Friday, September 7, 2012

Anoche tuve una pesadilla tan vívida... era como una noche donde tienes una pesadilla tras otra, una más real que la anterior, lo predices en tu sueño anterior y la pesadilla se extiende hasta después de que estás despierto.
Empezó con un sueño. No podía dormir, tenía mucho calor y esa tarde había dormido. Estaba exhausta y aún así era incapaz de dormir. Cuando lo logré mi sueño constaba en algo raro. No puedo recordarlo. No era malo, creo que estaba con unas amigas y no me daban de algo que compraban o les regalaban algo y a mi no, algo de ese tipo. No asustaba. Recuerdo bien que dije algo sobre que tendría una pesadilla peor luego, que seguiría teniendo pesadillas.
Me desperté y volví a dormir. No recuerdo qué soñé. Sólo recuerdo que en cierto momento empecé a oír gritos. Eran como intermitentes. No se detenían, digo que los gritos eran como que bajaban algunas notas y luego subía otra, las mismas dos notas. Comencé a mover la cabeza de forma violenta intentando alejar los gritos. Abrí los ojos mientras oír las gritos y juro por Dios que vi algo como una almohada que tenía un dibujo de cierto tipo caricatura realista sin muchos detalles. Era como un montón de trazos que mostraban la cara de una mujer con los ojos abiertos y la boca abierta en grito, lucía como si fuese a engullirme o a morderme. Me aterré y no sé qué pasó. No sé si cerré los ojos de nuevo o si volteé la mirada. No sé si vi lo que vi con mis ojos o en mi sueño. Parecía real, veía el fondo de mi alcoba como lo es y en mis sueños jamás veo recreaciones exactas de los sitios que hay allí. Sin embargo, estaba oscuro. Claro, era de noche, el fondo era oscuro pero se veían los detalles. Noté que no podía moverme y estaba increíblemente atemorizada. Tuve que hacer un enorme y desesperado esfuerzo, como si mi vida dependiera de ello, para prender la luz de forma rápida y nerviosa. Busqué la almohada, que debía estar junto a mí a la altura de mi cintura, creyendo que de veras la tenía. No estaba allí, no existe dicha almohada. Estaba muy, muy atemorizada. Cuando no podía moverme sentía que alguien venía por mí. No comprendo, no sé qué estaba viendo en mi sueño, podría suponer que era una pantalla negra. Últimamente no tengo sueños, no muchos, no son nada vívidos o ni los recuerdo. ¿Qué fue eso? ¿Qué me aterró tanto? Es la segunda vez que tengo una pesadilla vívida mezclada con realismos (está vez se extendió a la realidad y la última vez fue, por un corto momento, un sueño lúcido). Todo era tan nítido y real, más real de lo normal. Es en serio, era más real que cualquier otra cosa que hubiese soñado, y he soñado cosas muy reales.
Tuve que ir a dormir con mi madre por el pánico que sentí. Soñé con J. No recuerdo qué soñé, pero él estaba allí.
Lo extraño. Lo extraño más de lo cualquiera vaya a saber nunca. Hace días no hablamos y apenas nos dirigimos la mirada. No me atrevo a hablarle, siento que está enojado conmigo o algo similar. No sé qué hice, pero me siento como una mierda. En mis poemas escribí muchas veces disculpas, pedí disculpas y recalqué que me siento culpable y arrepentida. Escribí algo así como una nota mi padre en forma de poema mediocre pidiendo disculpas. Estoy preocupada, es en caso de que decida matarme. Escuchar las putas voces de mis padres o de casi cualquiera por quien tenga cariño biológico o emocional me detiene. Creo que debería hablar con él, no con el hombre que dio su esperma para hacerme nacer, con él no puedo hablar. Me refiero a J. En caso de que algo me pase creo que debo decirle que lo aprecio y que lamento si lo he molestado o si hice algo para enojarlo. Debería dejar muchas cosas escritas a él, hay una enorme cantidad de cosas que no puedo decirle frente a frente.
El lunes, I, mi compañera de clase, va a depilarme las cejas. Hoy se me dio por arreglarme un poco: rímel, labial (cosa que jamás uso) y pedir que me depilen las cejas. No sé por qué, ha de tener que ver con la frecuencia con la cual me desangro por entre las piernas.
Lo quiero. Lo quiero, sólo eso. Le tengo cariño a J. Si hay un cielo o infierno y me mato para ir a alguno, voy a extrañarlo mucho. Él tiene razón, la inexistencia es horrible. Sin embargo, prefiero la inexistencia. Si no existo no podré joder a nadie.
Lo estoy pensando, me queda sólo un mes para decidir si me quedo en este agujero de mierda o si me voy. No sé. En este tengo la libertad de blasfemar, rajarme las venas, decir malas palabras, escribir sobre la muerte y dibujar desnudos sin que nadie me joda. Allí, no estoy segura. Lo extrañaría tanto que creo que podría llorar por él. Mierda, sí lloraría por extrañarlo. El problema es que si I y V vienen a mi escuela, van a haber muchas cosas que sabrán y que no deben saber: homosexualidad, depresión, que soy un puto fenómeno. Sí, ella vio que me rajé las venas. Si soy sincera no creí que nadie lo notaría. Hay mucho más, lo que ella conoce es un tercio del tercio que conocen el resto de las personas.
Soy fea y estoy gorda, pero no puedo decir que me menosprecio porque si fuese así me pondría a llorar y me odiaría por eso. Lo acepto con naturalidad, no me importa mucho porque sin importar como sea voy a terminar en cenizas o carcomida por gusanos y larvas. Me odio, me golpeo y me rajo las venas por mis propias razones, que sólo involucran mi mente y mi propia estupidez.
Tendría que actuar como una adolescente normal. Hoy lo logré, no sé cómo, tan sólo dije un poco de la mierda que ellos decían y a todos les parecí normal. Repetía lo que decía R. Tendría que esconder aún más y eso podría ahogarme. Comienzo a creer que preferiría nunca haberle dicho nada a V y no haber vuelto a hablar con I. ¿Con qué objetivo hablo con ellas? Son otras dos personas a las cuales debo esconderles todo.
Tengo estrías, es una mierda, pero podría ser peor.
Creo que, tras haberlo meditado un poco, espero que I se vaya a esa escuela que tanto quería y que a V no puedan pasarla de escuela y que yo pierda el examen de admisión. Podría joderme menos. Al menos sé cómo defenderme en este sitio, en este agujero en el que estoy metida ahora. Tengo las amigas necesarias, conozco a suficientes personas y sé quiénes joden y quienes no. Conozco a los maestros, puedo llorar en el baño (como hacen todas las niñas) y rajarme las venas sin que nadie lo note. No está nada mal, es un agujero soportable. Sólo unos años, tengo que aguantar, unos años, mierda. No quiero quedarme ni irme, es ahí cuando el suicidio es la opción más simple.
Según los adultos, los adolescentes escogemos el suicidio como una solución permanente a un problema temporal. En realidad no, no todos. Ese es el error que comenten, generalizan y creen que por saber de psicología pueden entender a un suicida adolescente. Para entender a un suicida adolescente debes ser uno. El mío no es un problema temporal, podría reducirlo a que la vida carece de sentido, es ridícula, estúpida y no veo razón para soportar tantos años en la miseria para que una cuarta parte de esos años sea bueno. No me parece una razón buena, es totalmente cosa de imbéciles. Decir que la vida tiene sentido y es hermosa cuando saben de antemano que no es así. Deben reconfortarse, por eso se mienten a sí mismos. Estoy leyendo todas las señales suicidas para asegurarme de cubrir mis huellas, no quiero que nadie lo note, nadie que pueda detenerme. No quiero ayuda, no sé si necesito ayuda porque según la gente necesito ayuda porque estoy mal, según la sociedad, por ser suicida. ¿Por qué eso significa que esté mal? No lo estoy, el problema es que tienen ideas distintas según las cuales soy estúpida porque no quiero mentirme a mí misma. No desean que nadie rompa esa burbuja de ignorancia y semi-perfección que han creado en sus mentes.

No comments:

Post a Comment