy asustada. Hoy el maestro de inglés me vio los cortes en los brazos y me preguntó qué era eso. Culpé a Polly. No se lo creyó, tengo que quitarme estar cicatrices ya mismo, no sé cómo, pero tengo qué. Creo que quizás pueda enviarme con la psicóloga escolar, no quiero que esa mujer con aire lúgubre me "ayude". Los psicólogos me ponen nerviosa, y quiero estudiar psicología, eso si estudio. Si alguna vez voy con uno, que quiero aunque me incomoden, será cuando sea mayor y mis padres estén muertos o no sepan nada, y que no me conozca. No me gustaría quebrarme. No me agrada derramar mis lágrimas frente a desconocidos, a veces ni conocidos, sólo a gente que amo. No amo a mis padres, les "quiero", es una obligación social-biológica impuesta. No los odio, no quiero hablarles.
Voy a tratar de ponerme algo de agua de caléndulas y esperar que me sirva. También tengo que cubrirme el tatuaje con algo de maquillaje. A mi maestro le dije que lo hice con un boli y que es por un grupo (no un cantante porque lo último que quiero es que, después de ver que me rajo las venas, vean que mi ídolo es un depresivo drogadicto y anti-cristiano que se mató, según informes oficiales). Ahora opto por algo mucho mejor y menos obvio: cortarme la parte de atrás del cuello. Tengo el cabello largo y nunca me lo recojo. No se vería y la arteria que va por ese lado del cuello está muy profunda como para que mis cortes me maten. Es parasuicidio, porque soy muy cobarde y empática.
Estoy contenta. Hoy pude hablar mucho con J. Me alegró. Le conté lo que pasó con Marcus. Le estaba dibujando con un rotulador negro en el brazo algo en chino a Marcus. Cuando acabó me dijo "¿Quieres uno?" Le respondí que no y dijo "¿Y si él te lo hace?". Le dije antes que no le dijera a D sobre que yo le había contado. Luego dijo "¿Quieres hacérselo tú?". Lo miré con cara de que quería matarlo, pero debo admitir que fue increíblemente ingenioso. Unas compañeras de clase con las que estuve durante un rato en compañía de P y J, dijeron. "Ustedes se parecen mucho. Deberían casarse", hablaba de J. "No tiene vagina", respondí. Él no se quiere casar nunca. Me sorprende que pensamos exactamente igual respecto a engendrar. Creía que nadie pensaba como yo respecto a eso, pero no le di mayor importancia. Me sorprendí mucho hoy cuando le dije que ahora estaba a favor del aborto, en contra de la prevención y ayuda a los suicidas, a favor de la facilitación del suicidio y que creía que engendrar y no abortar era egoísta, porque era traer a un mundo miserable a un ser miserable sólo por la experiencia de una mascota que durará varios años y que tuviese la capacidad de hablar. Él dijo que pensaba exactamente lo mismo que yo y juro que me puse muy contenta y alegre de ver que de verdad somos tan increíblemente compatibles.
No me importa si tiene pene o vagina, me casaría con él sin pensarlo.
Algo que no me gusta de suicidarme ahora es que moriría sin follar.
De sólo imaginarlo, poder vivir en la misma casa para poder hablar y hablar sobre cosas que para nadie más tienen sentido.
Él se me parece más a Kurt Cobain. Es rubio, tiene un peinado parecido a uno de los que tuvo Kurdt en las muchas veces que estuvo de cabello corto. Eso no tiene qué ver, tiene qué ver que me siento increíblemente identificada con él. Lo quiero, pero no lo amo. Ojalá.
Le tengo cierto odio porque me recuerda a mi padre. Voz suave, baja y grave. Eso me enferma, con lo mucho que me hace sentir mal pensar en él. Aún así es una estupidez.
Hablo en serio. Joder, sí me casaría con él. No tendría qué haber afecto, sólo quiero conocerlo. Tal vez a él le enferme el afecto tanto como a mí. Lo parece. Odia los arcoíris. Con C hablo de muchas cosas, principalmente de mis propios problemas. Con J aún no tengo esa confianza, pero quisiera tenerla. Aunque no quiero aburrirlo con tanta mierda.
Hoy estábamos en una charla religiosa (mierda). El tipo se la pasaba afirmando todo, sin nada de respeto. "Los que no creen en Dios son ignorantes, blah, blah, blah". Piden respeto pero los muy hijos de puta afirman como cacatúas parlantes y repiten todo mecánicamente. Pusieron a J a leer las letras de una canción religiosa. ¿La razón? Porque, según el imbécil que hablaba y hablaba de Dios y mesuraba el amor de mis compañeros poco o nada religiosos hacia Dios según si habían hecho o no un dibujo de cuánto amaban a Dios, J no estaba leyendo las letras de la canción. Me parece un abuso. Ya otra maestra siempre dice que J no es ateo, que "quiere llamar la atención". En sus cerradas cabezas, como en la de mi "amiga", nadie piensa por sí mismo. Igual pasa con los pensamientos de mi madre. Son gente que está tan acostumbrado a pensar en masa (ni pensar, siquiera), que creen que los demás hacen lo mismo, que siempre andan tratando de aparentar y no consiguen ideas propias sino que alguien se las mete en la cabeza. Acusan a los demás con eso porque saben que los describe a sí mismos perfectamente aunque quieren negarlo. Me dan pena, saben eso y es lo único que saben. Se creen tan jodidamente sabios cuando son una masa de ovejas ignorantes.
Él leía las letras miraba con cara de querer matar a todo mundo. Esas letras te hacen afirmar un montón de cosas "amo a Dios", "Dios es esto y aquello para mí", "es lo más importante". Los religiosos tachan a los hippies, por oír rock e ir con drogas, de inadaptados. Curiosamente, todas las ideas hippies (paz, unificación, todo lo que necesitas es amor), son las mismas cosas que ellos repiten como las bases de su religión cada vez que nos hablan. Son tan imbéciles que parecen ni notarlo. Eso es, copien a los hippies y luego insulten, es porque se odian e intentan buscar a lo que copiaron en primer lugar (lo más parecido) para poder expresarlo sin parecer retrasados frente a un público.
Lo peor de todo el asunto es que tuve que cantar. Hubiera preferido la clase de mates que es la que nos saltamos por ir a esa charla religiosa. Tuve que cantar esa vomitiva canción y el bastardo dijo que no canté, por lo que quiere que cante mañana frente a toda la clase. No voy a cantar, ya tuve que mascullar esa mierda y no voy a hacerlo de nuevo. No hay una sola norma escolar que diga que puede obligarme a eso. No he irrespetado nada y no voy a hacer lo que él quiere sólo por su percepción.
Sus hijas son miserables, C me contó. Cada vez que va camino a la iglesia las ve mirando con monotonía por la ventana. Son dos. Me recuerdan a las vírgenes suicidas, con vidas miserables. Pero el padre de ellas es peor. Si él fuera mi padre, ya no tendía empatía ni nada. A la mierda, se habría jodido. Ya me habría matado. Ahora me mantengo aquí no sólo por cobardía, que se disminuye de mí cada día, sino por mi empatía humana.
Él puede irse al infierno. Nos mandó el dibujo de nuevo. ¿Por qué tendría que hacerlo, si no siento nada en especial por Dios? Hasta el momento, al menos en su presencia, no he blasfemado, ni irrespetado su estúpida forma de vida, ni sido irreverente. He seguido, por más enfermo que me parezca, sus inútiles rituales de oración, cultos de alabanza y cánticos que parecen sacados de una secta. No tienen derecho a obligarme. Reciben a gente de todas religiones en ese antro únicamente para lavarles el cerebro y encerrarlos en un ghettizarlos. Sólo buscan hacer a todos de los suyos, parecen una verdadera secta. Me niego a hacer eso, es humillante. Mi madre dice que lo haga, para no ganarme problemas, con su hostilidad de siempre. No voy a hacerlo. En ningún momento me dijeron que porque un gigante religioso alargado, fanático y estúpido tenga una percepción de mierda respecto a si sigo o no sus normas tengo que humillarme y afirmar públicamente cosas que no creo ni siento ni pienso.
No entiendo como es que sus hijas no se matan. Están en la adolescencia, su juventud se va, sus vidas son una mierda y están tan encerradas mental como físicamente. Estoy segura de que si el tipo ese viera a su hija escribiendo así como hago yo ahora diría "¿Qué haces?" y la forzaría a mostrarle lo que escribe, lo leería y jodería más su vida. El tipo no tiene respeto por nada, ni por los demás, los pensamientos ajenos, los ideales ajenos, la independencia de sus hijas ni las vidas de ellas. Es Hitler, pero un Hitler tipo Dios: sólo hace que todo mundo haga lo que él quiere con intimidación mezclada con amabilidad, y si no haces lo que quiere te intimida. Creo que me pondría a tartamudear si me ve a la cara diciendo "¿Por qué no vas a cantar?". Tartamudeé, aterrada, hoy inventando una excusa para los cortes de los brazos. Juro que no pensé que un maestro pudiera verlos. Mierda, debí haberme cubierto. No me importa, es mi vida, mi brazo, mi piel, mi privacidad. Ojalá por una vez respeten un poco los límites ajenos en lugar de meterse en todo como los estúpidos que son. Desearía que murieran.
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