Tengo mucho, mucho qué decir.
En orden, puede ser así, comenzando por los sueños:
Hace días tuve un sueño que transcurría en el baño de la escuela, el que es para mujeres. Era más grande y más limpio. Es porque en mi sueño, cuando veo un sitio real, nunca veo una copia exacta, siempre son aproximaciones. Seguro lo imaginé así porque me gustaba un poco más, o tal vez porque mi mente no podía crear una copia exacta y decidió crear algo a partir de lo que creía, usando también como guías algunas mejoras mentales no muy cambiadas para que mi mente no sospeche que es un sueño.
De ese sueño recuerdo poco, sólo recuerdo algo crucial: en mi sueño, tenía cerca mi mi tatuaje (en el brazo izquierdo algo abajo y a la derecha del codo) una especie de enorme y dura protuberancia con una ligera cortadura en el centro, porque lo que había dentro comenzaba a estirar mi piel hasta romperla. Se trataba, porque la quité más tarde, de una especie de bola de color negro, supuestamente de metal porque brillaba y lo parecía pero no se sentía como aquello. No sé de qué se trataba, había otra diminuta en la base de mi dedo meñique de la mano derecha. La primera bola debía ser del tamaño de una bola de golf, la segunda era del tamaño de una piedra diminuta.
Más recientemente soñé con Alicia. Soñé que éramos vecinas y vivíamos en una casa que parecía ser frente al océano y era un sitio calmado. Un jardín y una cerca de madera alta frente a mi casa y la suya al lado, con paredes que tenían cristales y pasillos exteriores. No eran muy grandes, no vi la calle. Hablábamos y no recuerdo su voz. Al principio tenía pinta de que amaba el océano y luego vino con algo de que tenía una especie de trauma con el mar (ambas cosas las sabía. Ella no las dijo, al menos no directamente, y yo las sabía aunque no sé de dónde las supe). Su casa era bonita, había madera brillante de color oscuro. Entramos a mi casa, que no era ni de cerca similar a la mía. Era muy pequeña, constituía en tres pisos. Uno, el de abajo, una especie de mezcla desordenada con camas o no recuerdo qué. Luego una pequeña plataforma más arriba con camas y si se veía al techo había una abertura que mostraba una escalera de trabajo. Le dije que allí había otro piso y que había unas escaleras distintas (decentes) para subir a él. La escalera de trabajo que se veía estaba cubierta de óxido. Entré a su casa, vi a sus padres pero apenas recuerdo las cosas. En mi sueño éramos como amigas, me miraba con sus ojos azules claros como si de veras nos conociéramos. Fue maravilloso y a la vez deprimente, eso cuando desperté.
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Ahora fumo. Es una forma de calmar los nervios y sentirte muy tranquilo. Hacía tiempo que quería comenzar a fumar. Quiero suicidarme. Ayer fumé con R y nos entretuvimos un buen rato. Quedé de chupar el pene de un compañero de clase mañana, aunque luego de reconsiderarlo, ya casi he preferido no hacerlo. Es casi seguro que no lo haré. J quería ir mañana a la casa de V, donde supuestamente va a pasar eso (que ni él, J, ni ella, V, saben), aunque yo le pedí que no fuera. Le oculté, hasta hoy, que empecé a fumar. Voy a dejarlo por un par de días, para ser primeriza me estoy atiborrando en exceso de cigarros.
J me odió, aunque ya no. Quiere convencerme de que le importa si me mato, yo no lo creo. Algo me dice que tiene la empatía de un sociópata.
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