He estado modificando mis antiguas entradas. Cambió los seudónimos, menos el de Alicia, por letras. Mucho más simple. Copié la idea de un blog que vi hace tiempo.
Tengo esta idea de que quiero medicarme con pastillas de litio. ¿Es posible matarse con esas píldoras? Las usan para tratar la depresión. Había leído que la gente se mata con sobredosis de somníferos o con una píldora para tratar la depresión, sólo que no recuerdo cuál era.
Anoche tuve que ir a la casa de V, que vive muy cerca de mi escuela, con R. De allí anduvimos yendo de aquí para allá y me pareció divertido pero recordarlo me parece una mierda.
No estoy enojada con J ni con D, estoy dolida y enojada conmigo misma. También esto es una mierda.
Sunday, September 30, 2012
Saturday, September 29, 2012
Hoy:
-Lo que adoro de los seudónimos es que te dan la oportunidad de actuar como alguien que no eres, o de actuar como quien eres pero que te la pasas escondiendo por miedo a volverte un paria.
-Quiero beber un té. Tengo una caja de tés con piña o algo así. Yo siempre les quito el sabor mezclando el agua saborizada con jugo de limón, azúcar y miel.
-Aprendí una nueva palabra: Misoginia. Me la enseñó Kurt.
-¿Era parte de la letra preliminar de Lounge Act? I hate you because you are so much like me. Esa letra preliminar, que Kurt escribió inspirado en su ruptura con Tobi Vail (Bikini Kill), puedo aplicarla a J. En cierto modo, lo odio porque es demasiado como yo. No me tolero a mí misma, es por eso que no puedo tolerarme a mí misma encarnada en otra persona. Me dijo que si vivo para el próximo año podré ser más inteligente y tener mejores ideas para torturar gente. Él puede saberlo, me ha quitado mucho interés en vivir porque puedo ver cómo seré en un año (en síntesis) con sólo verlo a él. Es exactamente un año mayor que yo, nació un año antes que yo exactamente el mismo día con algunas horas de diferencia. Al menos eso creo, mi madre no sabe a qué hora nací. Es totalmente cierto, si nos comparamos, yo casi soy él un año antes de ahora. Me inspira a matarme más que a vivir. Lo veo un poco cínico, no quiero ser cínica. Lo único que ganaría de vivir sería tener ideas mejores para torturar y matar personas. Esa razón no me sirve, de una forma u otra sé que si vivo jamás podré matar a alguien, o como mínimo jamás podré torturar a alguien. Soy demasiado empática, y aún así no tengo ganas de perder ese rasgo.
-Ya llevo 3 vasos de agua hoy. Tres vasos en los caben más de medio litro cada uno. Es un puto cliché, en un momento me siento gorda y en al siguiente me siento desconcertada de haberlo pensado en primer lugar. P dice que sí estoy gorda y yo no sé nada.
-La autoinmolación es la forma de conocer el infierno por anticipado. Si sobrevives, ya tendrás una idea de lo que nos espera.
-En ese puto antro religioso llamado escuela, en el que debo derrochar cinco de los siete días de la semana, nos están obligando a aprendernos todas las semanas una canción religiosa. La de esta semana no podía ser otra que una en la cual la cantante es una joven que muestra todo el ideal de un cristiano (y, aunque lo nieguen, es eso lo que espera aquel grupo): una adolescente-o por lo menos con pinta de adolescente- que no muestra ni los hombros, es heterosexual, americana, blanca, rubia, hija de conservadores y que explota una sexualidad salvaje típica de su generación a escondidas de mamá y papá, que a la larga es una racista homófoba como sus progenitores y, como ellos, lo oculta al no hablar de ello, decir que Dios nos ama a todos o ir por hacer cosas para ayudar al mundo, cuando lo que hacen en áfrica es dar más o tanta religión que comida y agua. Eso es la perfección para cualquier religioso conservador. Lo niegan y esperan que te lo creas. De verdad hay que ser ciego, sordo y gilipollas para creerse eso. Los religiosos son el grupo más grande y-por su dinero, claro- el más hipócrita que logra que todos crean nobles sus acciones. Se critican entre ellos para salvarse y seguir con su mierda.
-Muere joven y sálvate. Voy a comprarme una tortuga. Se me durmió la mano. Se me duermen las manos y los pies de forma exageradamente seguida. Sentir incluso me parece raro a veces, el tacto.
-Lo que adoro de los seudónimos es que te dan la oportunidad de actuar como alguien que no eres, o de actuar como quien eres pero que te la pasas escondiendo por miedo a volverte un paria.
-Quiero beber un té. Tengo una caja de tés con piña o algo así. Yo siempre les quito el sabor mezclando el agua saborizada con jugo de limón, azúcar y miel.
-Aprendí una nueva palabra: Misoginia. Me la enseñó Kurt.
-¿Era parte de la letra preliminar de Lounge Act? I hate you because you are so much like me. Esa letra preliminar, que Kurt escribió inspirado en su ruptura con Tobi Vail (Bikini Kill), puedo aplicarla a J. En cierto modo, lo odio porque es demasiado como yo. No me tolero a mí misma, es por eso que no puedo tolerarme a mí misma encarnada en otra persona. Me dijo que si vivo para el próximo año podré ser más inteligente y tener mejores ideas para torturar gente. Él puede saberlo, me ha quitado mucho interés en vivir porque puedo ver cómo seré en un año (en síntesis) con sólo verlo a él. Es exactamente un año mayor que yo, nació un año antes que yo exactamente el mismo día con algunas horas de diferencia. Al menos eso creo, mi madre no sabe a qué hora nací. Es totalmente cierto, si nos comparamos, yo casi soy él un año antes de ahora. Me inspira a matarme más que a vivir. Lo veo un poco cínico, no quiero ser cínica. Lo único que ganaría de vivir sería tener ideas mejores para torturar y matar personas. Esa razón no me sirve, de una forma u otra sé que si vivo jamás podré matar a alguien, o como mínimo jamás podré torturar a alguien. Soy demasiado empática, y aún así no tengo ganas de perder ese rasgo.
-Ya llevo 3 vasos de agua hoy. Tres vasos en los caben más de medio litro cada uno. Es un puto cliché, en un momento me siento gorda y en al siguiente me siento desconcertada de haberlo pensado en primer lugar. P dice que sí estoy gorda y yo no sé nada.
-La autoinmolación es la forma de conocer el infierno por anticipado. Si sobrevives, ya tendrás una idea de lo que nos espera.
-En ese puto antro religioso llamado escuela, en el que debo derrochar cinco de los siete días de la semana, nos están obligando a aprendernos todas las semanas una canción religiosa. La de esta semana no podía ser otra que una en la cual la cantante es una joven que muestra todo el ideal de un cristiano (y, aunque lo nieguen, es eso lo que espera aquel grupo): una adolescente-o por lo menos con pinta de adolescente- que no muestra ni los hombros, es heterosexual, americana, blanca, rubia, hija de conservadores y que explota una sexualidad salvaje típica de su generación a escondidas de mamá y papá, que a la larga es una racista homófoba como sus progenitores y, como ellos, lo oculta al no hablar de ello, decir que Dios nos ama a todos o ir por hacer cosas para ayudar al mundo, cuando lo que hacen en áfrica es dar más o tanta religión que comida y agua. Eso es la perfección para cualquier religioso conservador. Lo niegan y esperan que te lo creas. De verdad hay que ser ciego, sordo y gilipollas para creerse eso. Los religiosos son el grupo más grande y-por su dinero, claro- el más hipócrita que logra que todos crean nobles sus acciones. Se critican entre ellos para salvarse y seguir con su mierda.
-Muere joven y sálvate. Voy a comprarme una tortuga. Se me durmió la mano. Se me duermen las manos y los pies de forma exageradamente seguida. Sentir incluso me parece raro a veces, el tacto.
Friday, September 28, 2012
Creo que hasta me sorprende que aún sigo escribiendo en este blog. Digo, siempre dejo las cosas a medias, me canso de continuar con aquello y sólo lo dejo. Pero esto no. Llevo más de cien entradas escritas y aún no me he detenido con esta mierda.
Acabo de dejar mi ojo abierto para tocarlo y presionarlo suavemente con el dedo. Me encanta hacer eso, siempre he querido presionar un ojo humano para saber si se siente como un juguete de goma.
Pensé en eso esta tarde, en por qué no me he cansado de escribir aquí. En ese momento, ignoraba lo obvio. Nunca puedo hablar de toda esta basura con nadie, eso me jode y mucho. Por eso aquí puedo escribir, y escribir, y escribir y decir mierda sin problemas. Es tan fácil y tan agradable que ya no es nada sorpresivo el que no haya abandonado eso tras un mes de entradas.
Ayer le toqué el pene a J. Con mucho menos significado que antes. No fue del todo, sólo le puse la mano encima del pantalón porque quería hacer sentir a P algo incómodo. Creo que quizás le ha molestado. Hoy no le hablé hasta que casi fue hora de irnos a casa. Le dije "hola" y luego "estoy tratando de iniciar una conversación" como me dice tan seguido. "Yo estoy tratando de evitarla", fue lo que me respondió. Reconozco que merece poder vengarse, llevo días evitando conversar mucho con él. No sé por qué, quizás porque me avergüenzo internamente de haberme comportado como una zorra los últimos días. Estoy algo hipersexualizada, me preocupa mi propio comportamiento. Mis "amigos" (a quienes no les tengo demasiado apego) comienzan a evitar que yo siga con mi comportamiento auto-destructivo de vez en cuando, para variar. P me preguntó ayer por qué hago eso (se refiere a mi promiscuidad), que aún soy demasiado pequeña para irme con esa mierda y todo eso. V escondió mis cigarrillos, que finalmente me devolvió luego de rogarle (por lo que estoy muy agradecida ya que no quiero gastar tantos de mis Marlboros), porque dijo que no quería que yo fumase. Si de verdad les importa algo, lo aprecio. Aunque sea un poco. Todo es una mierda.
Volviendo a lo de hoy con J, él no quiso hablar. Justo cuando dijo eso yo tuve que contener un chillido, un sonido metálico, como el de una maquina que se ha estropeado. Un chirrido de que me sentía dolida. Y se lo dije "ahora me siento dolida". No le importó demasiado así que hice lo que me pareció más fácil: huí al baño y me escondí allí para llorar un poco. R entró al baño y tuve que quedarme quieta y en silencio. Al volver con todo el grupo sentado, quería decirle que viniera para hablar con él. De verdad que lo necesito, mi padre se pasó la mayor parte de la semana encerrado en su habitación. Hoy dejó la puerta abierta, pero permanece allí saliendo únicamente un par de veces. Necesito hablar. Mientras veía a J allí sentado, sin querer hablarme, sentí ganas de llorar. De verdad, me sentí como el ser humano más deplorable, estúpido y patético del mundo. Ya me sentía aún peor.
C rió de que yo chupe penes a cada rato y me enojé muchísimo. Estoy furiosa con él. Mi única excusa es que esto va más allá de lo que puedo controlar; no escogí tener un vacío emocional. D me llamó puta barata, no exactamente, más bien mandó a preguntar que si me gustaba que me llamaran así. No le importa si me mato, ya la verdad me es indiferente si le importa o no. No valgo nada, y ellos, las personas de un limitado grupo de gente que yo puedo decir que quiero de verdad, me lo restriegan a cada rato. Estoy más sola que nunca, es una puta mierda.
Es mi terapia, para tratar un poco mi vacío emocional. Es la terapia que consiguió que me cese el dolor en el pecho: cigarrillos, promiscuidad y escritura. No sé si ellos comprendan en realidad que cada mierda que dicen de verdad me afecta. Lo más posible es que no entiendan que por el hecho de que les quiera tienen un control peligroso sobre mí. Ya ni me controlo a mí misma, ya no soy yo. Sigo sin poder matarme, estoy confundida y ofuscada. Me siento perdida en medio de un inmenso, solitario y oscuro maizal del que me es imposible salir.
Nos estuvieron llamando últimamente con el consejero espiritual, a muchos de mi salón de clase. La razón es que el hijo de puta fanático religioso cree que estuvimos jugando a la Ouija. Sí, lo hicimos. No funcionó, no hablamos con nadie. Pero eso a él no tiene qué importarle.No lo hicimos en la escuela y no invitamos a nadie, no muchos. Fuera de allí, les dijimos a algunos. J nos pedía que no dijésemos nada. Yo no dije nada, la verdad no había mucho qué decir. Me sentí asustada cuando me llamaron a mí, porque había mucho por lo que pudieron haberme llamado: los cigarrillos, el incidente en que nos encontraron a mí y a J escondidos, el miércoles cuando no quería entrar a la iglesia y dije que yo oía desde afuera (sí estaba oyendo desde afuera, dije que no quería entrar porque había mucha gente aunque en realidad me sentía mal por todo lo relacionado con mis problemas en casa. Eso no lo pude decir al maestro). La verdad, lo de la Ouija fue lo último que se me ocurrió como razón para ser llamada por el consejero espiritual. El hombre es intimidante, se las da de poderoso. Lo odio. Sus hijas son miserables. Es un hijo de puta.
No tengo demasiados problemas, son muy pocos. Nada fuera de lo común. Mucha gente pasa por cosas peores y lo mío es totalmente común, no es nada importante.
De vivir, no me casaré. Hoy en día, el divorcio ha dejado de ser una posibilidad en un matrimonio y ha pasado a ser una etapa final, casi un requisito o algo inexorable en una unión legal. Es una mierda.
Acabo de dejar mi ojo abierto para tocarlo y presionarlo suavemente con el dedo. Me encanta hacer eso, siempre he querido presionar un ojo humano para saber si se siente como un juguete de goma.
Pensé en eso esta tarde, en por qué no me he cansado de escribir aquí. En ese momento, ignoraba lo obvio. Nunca puedo hablar de toda esta basura con nadie, eso me jode y mucho. Por eso aquí puedo escribir, y escribir, y escribir y decir mierda sin problemas. Es tan fácil y tan agradable que ya no es nada sorpresivo el que no haya abandonado eso tras un mes de entradas.
Ayer le toqué el pene a J. Con mucho menos significado que antes. No fue del todo, sólo le puse la mano encima del pantalón porque quería hacer sentir a P algo incómodo. Creo que quizás le ha molestado. Hoy no le hablé hasta que casi fue hora de irnos a casa. Le dije "hola" y luego "estoy tratando de iniciar una conversación" como me dice tan seguido. "Yo estoy tratando de evitarla", fue lo que me respondió. Reconozco que merece poder vengarse, llevo días evitando conversar mucho con él. No sé por qué, quizás porque me avergüenzo internamente de haberme comportado como una zorra los últimos días. Estoy algo hipersexualizada, me preocupa mi propio comportamiento. Mis "amigos" (a quienes no les tengo demasiado apego) comienzan a evitar que yo siga con mi comportamiento auto-destructivo de vez en cuando, para variar. P me preguntó ayer por qué hago eso (se refiere a mi promiscuidad), que aún soy demasiado pequeña para irme con esa mierda y todo eso. V escondió mis cigarrillos, que finalmente me devolvió luego de rogarle (por lo que estoy muy agradecida ya que no quiero gastar tantos de mis Marlboros), porque dijo que no quería que yo fumase. Si de verdad les importa algo, lo aprecio. Aunque sea un poco. Todo es una mierda.
Volviendo a lo de hoy con J, él no quiso hablar. Justo cuando dijo eso yo tuve que contener un chillido, un sonido metálico, como el de una maquina que se ha estropeado. Un chirrido de que me sentía dolida. Y se lo dije "ahora me siento dolida". No le importó demasiado así que hice lo que me pareció más fácil: huí al baño y me escondí allí para llorar un poco. R entró al baño y tuve que quedarme quieta y en silencio. Al volver con todo el grupo sentado, quería decirle que viniera para hablar con él. De verdad que lo necesito, mi padre se pasó la mayor parte de la semana encerrado en su habitación. Hoy dejó la puerta abierta, pero permanece allí saliendo únicamente un par de veces. Necesito hablar. Mientras veía a J allí sentado, sin querer hablarme, sentí ganas de llorar. De verdad, me sentí como el ser humano más deplorable, estúpido y patético del mundo. Ya me sentía aún peor.
C rió de que yo chupe penes a cada rato y me enojé muchísimo. Estoy furiosa con él. Mi única excusa es que esto va más allá de lo que puedo controlar; no escogí tener un vacío emocional. D me llamó puta barata, no exactamente, más bien mandó a preguntar que si me gustaba que me llamaran así. No le importa si me mato, ya la verdad me es indiferente si le importa o no. No valgo nada, y ellos, las personas de un limitado grupo de gente que yo puedo decir que quiero de verdad, me lo restriegan a cada rato. Estoy más sola que nunca, es una puta mierda.
Es mi terapia, para tratar un poco mi vacío emocional. Es la terapia que consiguió que me cese el dolor en el pecho: cigarrillos, promiscuidad y escritura. No sé si ellos comprendan en realidad que cada mierda que dicen de verdad me afecta. Lo más posible es que no entiendan que por el hecho de que les quiera tienen un control peligroso sobre mí. Ya ni me controlo a mí misma, ya no soy yo. Sigo sin poder matarme, estoy confundida y ofuscada. Me siento perdida en medio de un inmenso, solitario y oscuro maizal del que me es imposible salir.
Nos estuvieron llamando últimamente con el consejero espiritual, a muchos de mi salón de clase. La razón es que el hijo de puta fanático religioso cree que estuvimos jugando a la Ouija. Sí, lo hicimos. No funcionó, no hablamos con nadie. Pero eso a él no tiene qué importarle.No lo hicimos en la escuela y no invitamos a nadie, no muchos. Fuera de allí, les dijimos a algunos. J nos pedía que no dijésemos nada. Yo no dije nada, la verdad no había mucho qué decir. Me sentí asustada cuando me llamaron a mí, porque había mucho por lo que pudieron haberme llamado: los cigarrillos, el incidente en que nos encontraron a mí y a J escondidos, el miércoles cuando no quería entrar a la iglesia y dije que yo oía desde afuera (sí estaba oyendo desde afuera, dije que no quería entrar porque había mucha gente aunque en realidad me sentía mal por todo lo relacionado con mis problemas en casa. Eso no lo pude decir al maestro). La verdad, lo de la Ouija fue lo último que se me ocurrió como razón para ser llamada por el consejero espiritual. El hombre es intimidante, se las da de poderoso. Lo odio. Sus hijas son miserables. Es un hijo de puta.
No tengo demasiados problemas, son muy pocos. Nada fuera de lo común. Mucha gente pasa por cosas peores y lo mío es totalmente común, no es nada importante.
De vivir, no me casaré. Hoy en día, el divorcio ha dejado de ser una posibilidad en un matrimonio y ha pasado a ser una etapa final, casi un requisito o algo inexorable en una unión legal. Es una mierda.
Wednesday, September 26, 2012
Take a rest, as a friend, as an old memoria.
Estuve viendo el vídeo de Weird Al Yankovic Smells like Nirvana. Tiene gracia, me gustó.
Tantas cosas. Últimamente, en mi clase, todos saben todo. Mierda, esto me empuja cada vez más, es una soga que se balancea de un lado a otro esperando dar con mi cuello para ahorcarme. Saben lo de D, no sé cómo, pero lo saben. Me siento mal por él, en serio. No le he hablado en algunos días ni él me ha hablado a mí. Se podría decir que estamos peleados. Él no quería que todo mundo lo supiera, me siento como una mierda. Creo que debería disculparme, aunque en realidad lo más digno que puedo hacer es quitarme la vida. Ojalá fuera tan fácil, es tan cercano y tan lejano. Una mierda.
C me preguntó ayer si sí iba a hacer esa cosa con ese compañero de clase. Le dije que no, que ya tenía cigarrillos y no necesitaba eso. Me tomó varias horas darme cuenta de que yo nunca le dije eso. Mierda, todo el mundo sabe todo. No me asusta tanto, lo olvidarán en menos de una semana; para mi suerte, tienen la capacidad de atención de un mosquito. No me molesta eso, sólo jode un poco.
Tuve un sueño hace unos días. En el sueño supuestamente yo recreaba una escena de la película The silence of the lambs. Se suponía que yo había leído tres versiones distintas de la película en la wikipedia y todas comenzaban con una niña pequeña y rubia, con rizos, caminando sola en la calle con un caramelo o un helado en la mano, y que, en base de esas lecturas, venía ese sueño. No sé si tenía claro que era un sueño, sólo sabía que eso era producto de haber leído los resúmenes. En realidad, sobre lo que leí tres resúmenes en la wikipedia fue de Lolita. Leí el resumen de la primera película, de la segunda y del libro. En cuanto a literatura, el libro es una obra maestra. Sin embargo, la historia es una aberración, una muestra pura de la decadencia social. El fin de las generaciones inocentes.
Siguiendo con el sueño, yo iba con mi padre en el coche de una amiga. Un coche grande y plateado. Casi sentía el peso del aparato. Íbamos por la calle que está junto a la escuela, al lado donde está el portón de la entrada trasera, no muy cerca de este aunque podía verlo. Pasábamos de villanos a héroes. Era de noche, la niña caminaba por la acera con un helado en la mano y mi padre volteó el coche de modo que la mitad de enfrente se subió a la acera, como atropellando a la niña, que desapareció. Las luces estuvieron encendidas cuando vimos a la niña y nos disponíamos a atropellarla luego, no recuerdo si las luces estaban encendidas o apagadas, o si se apagaron o encendieron de un momento a otro. Sólo recuerdo la oscuridad con una muy leve luz azulada. Según lo leído, yo debía ir, haciendo el papel de Hannibal Lecter, con algunos cuchillos a matar gente. Por la entrada trasera de mi escuela se daba a una edificación grande que parecía más bien una casa de ricos, creo. Era blanca. Al querer bajarme con los cuchillos vi a una figura que, inmediatamente y sin haberle visto ni la cara, identifiqué como el malo y mi padre y yo pasamos a la posición de ser los buenos. Me habría sido útil recordar durante ese sueño el hecho de que en las películas los buenos salen ilesos. La figura caminaba. Nos había visto, pero fingía no hacerlo. Ni lo vi vernos. Continuó. El coche, sin que yo ni lo notara, cambió de posición hacia un lado, dejó de estar sobre la acera. Cambiaba de estar en la calle, en una amplia parte donde se dividía en tres caminos la calle, mirando hacia la intersección de la izquierda y luego estando en la intersección de la derecha. En cierto momento, con el coche de lado, vimos que el supuesto psicópata veía a nosotros. El psicópata, creo, no era el Dr. Lecter, sino que era Freddy Krueger. Tenía un arma que se transformó en un lanzallamas, y ni sé cómo ni cuándo. Antes, yo había buscado con desesperación en los compartimientos de la puerta que estaba a mi lado dentro del coche un arma que, no sé cómo, sabía que estaba allí. Sólo hallé un martillo empaquetado, que pude sacar muy rápidamente del empaque plástico, de marca Black & Decker. El psicópata lanzó una llamarada (fue ahí donde noté que tenía un lanzallamas) hacia el coche, prendiendo la parte delantera de este. Recordé que, según el resumen leído, el debía lanzar otra llamarada que estallaría el coche y me sentí calmada de saber que acabaría. Al parecer Freddy leyó mi mente. Sonrió y, en vez de acabarlo todo, se acercó. Hasta el momento, me había sorprendido de que fuera por acabarnos de forma tan vaga. Me esperaba una larga y sangrienta tortura. Comenzó a caminar hacia mi padre y yo, atrapados en el vehículo en llamas. Su intención era obvia. Mi padre maldijo. Allí sentí una sensación de ahogamiento, una sensación de un horrendo pánico que no había experimentado. Se sentía porque despertaba. Me desperté. El sueño no me asustó mucho, no fue tanto una pesadilla, porque me calmaba el hecho de que no podía volverse real por el momento.
Hoy sí se lo chupé. A ese, mi compañero de clase. Le estuve pasando la mano por la entrepierna en clase y más tarde, en la casa de V y frente a R y otras tres personas, de a momentos, se lo chupé y lo masturbé. No me importó, no significó nada, no sentí nada. Me siento más vacía desde aquello cada minuto. Creí que los cigarrillos podría acabar con eso que suelo usar como escape de ansiedad y de mi profundo vacío emocional. Al acabar, me dio un fuerte dolor de cabeza y quise ir a fumar, pero ellos se llevaron mis cigarrillos que compré hoy mismo y de los cuales sólo había fumado uno. No importa tanto, tengo unos Marlboros y si bebo mucha agua puedo despertarme a eso de las tres de la mañana para fumar en la ventana de la cocina. Esta es una semana religiosa en mi escuela. Cada puta mañana tengo que ir una hora a la iglesia. Es una mierda.
Casi extrañaba oír a Kurt, y llevaba tan sólo un par de días sin oírlo.
Estuve viendo el vídeo de Weird Al Yankovic Smells like Nirvana. Tiene gracia, me gustó.
Tantas cosas. Últimamente, en mi clase, todos saben todo. Mierda, esto me empuja cada vez más, es una soga que se balancea de un lado a otro esperando dar con mi cuello para ahorcarme. Saben lo de D, no sé cómo, pero lo saben. Me siento mal por él, en serio. No le he hablado en algunos días ni él me ha hablado a mí. Se podría decir que estamos peleados. Él no quería que todo mundo lo supiera, me siento como una mierda. Creo que debería disculparme, aunque en realidad lo más digno que puedo hacer es quitarme la vida. Ojalá fuera tan fácil, es tan cercano y tan lejano. Una mierda.
C me preguntó ayer si sí iba a hacer esa cosa con ese compañero de clase. Le dije que no, que ya tenía cigarrillos y no necesitaba eso. Me tomó varias horas darme cuenta de que yo nunca le dije eso. Mierda, todo el mundo sabe todo. No me asusta tanto, lo olvidarán en menos de una semana; para mi suerte, tienen la capacidad de atención de un mosquito. No me molesta eso, sólo jode un poco.
Tuve un sueño hace unos días. En el sueño supuestamente yo recreaba una escena de la película The silence of the lambs. Se suponía que yo había leído tres versiones distintas de la película en la wikipedia y todas comenzaban con una niña pequeña y rubia, con rizos, caminando sola en la calle con un caramelo o un helado en la mano, y que, en base de esas lecturas, venía ese sueño. No sé si tenía claro que era un sueño, sólo sabía que eso era producto de haber leído los resúmenes. En realidad, sobre lo que leí tres resúmenes en la wikipedia fue de Lolita. Leí el resumen de la primera película, de la segunda y del libro. En cuanto a literatura, el libro es una obra maestra. Sin embargo, la historia es una aberración, una muestra pura de la decadencia social. El fin de las generaciones inocentes.
Siguiendo con el sueño, yo iba con mi padre en el coche de una amiga. Un coche grande y plateado. Casi sentía el peso del aparato. Íbamos por la calle que está junto a la escuela, al lado donde está el portón de la entrada trasera, no muy cerca de este aunque podía verlo. Pasábamos de villanos a héroes. Era de noche, la niña caminaba por la acera con un helado en la mano y mi padre volteó el coche de modo que la mitad de enfrente se subió a la acera, como atropellando a la niña, que desapareció. Las luces estuvieron encendidas cuando vimos a la niña y nos disponíamos a atropellarla luego, no recuerdo si las luces estaban encendidas o apagadas, o si se apagaron o encendieron de un momento a otro. Sólo recuerdo la oscuridad con una muy leve luz azulada. Según lo leído, yo debía ir, haciendo el papel de Hannibal Lecter, con algunos cuchillos a matar gente. Por la entrada trasera de mi escuela se daba a una edificación grande que parecía más bien una casa de ricos, creo. Era blanca. Al querer bajarme con los cuchillos vi a una figura que, inmediatamente y sin haberle visto ni la cara, identifiqué como el malo y mi padre y yo pasamos a la posición de ser los buenos. Me habría sido útil recordar durante ese sueño el hecho de que en las películas los buenos salen ilesos. La figura caminaba. Nos había visto, pero fingía no hacerlo. Ni lo vi vernos. Continuó. El coche, sin que yo ni lo notara, cambió de posición hacia un lado, dejó de estar sobre la acera. Cambiaba de estar en la calle, en una amplia parte donde se dividía en tres caminos la calle, mirando hacia la intersección de la izquierda y luego estando en la intersección de la derecha. En cierto momento, con el coche de lado, vimos que el supuesto psicópata veía a nosotros. El psicópata, creo, no era el Dr. Lecter, sino que era Freddy Krueger. Tenía un arma que se transformó en un lanzallamas, y ni sé cómo ni cuándo. Antes, yo había buscado con desesperación en los compartimientos de la puerta que estaba a mi lado dentro del coche un arma que, no sé cómo, sabía que estaba allí. Sólo hallé un martillo empaquetado, que pude sacar muy rápidamente del empaque plástico, de marca Black & Decker. El psicópata lanzó una llamarada (fue ahí donde noté que tenía un lanzallamas) hacia el coche, prendiendo la parte delantera de este. Recordé que, según el resumen leído, el debía lanzar otra llamarada que estallaría el coche y me sentí calmada de saber que acabaría. Al parecer Freddy leyó mi mente. Sonrió y, en vez de acabarlo todo, se acercó. Hasta el momento, me había sorprendido de que fuera por acabarnos de forma tan vaga. Me esperaba una larga y sangrienta tortura. Comenzó a caminar hacia mi padre y yo, atrapados en el vehículo en llamas. Su intención era obvia. Mi padre maldijo. Allí sentí una sensación de ahogamiento, una sensación de un horrendo pánico que no había experimentado. Se sentía porque despertaba. Me desperté. El sueño no me asustó mucho, no fue tanto una pesadilla, porque me calmaba el hecho de que no podía volverse real por el momento.
Hoy sí se lo chupé. A ese, mi compañero de clase. Le estuve pasando la mano por la entrepierna en clase y más tarde, en la casa de V y frente a R y otras tres personas, de a momentos, se lo chupé y lo masturbé. No me importó, no significó nada, no sentí nada. Me siento más vacía desde aquello cada minuto. Creí que los cigarrillos podría acabar con eso que suelo usar como escape de ansiedad y de mi profundo vacío emocional. Al acabar, me dio un fuerte dolor de cabeza y quise ir a fumar, pero ellos se llevaron mis cigarrillos que compré hoy mismo y de los cuales sólo había fumado uno. No importa tanto, tengo unos Marlboros y si bebo mucha agua puedo despertarme a eso de las tres de la mañana para fumar en la ventana de la cocina. Esta es una semana religiosa en mi escuela. Cada puta mañana tengo que ir una hora a la iglesia. Es una mierda.
Casi extrañaba oír a Kurt, y llevaba tan sólo un par de días sin oírlo.
Sunday, September 23, 2012
Heart-shaped uterine malformation (heart-shaped uterus)
Me he dado cuenta de que hace un rato (al menos según mi concepto) no he profundizado en el tema de la muerte.
Acabo de leer sobre el tema (porque en realidad no quiero hacer nada más que pasarme el día viendo basura por internet como Family Guy o South Park. Es preferible a llamar a algunos amigos para salir, porque tengo la regla, tengo cólicos, me duele la cabeza y estoy muy cansada pero soy incapaz de dormir).
Decía que han habido casos de animales, no sólo seres humanos, que, contra sus instintos de supervivencia, buscan la muerte. Perros que se suicidan estando frente a un coche y sabiendo que les hará daño y seres humanos que se vuelan la tapa de los sesos tras años de mantenerse vivos respirando, hidratándose y comiendo. Leí sobre las Morias, de la mitología griega. Se supone que son algo así como hijas de la noche y que asisten al nacimiento de cada uno de nosotros, para hilar nuestra vida desde un principio y dejar nuestro futuro hecho desde el nacimientos con todas las suertes y desgracias anticipadas. Es algo reconfortante y al mismo tiempo hace que la vida sea aún más vacua. Si es cierto y conoces todo lo que te sucederá a lo largo de la vida-cómo morirás, cuándo, por qué, si te casarás, si tendrás hijos, se te ganarás la lotería- entonces por un momento te sentirás muy completo, te sentirás totalmente impresionado y como un dios. Sin embargo, a los pocos momentos la vida pierde sentido porque ninguna de las cosas que te sucederán llegarán como una sorpresa. Es como tener CIPA: una vida sin dolor se convierte en una vida demasiado buena, demasiado insensible. ¿De qué sirve pincharte con una aguja si no sentirás cómo rompe tu piel? No tendría nada, ninguna sensación. Sería el vacío. Siempre es preferible una vida totalmente llena de desgracias, miseria y dolor a una vida de perfección, alegría y suerte. Con la segunda, terminas perdiendo el sentido de todo en pocos segundos. Toda la alegría de tu vida se reduce a unos pocos segundos de placer. Ya me he salido del tema de la muerte para hablar de la vida misma. Es porque están tan ligadas como las trompas de falopio de esas mujeres que se las unen para evitar tener hijos.
Acabo de ver una fotografía de una malformación uterina en forma de corazón.
¿Qué se sentirá estar metido dentro de un útero y que de pronto este empiece a cerrarse para posteriormente ahogarte en sus paredes? ¿Es posible que si te lanzas de un edificio muy alto tu alma salga de tu cuerpo antes de golpearse con el piso porque el viento la arroja fuera? ¿Y si salimos mucho antes, a veces?
Demasiado significa más de lo que se puede soportar, más de lo necesario. A veces decimos eso sin razón. Demasiado feliz, por ejemplo. ¿Eso significa que no toleramos tal nivel de felicidad? Ya he dicho que creo que nuestro lenguaje, cada pequeña palabra, puede tener un significado mucho más profundo. Si tuviera un diploma en una universidad prestigiosa en varios campos de la psicología, psiquiatría y neurología escribiría un libro de esto.
Si nos quitamos todos los sentidos, absolutamente todos para quedar totalmente encerrados dentro de nosotros, escucharemos a Dios. Sabremos si es malo o si solía ser bueno pero nos abandonó. Creo que es una de esas dos opciones. Nos abandonaron, somos como cachorros en una caja de cartón que han sido dejados junto a la puerta de un supermercado.
Acabo de leer sobre el tema (porque en realidad no quiero hacer nada más que pasarme el día viendo basura por internet como Family Guy o South Park. Es preferible a llamar a algunos amigos para salir, porque tengo la regla, tengo cólicos, me duele la cabeza y estoy muy cansada pero soy incapaz de dormir).
Decía que han habido casos de animales, no sólo seres humanos, que, contra sus instintos de supervivencia, buscan la muerte. Perros que se suicidan estando frente a un coche y sabiendo que les hará daño y seres humanos que se vuelan la tapa de los sesos tras años de mantenerse vivos respirando, hidratándose y comiendo. Leí sobre las Morias, de la mitología griega. Se supone que son algo así como hijas de la noche y que asisten al nacimiento de cada uno de nosotros, para hilar nuestra vida desde un principio y dejar nuestro futuro hecho desde el nacimientos con todas las suertes y desgracias anticipadas. Es algo reconfortante y al mismo tiempo hace que la vida sea aún más vacua. Si es cierto y conoces todo lo que te sucederá a lo largo de la vida-cómo morirás, cuándo, por qué, si te casarás, si tendrás hijos, se te ganarás la lotería- entonces por un momento te sentirás muy completo, te sentirás totalmente impresionado y como un dios. Sin embargo, a los pocos momentos la vida pierde sentido porque ninguna de las cosas que te sucederán llegarán como una sorpresa. Es como tener CIPA: una vida sin dolor se convierte en una vida demasiado buena, demasiado insensible. ¿De qué sirve pincharte con una aguja si no sentirás cómo rompe tu piel? No tendría nada, ninguna sensación. Sería el vacío. Siempre es preferible una vida totalmente llena de desgracias, miseria y dolor a una vida de perfección, alegría y suerte. Con la segunda, terminas perdiendo el sentido de todo en pocos segundos. Toda la alegría de tu vida se reduce a unos pocos segundos de placer. Ya me he salido del tema de la muerte para hablar de la vida misma. Es porque están tan ligadas como las trompas de falopio de esas mujeres que se las unen para evitar tener hijos.
Acabo de ver una fotografía de una malformación uterina en forma de corazón.
¿Qué se sentirá estar metido dentro de un útero y que de pronto este empiece a cerrarse para posteriormente ahogarte en sus paredes? ¿Es posible que si te lanzas de un edificio muy alto tu alma salga de tu cuerpo antes de golpearse con el piso porque el viento la arroja fuera? ¿Y si salimos mucho antes, a veces?
Demasiado significa más de lo que se puede soportar, más de lo necesario. A veces decimos eso sin razón. Demasiado feliz, por ejemplo. ¿Eso significa que no toleramos tal nivel de felicidad? Ya he dicho que creo que nuestro lenguaje, cada pequeña palabra, puede tener un significado mucho más profundo. Si tuviera un diploma en una universidad prestigiosa en varios campos de la psicología, psiquiatría y neurología escribiría un libro de esto.
Si nos quitamos todos los sentidos, absolutamente todos para quedar totalmente encerrados dentro de nosotros, escucharemos a Dios. Sabremos si es malo o si solía ser bueno pero nos abandonó. Creo que es una de esas dos opciones. Nos abandonaron, somos como cachorros en una caja de cartón que han sido dejados junto a la puerta de un supermercado.
Primero, quiero decir que lamento no escribir mucho ni muy seguido ni nada muy interesante en mi otro blog. Es sólo que desde el principio forjé mi deseo y no sé cómo expresar otros sin que suenen totalmente ridículos. No sé nada, lo siento.
He descubierto que la comunicación puede ser muy útil, incluso con personas ignorantes como mi madre. Aunque cuando se trata de un tema trivial como el que yo expuse, no es muy complicado que se entienda.
Le pedí una narguile, simplemente le dije que quería una y que no tenía nada de malo porque sólo era vapor de agua con tabaco de distintos sabores, y que no causaba ningún daño. La verdad, no tengo ni idea de si lo que dije es cierto, pero la convencí. Dijo que ahora no tenía dinero para comprarla, pero aceptó regalármela. Es impresionante, ni los padres permisivos de M le han dado permiso para tener una narguile. Ya me lo imagino, yo fumando en la sala de mi casa con mi madre viendo algún programa de televisión policíaco con la mayor naturalidad del mundo. Es mejor así, no tengo dinero para comprar la narguile por mi cuenta, apaciguaría un poco mi necesidad de cigarrillos de una forma "legal" en mi hogar y todo parecería ir a mi favor. También le he pedido unos lentes de contacto de color azul claro, como los ojos de una Hanna Hall adolescente. Sería muy entretenido. Me impresiona. La condición es no utilizar marihuana en la narguile, cosa que no planeaba hacer. No quiero meterme con la marihuana, eso lo dejo por si sobrevivo para usar eso de puente al mundo de las drogas fuertes, con deudas a vendedores y golpes por no pagar. Una forma más rápida de morir. Ya quiero ir mañana a la escuela y decir a R que me han permitido tener una narguile. Tendré que esperar por ella, eso lo sé porque mis padres son algo flojos al momento de ir a una tienda a comprar algo y lo posponen, pero en algunas semanas tal vez sea mía.
Estoy un poco jodida con esto de los cigarrillos, porque acabo de leer en una página de internet y aparecen todos los "síntomas" que yo presento de usar "drogas". Lo más seguro es que mi madre no lo vea, pero sigue la posibilidad. Mierda, de verdad que tengo que matarme.
He descubierto que la comunicación puede ser muy útil, incluso con personas ignorantes como mi madre. Aunque cuando se trata de un tema trivial como el que yo expuse, no es muy complicado que se entienda.
Le pedí una narguile, simplemente le dije que quería una y que no tenía nada de malo porque sólo era vapor de agua con tabaco de distintos sabores, y que no causaba ningún daño. La verdad, no tengo ni idea de si lo que dije es cierto, pero la convencí. Dijo que ahora no tenía dinero para comprarla, pero aceptó regalármela. Es impresionante, ni los padres permisivos de M le han dado permiso para tener una narguile. Ya me lo imagino, yo fumando en la sala de mi casa con mi madre viendo algún programa de televisión policíaco con la mayor naturalidad del mundo. Es mejor así, no tengo dinero para comprar la narguile por mi cuenta, apaciguaría un poco mi necesidad de cigarrillos de una forma "legal" en mi hogar y todo parecería ir a mi favor. También le he pedido unos lentes de contacto de color azul claro, como los ojos de una Hanna Hall adolescente. Sería muy entretenido. Me impresiona. La condición es no utilizar marihuana en la narguile, cosa que no planeaba hacer. No quiero meterme con la marihuana, eso lo dejo por si sobrevivo para usar eso de puente al mundo de las drogas fuertes, con deudas a vendedores y golpes por no pagar. Una forma más rápida de morir. Ya quiero ir mañana a la escuela y decir a R que me han permitido tener una narguile. Tendré que esperar por ella, eso lo sé porque mis padres son algo flojos al momento de ir a una tienda a comprar algo y lo posponen, pero en algunas semanas tal vez sea mía.
Estoy un poco jodida con esto de los cigarrillos, porque acabo de leer en una página de internet y aparecen todos los "síntomas" que yo presento de usar "drogas". Lo más seguro es que mi madre no lo vea, pero sigue la posibilidad. Mierda, de verdad que tengo que matarme.
Saturday, September 22, 2012
Estoy oyendo Forever Young de Bob Dylan. Me encanta esta canción y es la primera vez que la escucho. La letra es preciosa y el ritmo es muy bueno. Esa canción me hace imaginarme a mí misma, muerta. Es agradable, una canción que expresa en un tono algo cálido el ser joven para siempre, congelarse con la muerte.
Muere joven y sálvate.
Morir joven, por las razones correctas, es cosa de gente inteligente. Es gente que se va pronto porque necesita poco tiempo, no se va con rodeos y hace lo que tiene qué hacer por insignificante o magnífico que sea. Los comunes critican el morir joven y vivir rápido. Es porque esas personas no saben qué les corresponde hacer, no saben cómo adivinarlo o no quieren hacerlo y en algunos casos nunca logran hacer nada. Critican aquello por simples celos de no ser capaces de cumplir su labor e irse.
Supuestamente, mi padre me quiere. Dejó una corta nota escrita con mi base de maquillaje en un trozo de papel que decía "mi niña, te amo" antes de irse ayer. Él ya está aquí y la nota sigue intacta sobre la mesa; no me veo con fuerzas para botarla o siquiera tocarla y al parecer nadie más sabe qué hacer con ella. También escribió (eso fue ayer, antes de irse y encontré el mensaje poco después de que subí la escaleras de la entrada) en la pared "más tarde vengo" y con mi base de maquillaje. La dejó deshecha, tendré que comprar una nueva. Al ver eso escrito, por su fea caligrafía que al parecer yo heredé, creí que la última palabra era "vértigo". No entendí la oración hasta unos momentos después y no me vi con fuerzas, así como con la carta, de tocar el mensaje. Hoy mi madre y mi padre lo han quitado de a turnos con un limpiador para vidrios y una esponja vieja. Apenas se han hablado hoy. En lo que llevo despierta no los he oído dirigirse la palabra y mi padre, como de costumbre, se ha encerrado en su alcoba que antiguamente compartía con mi madre. Mis amigas suelen bromear con eso, aunque a mí me molesta. Es tolerable, no jode mucho.
Últimamente estoy obsesionada con esa mierda de ser una niña: veo vídeos sobre la forma correcta de maquillarse, sobre cómo hacer peinados fáciles (ni siquiera sé cómo hacer una trenza y se han puesto de moda entre mis compañeras de clase) y hace unos minutos vi uno sobre cómo andar en zapatos de tacón. Mientras miraba los distintos tipos de tacón de los cuales la mujer del vídeo hablaba con un entusiasmo exagerado, la miraba andando con esos zapatos y diciendo lo lindos que eran mientras yo pensaba en que parecía una prostituta, en toda la extensión de la palabra. Es deprimente. Lo positivo es que encontré por accidente un vídeo de una colombiana hablando de cómo hacer peinados con trenzas que se me pareció algo a Cecilia Lisbon. Quise intentar hacer los peinados que mostraba, pero soy una mierda trenzando el cabello.
Me conformaré con esperar a que mi madre se duerma para ir a fumar en el tejado. Tengo cólicos menstruales. A veces las reacciones físicas femeninas hacen que sea una mierda tener ovarios. Por otro lado, tenga las células más grandes del cuerpo humano: óvulos, células visibles al ojos humano sin necesidad de un microscopio. No está tan mal. Lo bueno de tener vagina es que las hormonas no te manejan tanto la mente y por eso, al menos es mi caso, puedes pensar cuando se te da la gana y cuando no. Los hombres, en cambio, con el porno y todo eso, no pueden pensar en algunos momentos. Es igual, tengas vagina o pene siempre habrá algo que te joda.
Muere joven y sálvate.
Morir joven, por las razones correctas, es cosa de gente inteligente. Es gente que se va pronto porque necesita poco tiempo, no se va con rodeos y hace lo que tiene qué hacer por insignificante o magnífico que sea. Los comunes critican el morir joven y vivir rápido. Es porque esas personas no saben qué les corresponde hacer, no saben cómo adivinarlo o no quieren hacerlo y en algunos casos nunca logran hacer nada. Critican aquello por simples celos de no ser capaces de cumplir su labor e irse.
Supuestamente, mi padre me quiere. Dejó una corta nota escrita con mi base de maquillaje en un trozo de papel que decía "mi niña, te amo" antes de irse ayer. Él ya está aquí y la nota sigue intacta sobre la mesa; no me veo con fuerzas para botarla o siquiera tocarla y al parecer nadie más sabe qué hacer con ella. También escribió (eso fue ayer, antes de irse y encontré el mensaje poco después de que subí la escaleras de la entrada) en la pared "más tarde vengo" y con mi base de maquillaje. La dejó deshecha, tendré que comprar una nueva. Al ver eso escrito, por su fea caligrafía que al parecer yo heredé, creí que la última palabra era "vértigo". No entendí la oración hasta unos momentos después y no me vi con fuerzas, así como con la carta, de tocar el mensaje. Hoy mi madre y mi padre lo han quitado de a turnos con un limpiador para vidrios y una esponja vieja. Apenas se han hablado hoy. En lo que llevo despierta no los he oído dirigirse la palabra y mi padre, como de costumbre, se ha encerrado en su alcoba que antiguamente compartía con mi madre. Mis amigas suelen bromear con eso, aunque a mí me molesta. Es tolerable, no jode mucho.
Últimamente estoy obsesionada con esa mierda de ser una niña: veo vídeos sobre la forma correcta de maquillarse, sobre cómo hacer peinados fáciles (ni siquiera sé cómo hacer una trenza y se han puesto de moda entre mis compañeras de clase) y hace unos minutos vi uno sobre cómo andar en zapatos de tacón. Mientras miraba los distintos tipos de tacón de los cuales la mujer del vídeo hablaba con un entusiasmo exagerado, la miraba andando con esos zapatos y diciendo lo lindos que eran mientras yo pensaba en que parecía una prostituta, en toda la extensión de la palabra. Es deprimente. Lo positivo es que encontré por accidente un vídeo de una colombiana hablando de cómo hacer peinados con trenzas que se me pareció algo a Cecilia Lisbon. Quise intentar hacer los peinados que mostraba, pero soy una mierda trenzando el cabello.
Me conformaré con esperar a que mi madre se duerma para ir a fumar en el tejado. Tengo cólicos menstruales. A veces las reacciones físicas femeninas hacen que sea una mierda tener ovarios. Por otro lado, tenga las células más grandes del cuerpo humano: óvulos, células visibles al ojos humano sin necesidad de un microscopio. No está tan mal. Lo bueno de tener vagina es que las hormonas no te manejan tanto la mente y por eso, al menos es mi caso, puedes pensar cuando se te da la gana y cuando no. Los hombres, en cambio, con el porno y todo eso, no pueden pensar en algunos momentos. Es igual, tengas vagina o pene siempre habrá algo que te joda.
When I
first thought about suicide itself was many years after I first heard that
word. I vaguely thought about suicide when I was like nine or ten years old. In
that age, I was just a little girl facing a cruel, bloody and awkward humanity.
Didn’t even knew how to kill myself and I can’t remember exactly why that suicidal ideas. It’s possible to be born as an unhappy human being or is the
world who make us feel weird? With the society came the kidnap, rape, murder to
innocent people who wanted to live, emasculation to women in Africa, cowardly
men hiding behind a mask of violence, little teenage girls dreaming with being
porn stars and taking off their clothes for some internet picture when they can’t
even understand how disgusting is the sex itself, unwanted babies dying in some
dark alley, dumb people with a lot of money and clever people begging in the
streets, pedophilia, sick bastards, sociopaths, unhappiness, too much
inhumanity. The world is too unfair and people don’t care a damn about it. They
go home with their children, they fuck with their husbands or wives a few
hours later and they keep saying “The life is not fair and we can’t do anything
about it” when they kids ask why is a man sleeping under the bridge which’s next
to school. It’s sick. We have nothing, you got it? We just have paper named
money and mass consumerism, and also pig wars. No peace. No love. No empathy.
Hell. We live in hell. This place is the hell and all of us are already dead.
We’re nothing beside shit. Maybe I’m just a teen, or even a kid, just that, a
kid. But I’m smarter than almost the whole society. I’m enough smart to realize
that stay in this place is stay in the hole of vomit mixed with shit and that
world is too absurd. I hate humanity, I hate the fucking teenage anorexic girls
who take pictures of their tits because they have no brain so they’re looking
for someone who maybe could love them (they think that fuck is the same than
love). I hate those fucking teenage boys who think they’re the kings of the world
because they drink, they fuck and they do drugs. I hate rich people who think
their life is perfect because of the fame, money and their extremely coldness.
I hate celebrities because they’re just looking for people’s acceptation and
that’s because they can accept themselves and they know it. I hate almost every
single human been in this fucking world of shit and I think humanity it’s the
worst fucking plague in the history. I hate you all, this fuck is pathetic. I’m
leaving; finally I could be free of all your shit. I hope my ghost could emasculate
all of your genitals. I lost my hopes in a world of peace, love and empathy.
That’s an impossible dream.
Escribí una nota póstuma. Aún sigo sin oportunidades de matarme pero trato de distraerme con esto. Haré notas póstumas, será divertido. Vi un método que no conocía. Consiste en encerrar tu cabeza en una bolsa plástica y meterle helio. Te mata en menos de quince minutos, no se si duela, aunque creo que no. Si hago eso, que lo dudo porque no tengo cómo conseguir el helio, esperaría que alguien corte la bolsa cuando muera para no tener la cabeza aprisionada allí.
Tengo que mear y fumar.
No sé si decir "totalmente", "algo" o sólo decirlo. Me iré por la última opción.
Estoy obsesionada con Cecilia Lisbon y, de momentos, con Hanna Hall. Creo que es hermosa, adoro sus ojos azules. Me emociona porque encarna lo que anhelo.
Lolita es una adolescente que necesita atención porque está vacía, es una pequeña puta promiscua. Sí.
¿Qué es el culto y una iglesia? Es alabar a un Dios o más en común, aunque este sea uno mismo, y seguir sus ideales con el objetivo de una vida terrenal mejor o una vida tras la muerte mejor.
Bien, ahora creo que pienso unirme, sólo yo misma, a la iglesia de Kurt Cobain.
Fantasma de Kurt Cobain, lo siento sé que de verdad ha de joderte esto, pero tus pensamientos e ideales son demasiado buenos como para no verte como si fueras Dios debido a las ideas que nos han inculcado sobre ese ser superior. Felicidades, ya eres como Ganesh. Destructor de los obstáculos, el triunfo de la sabiduría sobre la ignorancia, señor del intelecto.
Vengan, religiosos, acúsenme de blasfema, jodidos ignorantes de mente cerrada.
Bien, ahora creo que pienso unirme, sólo yo misma, a la iglesia de Kurt Cobain.
Fantasma de Kurt Cobain, lo siento sé que de verdad ha de joderte esto, pero tus pensamientos e ideales son demasiado buenos como para no verte como si fueras Dios debido a las ideas que nos han inculcado sobre ese ser superior. Felicidades, ya eres como Ganesh. Destructor de los obstáculos, el triunfo de la sabiduría sobre la ignorancia, señor del intelecto.
Vengan, religiosos, acúsenme de blasfema, jodidos ignorantes de mente cerrada.
Hay quienes están en contra de la eutanasia o el aborto con la excusa de que sólo Dios (su Dios, claro, su idea de un Dios que es amoroso, absoluto y nos ama y hace todo por algo bueno) puede destruir o crear. En caso de que ese Dios que ellos tienen en mente es el verdadero y que es cierto lo que afirman, déjenme decirles que su Dios es un tirano hijo de puta. De otra forma, no permitiría que la gente sufriera este mundo. Pero lo permite porque es un puto tipo aburrido que se alegra con hacernos sufrir.
Todos estamos muy irritados hoy porque ayer mi padre supuestamente se iba a ir de viaje a no sé dónde, por no sé cuánto tiempo y no sé por qué. Se largaba, nada más. Con todas las peleas, mi madre llorando, mi padre jodiendo y mi abuela discutiendo con él me fui de aquí en cuanto pude. Me fui a la casa de V y me quedé allí todo el día de ayer. Sí, no hice nada.
Pude estar un rato con J y estuvimos conversando. Mientras estábamos solos me dijo que parecía mucho más desanimada que hacía unos momentos y expliqué que mi humor varía mucho. Cuando estoy con cierto tipo de personas acomodo de forma casi mecánica mi comportamiento para ser más alegre y toda esa mierda. No lo controlo, a veces ni lo noto. Luego, cuando ya estoy con quienes no debo fingir ser menos imbécil, actúo normal: tan deprimida como un ser humano, con una vida no precisamente mala, puede estar. Me preguntó por qué empecé a fumar (cosa que preferiría que nadie supiera aunque es obvio que ya todo mundo lo sabe y que comenzarán a hablar de que me las doy de mala y por eso lo hago). Le respondí que era para calmarme. Hago como los alcohólicos. Los alcohólicos beben cuando se sienten tristes. Yo fumo cuando me siento nerviosa, asustada, preocupada, ansiosa, triste, enojada y básicamente cuando tengo cualquier emoción. Muchos dicen que él y yo deberíamos casarnos, aunque no nos soportaríamos. Lo más importante es que ninguno quiere casarse, lo segundo más importante es que a él no le agrada el olor a cigarrillos y yo apesto a cigarrillos la mayor parte del tiempo desde hace unos días. Por favor, quiero matarme. Aún trata de convencerme de que le importo. Yo lo dudo, en realidad dudo que a alguien le importe de forma totalmente genuina. Me odio, me jode, me causa estrés no poder matarme.
No sé si he hablado de que vi la película Thelma y Louise. Me encantó, es de lo mejor que he visto. El acto triunfal de las mujeres en una sociedad hecha mierda en su mayoría por hombres. El ver que una mujer es violada por un puto cerdo y que otra, en un acto de valentía, le dispara al bastardo. Es lo más glorioso que he visto. El feminismo es necesario, podría ser bueno eliminar los sexismos pero en una sociedad corrupta y oxidada es imposible. Por eso, me voy por un feminismo violento: castremos a los hombres como si fueran putos perros, aunque no a todos, sólo la mayoría.
Estoy totalmente de acuerdo con la eutanasia. Intenté ver la eutanasia del modo en que lo ven las personas que están en contra, así como el aborto. Y, sinceramente, me parecieron de lo más ridículos. ¿Por qué les importa estar en contra del aborto? Es decir, obligan a un ser a venir al mundo y vivir una vida total o en su mayoría miserable con la excusa de que no se le debe negar la oportunidad de vivir. No es la oportunidad de vivir, es la oportunidad de pasar muchos años de miseria para finalmente llegar a lo que ellos tanto evitaron. ¿Para qué traerlo al mundo? Gran cosa "podría curar el cáncer definitivamente", "podría llevar a la paz mundial", "podría hacer esto y aquello". Es una jodida mentira, una excusa que se inventa la gente para parecer mínimamente objetivos al evitar la muerte de un ser que vendrá a la infelicidad pura. Sólo están en contra y exageran los hechos porque quieren ver a otro infeliz venir al mundo (es así por más que lo nieguen) y de esa forma sentirse al menos un poco menos miserables. También es por joder la vida de alguien más, la de madre, que por alguna razón no quiere que el bebé nazca y aún así es obligada. Es totalmente absurdo, es su útero, su óvulo, su vagina, su feto, su decisión si traerlo a un mundo en ruinas o dejarlo descansar en la inmensidad de la nada. La gente siempre se entromete, es para distraerse de sus vidas miserables. Y sigo con la eutanasia. Es la vida de una persona, su vida, sus problemas, su mente la que envía las señales para pedirle a alguien que le mate. Es como volver ilegal el suicidio, es totalmente imbécil y la gente, como no pueden volver ilegal el suicidio puesto que incluso ellos notan que es patético, vuelven ilegal la eutanasia con la excusa de que esa persona no puede elegir (se las dan de importantes para poder escoger si alguien muere o no), con la excusa de que alguien más la mató. Es como los nazis, en el libro La niña de la lista de Schindler, donde Stella dice que a los que quieren vivir se los obliga a morir, y a los que quieren morir se los mantiene vivos en los campos de concentración. Precisamente así funciona la sociedad, es un campo de concentración nazi en Polonia y ciertos círculos de gente son los oficiales nazis. Te obligan a mantenerte con vida, los que están en contra de la eutanasia, con excusas sin sentido que incluso ellos ven absurdas pero siguen con ello, y lo hacen únicamente para verte sufrir y sentirse menos miserables bajo una falsa empatía por "buscarte ayuda" y "permitirte vivir". Es de los mayores egoísmos posibles. Obligar a alguien que quiere morir a vivir por sentirse menos deshecho con sigo mismo. Claro, luego de frustrar la libertad de alguien prohibiendo el aborto y eutanasia, hay que tener por seguro que no harán absolutamente nada por hacer mejor la vida del niño nacido o del anciano agonizante postrado en cama. Sólo deseaban la satisfacción de hacer miserable a alguien (no importa cuanto lo nieguen, es la pura verdad así como he dicho con el aborto).
De vez en cuando, veo un bebé o un niño pequeño por la calle caminando con sus padres o en brazos de sus progenitores. A veces siento pena por ellos, porque fueron obligados a nacer y nunca se les preguntó si querían vivir. Otras veces, siento celos. Tan ignorantes, tan felices.
Pude estar un rato con J y estuvimos conversando. Mientras estábamos solos me dijo que parecía mucho más desanimada que hacía unos momentos y expliqué que mi humor varía mucho. Cuando estoy con cierto tipo de personas acomodo de forma casi mecánica mi comportamiento para ser más alegre y toda esa mierda. No lo controlo, a veces ni lo noto. Luego, cuando ya estoy con quienes no debo fingir ser menos imbécil, actúo normal: tan deprimida como un ser humano, con una vida no precisamente mala, puede estar. Me preguntó por qué empecé a fumar (cosa que preferiría que nadie supiera aunque es obvio que ya todo mundo lo sabe y que comenzarán a hablar de que me las doy de mala y por eso lo hago). Le respondí que era para calmarme. Hago como los alcohólicos. Los alcohólicos beben cuando se sienten tristes. Yo fumo cuando me siento nerviosa, asustada, preocupada, ansiosa, triste, enojada y básicamente cuando tengo cualquier emoción. Muchos dicen que él y yo deberíamos casarnos, aunque no nos soportaríamos. Lo más importante es que ninguno quiere casarse, lo segundo más importante es que a él no le agrada el olor a cigarrillos y yo apesto a cigarrillos la mayor parte del tiempo desde hace unos días. Por favor, quiero matarme. Aún trata de convencerme de que le importo. Yo lo dudo, en realidad dudo que a alguien le importe de forma totalmente genuina. Me odio, me jode, me causa estrés no poder matarme.
No sé si he hablado de que vi la película Thelma y Louise. Me encantó, es de lo mejor que he visto. El acto triunfal de las mujeres en una sociedad hecha mierda en su mayoría por hombres. El ver que una mujer es violada por un puto cerdo y que otra, en un acto de valentía, le dispara al bastardo. Es lo más glorioso que he visto. El feminismo es necesario, podría ser bueno eliminar los sexismos pero en una sociedad corrupta y oxidada es imposible. Por eso, me voy por un feminismo violento: castremos a los hombres como si fueran putos perros, aunque no a todos, sólo la mayoría.
Estoy totalmente de acuerdo con la eutanasia. Intenté ver la eutanasia del modo en que lo ven las personas que están en contra, así como el aborto. Y, sinceramente, me parecieron de lo más ridículos. ¿Por qué les importa estar en contra del aborto? Es decir, obligan a un ser a venir al mundo y vivir una vida total o en su mayoría miserable con la excusa de que no se le debe negar la oportunidad de vivir. No es la oportunidad de vivir, es la oportunidad de pasar muchos años de miseria para finalmente llegar a lo que ellos tanto evitaron. ¿Para qué traerlo al mundo? Gran cosa "podría curar el cáncer definitivamente", "podría llevar a la paz mundial", "podría hacer esto y aquello". Es una jodida mentira, una excusa que se inventa la gente para parecer mínimamente objetivos al evitar la muerte de un ser que vendrá a la infelicidad pura. Sólo están en contra y exageran los hechos porque quieren ver a otro infeliz venir al mundo (es así por más que lo nieguen) y de esa forma sentirse al menos un poco menos miserables. También es por joder la vida de alguien más, la de madre, que por alguna razón no quiere que el bebé nazca y aún así es obligada. Es totalmente absurdo, es su útero, su óvulo, su vagina, su feto, su decisión si traerlo a un mundo en ruinas o dejarlo descansar en la inmensidad de la nada. La gente siempre se entromete, es para distraerse de sus vidas miserables. Y sigo con la eutanasia. Es la vida de una persona, su vida, sus problemas, su mente la que envía las señales para pedirle a alguien que le mate. Es como volver ilegal el suicidio, es totalmente imbécil y la gente, como no pueden volver ilegal el suicidio puesto que incluso ellos notan que es patético, vuelven ilegal la eutanasia con la excusa de que esa persona no puede elegir (se las dan de importantes para poder escoger si alguien muere o no), con la excusa de que alguien más la mató. Es como los nazis, en el libro La niña de la lista de Schindler, donde Stella dice que a los que quieren vivir se los obliga a morir, y a los que quieren morir se los mantiene vivos en los campos de concentración. Precisamente así funciona la sociedad, es un campo de concentración nazi en Polonia y ciertos círculos de gente son los oficiales nazis. Te obligan a mantenerte con vida, los que están en contra de la eutanasia, con excusas sin sentido que incluso ellos ven absurdas pero siguen con ello, y lo hacen únicamente para verte sufrir y sentirse menos miserables bajo una falsa empatía por "buscarte ayuda" y "permitirte vivir". Es de los mayores egoísmos posibles. Obligar a alguien que quiere morir a vivir por sentirse menos deshecho con sigo mismo. Claro, luego de frustrar la libertad de alguien prohibiendo el aborto y eutanasia, hay que tener por seguro que no harán absolutamente nada por hacer mejor la vida del niño nacido o del anciano agonizante postrado en cama. Sólo deseaban la satisfacción de hacer miserable a alguien (no importa cuanto lo nieguen, es la pura verdad así como he dicho con el aborto).
De vez en cuando, veo un bebé o un niño pequeño por la calle caminando con sus padres o en brazos de sus progenitores. A veces siento pena por ellos, porque fueron obligados a nacer y nunca se les preguntó si querían vivir. Otras veces, siento celos. Tan ignorantes, tan felices.
Thursday, September 20, 2012
Tengo mucho, mucho qué decir.
En orden, puede ser así, comenzando por los sueños:
Hace días tuve un sueño que transcurría en el baño de la escuela, el que es para mujeres. Era más grande y más limpio. Es porque en mi sueño, cuando veo un sitio real, nunca veo una copia exacta, siempre son aproximaciones. Seguro lo imaginé así porque me gustaba un poco más, o tal vez porque mi mente no podía crear una copia exacta y decidió crear algo a partir de lo que creía, usando también como guías algunas mejoras mentales no muy cambiadas para que mi mente no sospeche que es un sueño.
De ese sueño recuerdo poco, sólo recuerdo algo crucial: en mi sueño, tenía cerca mi mi tatuaje (en el brazo izquierdo algo abajo y a la derecha del codo) una especie de enorme y dura protuberancia con una ligera cortadura en el centro, porque lo que había dentro comenzaba a estirar mi piel hasta romperla. Se trataba, porque la quité más tarde, de una especie de bola de color negro, supuestamente de metal porque brillaba y lo parecía pero no se sentía como aquello. No sé de qué se trataba, había otra diminuta en la base de mi dedo meñique de la mano derecha. La primera bola debía ser del tamaño de una bola de golf, la segunda era del tamaño de una piedra diminuta.
Más recientemente soñé con Alicia. Soñé que éramos vecinas y vivíamos en una casa que parecía ser frente al océano y era un sitio calmado. Un jardín y una cerca de madera alta frente a mi casa y la suya al lado, con paredes que tenían cristales y pasillos exteriores. No eran muy grandes, no vi la calle. Hablábamos y no recuerdo su voz. Al principio tenía pinta de que amaba el océano y luego vino con algo de que tenía una especie de trauma con el mar (ambas cosas las sabía. Ella no las dijo, al menos no directamente, y yo las sabía aunque no sé de dónde las supe). Su casa era bonita, había madera brillante de color oscuro. Entramos a mi casa, que no era ni de cerca similar a la mía. Era muy pequeña, constituía en tres pisos. Uno, el de abajo, una especie de mezcla desordenada con camas o no recuerdo qué. Luego una pequeña plataforma más arriba con camas y si se veía al techo había una abertura que mostraba una escalera de trabajo. Le dije que allí había otro piso y que había unas escaleras distintas (decentes) para subir a él. La escalera de trabajo que se veía estaba cubierta de óxido. Entré a su casa, vi a sus padres pero apenas recuerdo las cosas. En mi sueño éramos como amigas, me miraba con sus ojos azules claros como si de veras nos conociéramos. Fue maravilloso y a la vez deprimente, eso cuando desperté.
Siguiente:
Ahora fumo. Es una forma de calmar los nervios y sentirte muy tranquilo. Hacía tiempo que quería comenzar a fumar. Quiero suicidarme. Ayer fumé con R y nos entretuvimos un buen rato. Quedé de chupar el pene de un compañero de clase mañana, aunque luego de reconsiderarlo, ya casi he preferido no hacerlo. Es casi seguro que no lo haré. J quería ir mañana a la casa de V, donde supuestamente va a pasar eso (que ni él, J, ni ella, V, saben), aunque yo le pedí que no fuera. Le oculté, hasta hoy, que empecé a fumar. Voy a dejarlo por un par de días, para ser primeriza me estoy atiborrando en exceso de cigarros.
J me odió, aunque ya no. Quiere convencerme de que le importa si me mato, yo no lo creo. Algo me dice que tiene la empatía de un sociópata.
En orden, puede ser así, comenzando por los sueños:
Hace días tuve un sueño que transcurría en el baño de la escuela, el que es para mujeres. Era más grande y más limpio. Es porque en mi sueño, cuando veo un sitio real, nunca veo una copia exacta, siempre son aproximaciones. Seguro lo imaginé así porque me gustaba un poco más, o tal vez porque mi mente no podía crear una copia exacta y decidió crear algo a partir de lo que creía, usando también como guías algunas mejoras mentales no muy cambiadas para que mi mente no sospeche que es un sueño.
De ese sueño recuerdo poco, sólo recuerdo algo crucial: en mi sueño, tenía cerca mi mi tatuaje (en el brazo izquierdo algo abajo y a la derecha del codo) una especie de enorme y dura protuberancia con una ligera cortadura en el centro, porque lo que había dentro comenzaba a estirar mi piel hasta romperla. Se trataba, porque la quité más tarde, de una especie de bola de color negro, supuestamente de metal porque brillaba y lo parecía pero no se sentía como aquello. No sé de qué se trataba, había otra diminuta en la base de mi dedo meñique de la mano derecha. La primera bola debía ser del tamaño de una bola de golf, la segunda era del tamaño de una piedra diminuta.
Más recientemente soñé con Alicia. Soñé que éramos vecinas y vivíamos en una casa que parecía ser frente al océano y era un sitio calmado. Un jardín y una cerca de madera alta frente a mi casa y la suya al lado, con paredes que tenían cristales y pasillos exteriores. No eran muy grandes, no vi la calle. Hablábamos y no recuerdo su voz. Al principio tenía pinta de que amaba el océano y luego vino con algo de que tenía una especie de trauma con el mar (ambas cosas las sabía. Ella no las dijo, al menos no directamente, y yo las sabía aunque no sé de dónde las supe). Su casa era bonita, había madera brillante de color oscuro. Entramos a mi casa, que no era ni de cerca similar a la mía. Era muy pequeña, constituía en tres pisos. Uno, el de abajo, una especie de mezcla desordenada con camas o no recuerdo qué. Luego una pequeña plataforma más arriba con camas y si se veía al techo había una abertura que mostraba una escalera de trabajo. Le dije que allí había otro piso y que había unas escaleras distintas (decentes) para subir a él. La escalera de trabajo que se veía estaba cubierta de óxido. Entré a su casa, vi a sus padres pero apenas recuerdo las cosas. En mi sueño éramos como amigas, me miraba con sus ojos azules claros como si de veras nos conociéramos. Fue maravilloso y a la vez deprimente, eso cuando desperté.
Siguiente:
Ahora fumo. Es una forma de calmar los nervios y sentirte muy tranquilo. Hacía tiempo que quería comenzar a fumar. Quiero suicidarme. Ayer fumé con R y nos entretuvimos un buen rato. Quedé de chupar el pene de un compañero de clase mañana, aunque luego de reconsiderarlo, ya casi he preferido no hacerlo. Es casi seguro que no lo haré. J quería ir mañana a la casa de V, donde supuestamente va a pasar eso (que ni él, J, ni ella, V, saben), aunque yo le pedí que no fuera. Le oculté, hasta hoy, que empecé a fumar. Voy a dejarlo por un par de días, para ser primeriza me estoy atiborrando en exceso de cigarros.
J me odió, aunque ya no. Quiere convencerme de que le importa si me mato, yo no lo creo. Algo me dice que tiene la empatía de un sociópata.
Saturday, September 15, 2012
La música celta sí que hace efecto como medicina. Mi veneno suicida es Nirvana, debo ser sincera, aunque no me molesta. Es más, el veneno suicida me ayuda con la clarividencia, soy más inteligente desde que me llené de veneno. La música celta es una puerta a una falsa realidad. Ya comprendo por qué a Cecilia le gustaba tanto oírla. Te da esta imagen mental en la que estás en un bosque y eres una especie de ninfa pelirroja con traje de princesa antigua y que todo es mágico, hermoso y lleno de flores, ríos pequeños y cristalinos, árboles, puestas de sol, etc. Es tan empalagoso e irreal que si llegas a enfrascarte en esa historia, visto desde un punto de vista objetivo, se vuelve estúpido y vergonzoso. No quiero meterme en esa idea celta, aunque la idea de los celtas sea tan feliz y tentadora por llevarte a un mundo de fantasía. No, no quiero eso. Es muy agradable, y al mismo tiempo se centra en un ambiente tan antiguo e irreal que, aplicado a nuestro mundo, es pura falsedad. Prefiero la realidad cruda. La música celta te lleva a un bosque durante la época medieval en Irlanda. Nirvana me lleva a la propia realidad horrible, miserable y llena de esperanzas lúgubres y apagadas. Es algo que prefiero, quiero eso por encima de una antigua civilización creyente en la magia. Creo en esa mierda, aunque me centro en el aquí y el ahora, el miserable presente. Más egoísta y estúpido que matarme sería meterme en la historia llena de fantasía de libros infantiles. No quiero eso, me niego a eso aún más de lo que niego entrar en el amor egoísta de la sociedad humana. Es una mierda, una mierda fastidiosa.
Terminé de leer Las Vírgenes Suicidas. Es triste, porque el final no me causó nada. Me intrigaba más enfocarse en la muerte de las hermanas sin los imbéciles chicos que las seguías porque querían sexo con ellas y, aunque estaban algo enamorados, se cegaban por sus tetas. Sigo estando totalmente intrigada por Cecilia, aunque en cierto modo temo que no sea lo que espero. Es curioso, tengo ciertas fracturas con la realidad. Esto se ilustra en el modo por el cual hablo de un personaje de ficción como si hablara de una persona real parte de mi vida, como si ella hubiese vivido en mi calle y como si hubiera sido mi vecina. La veo real, es una de las pocas ocasiones en las que me permito meterme en una fantasía estando totalmente consciente de que es falsa. Lo hago porque creer en Cecilia como si ella fuera Dios no afecta mi propia forma de ver el mundo, ni mi oportunidad de evidenciar la realidad en mi mente con hechos. Creer en un mundo fantástico en un bosque con animales que hablan siendo yo una ninfa pelirroja con un vestido verde de princesa mientras oigo música celta sí afectaría mi visión de la realidad presente.
Tengo que mear, hace como veinte minutos que meé por última vez y me jode. Es lo malo de beber tanta agua.
La confusión es molesta. Si tuviera hermanas suicidas, sería muy fácil. Sigo con miedo, soy una puta cobarde y me odio por eso. Quisiera probar los cigarrillos. Si soy sincera, jamás he fumado. Sería una buena forma de relajarme un poco, la gente usa la nicotina como un calmante aunque se vuelve una adicción estresante que desencadena nerviosismo y ansiedad peor que la que al principio se quería apaciguar.
Terminé de leer Las Vírgenes Suicidas. Es triste, porque el final no me causó nada. Me intrigaba más enfocarse en la muerte de las hermanas sin los imbéciles chicos que las seguías porque querían sexo con ellas y, aunque estaban algo enamorados, se cegaban por sus tetas. Sigo estando totalmente intrigada por Cecilia, aunque en cierto modo temo que no sea lo que espero. Es curioso, tengo ciertas fracturas con la realidad. Esto se ilustra en el modo por el cual hablo de un personaje de ficción como si hablara de una persona real parte de mi vida, como si ella hubiese vivido en mi calle y como si hubiera sido mi vecina. La veo real, es una de las pocas ocasiones en las que me permito meterme en una fantasía estando totalmente consciente de que es falsa. Lo hago porque creer en Cecilia como si ella fuera Dios no afecta mi propia forma de ver el mundo, ni mi oportunidad de evidenciar la realidad en mi mente con hechos. Creer en un mundo fantástico en un bosque con animales que hablan siendo yo una ninfa pelirroja con un vestido verde de princesa mientras oigo música celta sí afectaría mi visión de la realidad presente.
Tengo que mear, hace como veinte minutos que meé por última vez y me jode. Es lo malo de beber tanta agua.
La confusión es molesta. Si tuviera hermanas suicidas, sería muy fácil. Sigo con miedo, soy una puta cobarde y me odio por eso. Quisiera probar los cigarrillos. Si soy sincera, jamás he fumado. Sería una buena forma de relajarme un poco, la gente usa la nicotina como un calmante aunque se vuelve una adicción estresante que desencadena nerviosismo y ansiedad peor que la que al principio se quería apaciguar.
Friday, September 14, 2012
Tanto amor, tan enfermizo.
Hoy tuvimos una salida de la rutina escolar: visitamos un museo. Es un sitio interesante, todo es interactivo y hay tantas actividades que me suena a una guardería. Explican de forma gráfica cosas básicas de la física y las distintas ciencias, además hay un acuario. Obviamente, nadie estaba interesado en qué podían aprender con ello, sólo querían ir allí a joder y mover las cosas que hacían ruidos, emitían luces o los entretenían por un rato.
Anduve todo el día de aquí para allá, pasando entre los brazos de mis compañeras de clase y, cuando tenía la oportunidad, vagabundeaba por mi cuenta entre las exhibiciones, los baños y los corredores. Aguanté la mañana entera con una botella de té de limón y un yogurt de fresa. Me la pasé con cara de enojo, tristeza, aburrimiento y vacío. Todo perfecto, nadie preguntó. Permanecí casi todo el tiempo así, pareciendo una muñeca de trapo o como con la mente en otro mundo. Caminé mucho rato detrás de R y M, una amiga que seguro he mencionado antes sin ningún nombre. Yo actuaba como si fuera una madre: caminaba aburrida algo alejada de ellas dos, mientras ambas reían y participaban en las actividades emocionadas; mientras tanto, yo tomaba las fotografías cuando me lo pedían y sostenía el teléfono celular de R mientras ellas corrían. De verdad me sentía como una mujer de cuarenta años o menos que cuida a sus dos hijas mientras envidia a su esposo que pudo quedarse en casa o en el trabajo.
Sí tenía la mente en otro lado. Estaba pensando en lo de suicidarme. Leer Las Vírgenes Suicidas me ha motivado en gran manera a matarme. Casi parece que la valentía cobarde de cinco adolescentes rubias se vuelve tentadora al escuchar sobre ellas. J no fue y, si soy sincera, me pareció mucho mejor así. Anoche fue una pesadilla. Primero, lo que no fue una pesadilla: me lavé el cabello, intenté hacer una vela aromática casera con una naranja y aceite de cocina, (aquí comienza lo que me pareció horrible) para finalmente entrar en un estado de cierto no espacio-no tiempo. Era tan extraño, alucino a cada rato. Apenas tengo memorias de mi vida y el tiempo pasa de manera extraña y anormalmente lenta. Anoche creí haber pasado horas duchándome, luego noté que no parecía haber pasado mucho. Me duché de forma extraña, errática, por así decirlo aunque suene ridículo utilizar esa palabra para describir algo tan trivial. Me lanzaba al cuerpo todos esos productos químicos uno tras otro, mezclando todo y como asfixiándome, haciendo lo posible por huir con rapidez. Se mezclaba el jabón de aroma a coco con el champú de aroma a frutas y se sentía todo tan desagradable y entremezclado que ahora, al querer recordar cómo fue, el recuerdo está recortado y me causa un leve ataque de ansiedad. Irreal y horrendo (me gustó).
Durante el recorrido, busqué numerosas veces a C con la mirada. Lo buscaba entre las muchas personas, y también a D, que, la mayor parte del tiempo, iba con él. Si se me acercaba, me iba en cuanto podía. No quería estar con él, sólo saber que estaba allí, dónde estaba y qué hacía. Parecía ser que temía el que, de un momento a otro, desapareciera. Tendría qué ver con esto de suicidarse, es porque si muero no voy a poder verlo más y temo perderle, porque le quiero. Parecía, de nuevo, una madre. Aburrida entre las exhibiciones para niños curiosos mientras me fijaba en que mis dos hijas y mis dos hijos estuviesen bien. En cierto momento bajé al baño sola, fue una buena oportunidad. Caminé lento, sin prisas por volver con ese grupo de niños que se las dan de mayores. Estar sola fue una bendición. Al principio, bajamos al acuario. En el acuario, haciendo la fila y viendo los peces, tuve otra idea. Me dí tiempo para pensar; era igual, la fila andaba como si hubiese un accidente de tráfico y todos fueran conductores curiosos andando con lentitud junto a la escena. Veía a los peces en las peceras y pensé en el trauma de la pecera, de La Elegancia del Erizo. Pensaba en esos animales, confinados a un espacio pequeño para vivir sus míseras vidas moviéndose en algunos escasos metros, en una caja que, cruelmente, tiene una pared de cristal que les hace pensar en que hay un mundo más allá al que es fácil ir, que ya residen en él. Esos peces son muy similares a nosotros. Quizás vivimos en una mísera pecera de algún museo de historia natural, y creemos que esa pecera de unos cuantos metros es un sitio enorme y apenas podemos descubrir una parte de él. Eso es lo que creen los peces, que su pequeña prisión en realidad es enorme. Miramos fuera y vemos el universo, creyendo ser parte de la inmensidad. Entre tanto, seres más grandes nos miran desde afuera, y nosotros no podemos ver los rostros de los niños pegados al cristal. El guía dijo que los peces no pueden vernos como tal, pero que no tocáramos el cristal porque eso alteraba su pequeño mundo, su tranquila existencia sin sentido. Así vienen los terremotos. Cuando un niño gigante que se separó de las manos de su madre corre excitado hacia una pecera y golpea contra la pared de vidrio. Yo miraba la salida de emergencia del acuario, y pensaba que incluso podría ser fácil sólo salir de allí e irme. Nadie repararía en mí, todos estaban absortos mirando los peces encerrados e igual nadie se fija en mí, yo no llamo la atención.
Comienzo a tener cierto desprecio por J. Quiero que se aleje. Es como yo, eso supongo, y eso es lo que lo hace insoportable. Expresa tan poca empatía hacia todo y tal cinismo a la muerte que es molesto. Aún así, no puedo evitar quererlo mucho. Deseo que se vaya y, al mismo tiempo, que se quede muy cerca. Es una alucinación contradictoria desagradable y agradable.
Creo que podría definir mis sentimientos hacia él con la letra de Aneurysm. Me sorprende que la letra, independiente de su verdadero significado, expresa de forma literal lo que creo, siento y pienso. En especial la frase de Love you so much, it makes me sick. Es totalmente literal. Lo quiero tanto que me siento enferma físicamente (un dolor constante en el pecho, más fuerte en el lado derecho y más molesto en el izquierdo. Además de lo psicológico: desde que lo quiero me siento diferente y perdí totalmente la noción del tiempo, cabe decir que ha aumentado mi deseo suicida). La frase que atribuía a él en la canción, como si la primera parte la cantara yo como un mensaje hacia él (por cierto, la que le atribuía era la de she keeps it pumpin' straight to my heart), en realidad no creo que se la deba atribuir a él. Más bien a mí, cambiando el ella por él. Desearía una sola cosa, sólo una. Que, antes de morir, me diga una vez que me quiere. Sólo quiero saber si represento algo mínimo en él. Es un pequeño deseo que jamás voy a poder cumplir. No represento nada. Antes de irme a casa, C me miró una última vez, inexpresivo desde las escaleras que dan a la primera planta de la escuela. Por un sólo segundo. Casi parecía que me daba una última mirada creyendo que sería la última vez que me vería con vida. En ese instante, pasé de ser su madre a ser su hija. La pequeña hija de papá que algún momento pensó en fornicar con él.
Por cierto, le pregunté a D "Si yo me matara, ¿a ti te importaría?". Me respondió "Obviamente sí, me importaría mucho". Simplemente dije "yo sé que no" mientras él insistía que sí. Fue un lindo detalle, de veras lo quiero. J, en cambio, dijo que le parecería divertido. No sé si habla en serio, en mi punto de vista si él se matara también sería divertido. Si es en serio, soy ridícula. No debo preocuparme por eso, si es como yo entonces le divierte pero, de alguna forma, podría llegar incluso a extrañarme. No lo creo. Tendré que conformarme con que al menos va a recordarme, espero.
Estoy casi segura de que a D le gusta R. Ella se puso a bailar, pegando el culo contra el bulto en el pantalón de varios compañeros de clase. D miraba de forma nerviosa constantemente, o eso me parecía. Si es así, me sentí muy mal por él. Creo que es cierto.
Con él sucede como con A. Lo quiero, aunque no del modo en que lo quiero para mí. Lo quiero del modo en que mi amor es tal que deseo que sea feliz, que vaya a fornicar y a amar muchas veces y termine siendo feliz con alguien a quien ama. Creo que por fin sé qué es el amor, el verdadero, que no desea egoísmos. Es empalagoso, y, a la larga, una experiencia humana que me alegro de haber podido vivir, aunque me cause un molesto dolor físico. Experimento un tipo de amor que no muchas personas pueden experimentar, no es el amor común de "te amo y te quiero para siempre a mi lado". Es un amor tan real como extraño.
Incluso podría decir que, exteriormente, estoy actuando como una persona tan normal que tengo miedo de empezar a serlo. Quien con monstruos luche cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo al abismo, el abismo también mira dentro de ti.
Será una pena si muero sin haber leído al menos una vez a Nietzsche.
Anduve todo el día de aquí para allá, pasando entre los brazos de mis compañeras de clase y, cuando tenía la oportunidad, vagabundeaba por mi cuenta entre las exhibiciones, los baños y los corredores. Aguanté la mañana entera con una botella de té de limón y un yogurt de fresa. Me la pasé con cara de enojo, tristeza, aburrimiento y vacío. Todo perfecto, nadie preguntó. Permanecí casi todo el tiempo así, pareciendo una muñeca de trapo o como con la mente en otro mundo. Caminé mucho rato detrás de R y M, una amiga que seguro he mencionado antes sin ningún nombre. Yo actuaba como si fuera una madre: caminaba aburrida algo alejada de ellas dos, mientras ambas reían y participaban en las actividades emocionadas; mientras tanto, yo tomaba las fotografías cuando me lo pedían y sostenía el teléfono celular de R mientras ellas corrían. De verdad me sentía como una mujer de cuarenta años o menos que cuida a sus dos hijas mientras envidia a su esposo que pudo quedarse en casa o en el trabajo.
Sí tenía la mente en otro lado. Estaba pensando en lo de suicidarme. Leer Las Vírgenes Suicidas me ha motivado en gran manera a matarme. Casi parece que la valentía cobarde de cinco adolescentes rubias se vuelve tentadora al escuchar sobre ellas. J no fue y, si soy sincera, me pareció mucho mejor así. Anoche fue una pesadilla. Primero, lo que no fue una pesadilla: me lavé el cabello, intenté hacer una vela aromática casera con una naranja y aceite de cocina, (aquí comienza lo que me pareció horrible) para finalmente entrar en un estado de cierto no espacio-no tiempo. Era tan extraño, alucino a cada rato. Apenas tengo memorias de mi vida y el tiempo pasa de manera extraña y anormalmente lenta. Anoche creí haber pasado horas duchándome, luego noté que no parecía haber pasado mucho. Me duché de forma extraña, errática, por así decirlo aunque suene ridículo utilizar esa palabra para describir algo tan trivial. Me lanzaba al cuerpo todos esos productos químicos uno tras otro, mezclando todo y como asfixiándome, haciendo lo posible por huir con rapidez. Se mezclaba el jabón de aroma a coco con el champú de aroma a frutas y se sentía todo tan desagradable y entremezclado que ahora, al querer recordar cómo fue, el recuerdo está recortado y me causa un leve ataque de ansiedad. Irreal y horrendo (me gustó).
Durante el recorrido, busqué numerosas veces a C con la mirada. Lo buscaba entre las muchas personas, y también a D, que, la mayor parte del tiempo, iba con él. Si se me acercaba, me iba en cuanto podía. No quería estar con él, sólo saber que estaba allí, dónde estaba y qué hacía. Parecía ser que temía el que, de un momento a otro, desapareciera. Tendría qué ver con esto de suicidarse, es porque si muero no voy a poder verlo más y temo perderle, porque le quiero. Parecía, de nuevo, una madre. Aburrida entre las exhibiciones para niños curiosos mientras me fijaba en que mis dos hijas y mis dos hijos estuviesen bien. En cierto momento bajé al baño sola, fue una buena oportunidad. Caminé lento, sin prisas por volver con ese grupo de niños que se las dan de mayores. Estar sola fue una bendición. Al principio, bajamos al acuario. En el acuario, haciendo la fila y viendo los peces, tuve otra idea. Me dí tiempo para pensar; era igual, la fila andaba como si hubiese un accidente de tráfico y todos fueran conductores curiosos andando con lentitud junto a la escena. Veía a los peces en las peceras y pensé en el trauma de la pecera, de La Elegancia del Erizo. Pensaba en esos animales, confinados a un espacio pequeño para vivir sus míseras vidas moviéndose en algunos escasos metros, en una caja que, cruelmente, tiene una pared de cristal que les hace pensar en que hay un mundo más allá al que es fácil ir, que ya residen en él. Esos peces son muy similares a nosotros. Quizás vivimos en una mísera pecera de algún museo de historia natural, y creemos que esa pecera de unos cuantos metros es un sitio enorme y apenas podemos descubrir una parte de él. Eso es lo que creen los peces, que su pequeña prisión en realidad es enorme. Miramos fuera y vemos el universo, creyendo ser parte de la inmensidad. Entre tanto, seres más grandes nos miran desde afuera, y nosotros no podemos ver los rostros de los niños pegados al cristal. El guía dijo que los peces no pueden vernos como tal, pero que no tocáramos el cristal porque eso alteraba su pequeño mundo, su tranquila existencia sin sentido. Así vienen los terremotos. Cuando un niño gigante que se separó de las manos de su madre corre excitado hacia una pecera y golpea contra la pared de vidrio. Yo miraba la salida de emergencia del acuario, y pensaba que incluso podría ser fácil sólo salir de allí e irme. Nadie repararía en mí, todos estaban absortos mirando los peces encerrados e igual nadie se fija en mí, yo no llamo la atención.
Comienzo a tener cierto desprecio por J. Quiero que se aleje. Es como yo, eso supongo, y eso es lo que lo hace insoportable. Expresa tan poca empatía hacia todo y tal cinismo a la muerte que es molesto. Aún así, no puedo evitar quererlo mucho. Deseo que se vaya y, al mismo tiempo, que se quede muy cerca. Es una alucinación contradictoria desagradable y agradable.
Creo que podría definir mis sentimientos hacia él con la letra de Aneurysm. Me sorprende que la letra, independiente de su verdadero significado, expresa de forma literal lo que creo, siento y pienso. En especial la frase de Love you so much, it makes me sick. Es totalmente literal. Lo quiero tanto que me siento enferma físicamente (un dolor constante en el pecho, más fuerte en el lado derecho y más molesto en el izquierdo. Además de lo psicológico: desde que lo quiero me siento diferente y perdí totalmente la noción del tiempo, cabe decir que ha aumentado mi deseo suicida). La frase que atribuía a él en la canción, como si la primera parte la cantara yo como un mensaje hacia él (por cierto, la que le atribuía era la de she keeps it pumpin' straight to my heart), en realidad no creo que se la deba atribuir a él. Más bien a mí, cambiando el ella por él. Desearía una sola cosa, sólo una. Que, antes de morir, me diga una vez que me quiere. Sólo quiero saber si represento algo mínimo en él. Es un pequeño deseo que jamás voy a poder cumplir. No represento nada. Antes de irme a casa, C me miró una última vez, inexpresivo desde las escaleras que dan a la primera planta de la escuela. Por un sólo segundo. Casi parecía que me daba una última mirada creyendo que sería la última vez que me vería con vida. En ese instante, pasé de ser su madre a ser su hija. La pequeña hija de papá que algún momento pensó en fornicar con él.
Por cierto, le pregunté a D "Si yo me matara, ¿a ti te importaría?". Me respondió "Obviamente sí, me importaría mucho". Simplemente dije "yo sé que no" mientras él insistía que sí. Fue un lindo detalle, de veras lo quiero. J, en cambio, dijo que le parecería divertido. No sé si habla en serio, en mi punto de vista si él se matara también sería divertido. Si es en serio, soy ridícula. No debo preocuparme por eso, si es como yo entonces le divierte pero, de alguna forma, podría llegar incluso a extrañarme. No lo creo. Tendré que conformarme con que al menos va a recordarme, espero.
Estoy casi segura de que a D le gusta R. Ella se puso a bailar, pegando el culo contra el bulto en el pantalón de varios compañeros de clase. D miraba de forma nerviosa constantemente, o eso me parecía. Si es así, me sentí muy mal por él. Creo que es cierto.
Con él sucede como con A. Lo quiero, aunque no del modo en que lo quiero para mí. Lo quiero del modo en que mi amor es tal que deseo que sea feliz, que vaya a fornicar y a amar muchas veces y termine siendo feliz con alguien a quien ama. Creo que por fin sé qué es el amor, el verdadero, que no desea egoísmos. Es empalagoso, y, a la larga, una experiencia humana que me alegro de haber podido vivir, aunque me cause un molesto dolor físico. Experimento un tipo de amor que no muchas personas pueden experimentar, no es el amor común de "te amo y te quiero para siempre a mi lado". Es un amor tan real como extraño.
Incluso podría decir que, exteriormente, estoy actuando como una persona tan normal que tengo miedo de empezar a serlo. Quien con monstruos luche cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo al abismo, el abismo también mira dentro de ti.
Será una pena si muero sin haber leído al menos una vez a Nietzsche.
Thursday, September 13, 2012
Le parece divertido. Suelo hacer lo mismo, sólo que no sé si él lo dice en serio o si en realidad no le parecería divertida mi muerte. Hablo de J. Como su madre es psicóloga, le pregunté si ella tenía somníferos, aunque él me dijo que "ella no era esa clase de psicóloga", de las que te medican hasta acercarte a las sobredosis. Discutí con él algunas formas de matarme. Tengo que ser sincera: oírlo decir que le parecería divertido que yo me matara me dolió. Una opción, suya, decía que me metiera a su casa a las tres de la mañana, simulando a un ladrón, y él se encargaría de matarme. No quería eso. No quiero ser asesinada, deseo el control sobre mi propia muerte. Entonces dije que no. Luego vino la opción de beber lejía. La estuve pensando hoy, la puse como una opción. La cual retiré poco después dado que la lejía tendría que corroer todo mi cuerpo hasta llegar a mi sangre y envenenarme. La opción de la sobredosis, que es la que siempre he deseado, tendrá que ser descartada. No tengo somníferos y la única forma de conseguirlos en con una receta médica que no tengo. Otra opción: colgarme. Ni loca, no quiero colgarme.
Creo que muchos se arrepienten de escoger ese método cuando ya son animales agonizantes, se vuelve un verdadero tormento, sin importar que sea corto, es horrible. Rajarme las venas: No, es largo, trágico y un dolor que no anhelo para mis últimos momentos de vida. Saltar de un edificio: no, no me gusta la idea.
Escribí una larga nota, de unas cuatro o cinco páginas, y sólo dejé que la leyera C. Allí describí que me sentía totalmente ignorada y que a nadie le importaba si yo me mataba, ni a él. Explicaba que no era tan fácil matarse con píldoras como yo creía y que anoche me había visto frustrada al haber visto la opción de la sobredosis. Expliqué que iba a tener que pensar cómo matarme, los síntomas de adolescentes suicidas, que no podía hablar de aquello aunque quiero hacerlo y que le dejaba mi cámara Canon a A. En caso de que finalmente decida matarme, voy a meter la cámara dentro de una caja de regalo. Allí meteré un sobre con los poemas que le he escrito. Le voy a decir que no abra el sobre, que es lo único que le pido, y que espere al ver lo que tiene el sobre hasta esa misma noche. Espero que lo haga.
Al final, por inspiración de Lux Lisbon, escogí algo mucho más simple: intoxicación por monóxido de carbono. No quiero que haya ni las más remota oportunidad de que mi suicidio se convierta en un intento de suicidio. Quiero matarme, no deseo llamar la atención o chillar por ayuda. El problema es que mis padres salen mucho con el coche y cuando el coche está aquí, ellos también lo están. Y mis abuelos, mi abuela y mi abuelo, me dificultan esa opción. Quiero tener un mínimo de una hora y media de tiempo a solas para estar más que segura que ese monóxido de carbono me dejará muerta. Ya superé la empatía con mis padres, sólo debo evitar pensar en mi madre hallando mi cuerpo y llorando sobre él.
No pienses en ello, no lo hagas.
Supongo que tendré que morir sin poder abrazar a J. De verdad voy a extrañarlo, aunque él no vaya a extrañarme o ni le afecte en absoluto mi muerte.
No quiero que se malinterprete lo que dije ayer, que lo quería. Sí lo quiero, aunque no de la forma empalagosa con corazones de caricatura. En absoluto. Yo lo quiero mucho, aunque no así. Es algo que posiblemente jamás sabrá. Muchas cosas que de seguro nadie sabré nunca, porque no soy capaz de decirlas de forma directa o sólo mi deseo de dejar codificados mis mensajes es más que el de dejarlos claros. Buscaré la oportunidad. Por ahora, seguiré leyendo Las Vírgenes Suicidas.
Siento que estoy muy fuera de la realidad. Siento que de verdad he perdido contacto con la realidad.
Creo que muchos se arrepienten de escoger ese método cuando ya son animales agonizantes, se vuelve un verdadero tormento, sin importar que sea corto, es horrible. Rajarme las venas: No, es largo, trágico y un dolor que no anhelo para mis últimos momentos de vida. Saltar de un edificio: no, no me gusta la idea.
Escribí una larga nota, de unas cuatro o cinco páginas, y sólo dejé que la leyera C. Allí describí que me sentía totalmente ignorada y que a nadie le importaba si yo me mataba, ni a él. Explicaba que no era tan fácil matarse con píldoras como yo creía y que anoche me había visto frustrada al haber visto la opción de la sobredosis. Expliqué que iba a tener que pensar cómo matarme, los síntomas de adolescentes suicidas, que no podía hablar de aquello aunque quiero hacerlo y que le dejaba mi cámara Canon a A. En caso de que finalmente decida matarme, voy a meter la cámara dentro de una caja de regalo. Allí meteré un sobre con los poemas que le he escrito. Le voy a decir que no abra el sobre, que es lo único que le pido, y que espere al ver lo que tiene el sobre hasta esa misma noche. Espero que lo haga.
Al final, por inspiración de Lux Lisbon, escogí algo mucho más simple: intoxicación por monóxido de carbono. No quiero que haya ni las más remota oportunidad de que mi suicidio se convierta en un intento de suicidio. Quiero matarme, no deseo llamar la atención o chillar por ayuda. El problema es que mis padres salen mucho con el coche y cuando el coche está aquí, ellos también lo están. Y mis abuelos, mi abuela y mi abuelo, me dificultan esa opción. Quiero tener un mínimo de una hora y media de tiempo a solas para estar más que segura que ese monóxido de carbono me dejará muerta. Ya superé la empatía con mis padres, sólo debo evitar pensar en mi madre hallando mi cuerpo y llorando sobre él.
No pienses en ello, no lo hagas.
Supongo que tendré que morir sin poder abrazar a J. De verdad voy a extrañarlo, aunque él no vaya a extrañarme o ni le afecte en absoluto mi muerte.
No quiero que se malinterprete lo que dije ayer, que lo quería. Sí lo quiero, aunque no de la forma empalagosa con corazones de caricatura. En absoluto. Yo lo quiero mucho, aunque no así. Es algo que posiblemente jamás sabrá. Muchas cosas que de seguro nadie sabré nunca, porque no soy capaz de decirlas de forma directa o sólo mi deseo de dejar codificados mis mensajes es más que el de dejarlos claros. Buscaré la oportunidad. Por ahora, seguiré leyendo Las Vírgenes Suicidas.
Siento que estoy muy fuera de la realidad. Siento que de verdad he perdido contacto con la realidad.
Wednesday, September 12, 2012
Matarse es más difícil de lo que pensaba. Es una mierda, no quiero vivir y no puedo matarme.
Hoy volvimos a intentarlo. Allí estaba J. Comienzo a entender a Cecilia; estoy a punto de suicidarme por él. Finalmente, no pudimos hacer nada porque R derramó la cera de las velas en una mesa de cristal de los padres de V y tuvimos que pasar una hora limpiándola. Luego, con V algo enojada y aburrida y todo el mundo actuando tan desordenadamente, no hicimos nada.
Pasé toda la tarde sabiendo algo, sabiendo, por alguna razón, que no falta muy poco para que decida suicidarme. También sé que a J no le importaría, no creo. Voy a extrañarlo, supongo.
En fin, sólo me fui de allí. Me quería ir, no aguantaba esa mierda. No soportaba verlo y saber que él me importa. No quiero aceptar la idea. de saber que alguien me importa.
Sólo me concentro en Cecilia, las otras hermanas Lisbon son incluso imbéciles.
Esta es una cosa más que se agrega a la lista de cosas que creí que nunca haría. Cuando era pequeña, veía las películas y series americanas y, al ver las escenas de estereotipos adolescentes, pensaba que estaba sobre-actuado y que, al menos yo, no haría nada de eso nunca porque era ridículo. Bueno, ya hice mucho: decir "el dijo que ella dijo y entonces él le dio y yo dije...", hablar mucho tiempo por teléfono, preocuparme por maquillarme a cada rato y, la más estúpida de todas, suicidio por amor.
Mi amor no podría ser como el de Cecilia, simplemente porque no sé cómo es. Sí, me pasé toda la tarde deseando un abrazo de él. Sí, es ridículo porque mientras pensaba en eso le veía el culo a V. Sí, me fui de allí a paso más lento de lo normal y tan vacía por dentro como un barril viejo con aire viciado.
Es verdad, lo quiero. No voy con rodeos, es verdad que lo quiero mucho. Tengo que recalcar que odio decir eso, porque los estereotipos del amor hacen que se malinterprete. Es algo distinto, para entenderse con los estereotipos podría definir eso como cariño. Al mismo tiempo, mi existencia podría ser igual de vana aunque un poco menos incómoda si él se muere. Ni modo, no hay nada que pueda hacer. Esto es incómodo, sí, lo admito. Es una mierda.
Voy a hacer esto simple.
De verdad, no le importaría. Creo que le tendría sin cuidado, sólo sería una anécdota interesante: "una amiga (o simplemente compañera de clase) mía se mató cuando éramos adolescentes. Solíamos conversar y lo toqué las tetas". Espero que cumpla su sueño de dominar al mundo. Si hay un cielo y, por alguna extraña razón, voy allí, quizás me fije de vez en cuando en su vida. ¿Por qué no? Me libraría de los incómodos actos masoquistas de la vida y podría permitirme observarlo sin sentirme agobiada. Sería tan maravilloso dejar una carta, sería tan magnífico hacerlo ya mismo. No puedo, sólo eso. Es una mierda, quiero matarme y esta vez ya no siento nada, estoy anestesiada. No voy a pode matarme ahora, mis padres llegaron y no tengo las pastillas necesarias. Además, la sobredosis podría incluir vómitos, náuseas, taquicardia y parálisis de las extremidades, siendo, finalmente, una muerte larga y agonizante. Necesito somníferos. Sería más fácil si no me los hubiese tomado todos poco a poco. Quizás hasta considere la idea de pedirle a J que me ayude a conseguir las píldoras y sería un cómplice de mi propia muerte. Sería mi compañero durante la experiencia corta de estar viva y peligrosamente cerca a la muerte. Adoraría que eso sucediera así, sería una forma de conectarme vagamente con él por un corto tiempo antes de irme. Una experiencia que podría vivir, tras las muchas que no podré vivir. Sí, voy a preguntárselo mañana.
Voy a escribir algo que él nunca va a leer, dirigido a Louis, por supuesto.
Hoy volvimos a intentarlo. Allí estaba J. Comienzo a entender a Cecilia; estoy a punto de suicidarme por él. Finalmente, no pudimos hacer nada porque R derramó la cera de las velas en una mesa de cristal de los padres de V y tuvimos que pasar una hora limpiándola. Luego, con V algo enojada y aburrida y todo el mundo actuando tan desordenadamente, no hicimos nada.
Pasé toda la tarde sabiendo algo, sabiendo, por alguna razón, que no falta muy poco para que decida suicidarme. También sé que a J no le importaría, no creo. Voy a extrañarlo, supongo.
En fin, sólo me fui de allí. Me quería ir, no aguantaba esa mierda. No soportaba verlo y saber que él me importa. No quiero aceptar la idea. de saber que alguien me importa.
Sólo me concentro en Cecilia, las otras hermanas Lisbon son incluso imbéciles.
Esta es una cosa más que se agrega a la lista de cosas que creí que nunca haría. Cuando era pequeña, veía las películas y series americanas y, al ver las escenas de estereotipos adolescentes, pensaba que estaba sobre-actuado y que, al menos yo, no haría nada de eso nunca porque era ridículo. Bueno, ya hice mucho: decir "el dijo que ella dijo y entonces él le dio y yo dije...", hablar mucho tiempo por teléfono, preocuparme por maquillarme a cada rato y, la más estúpida de todas, suicidio por amor.
Mi amor no podría ser como el de Cecilia, simplemente porque no sé cómo es. Sí, me pasé toda la tarde deseando un abrazo de él. Sí, es ridículo porque mientras pensaba en eso le veía el culo a V. Sí, me fui de allí a paso más lento de lo normal y tan vacía por dentro como un barril viejo con aire viciado.
Es verdad, lo quiero. No voy con rodeos, es verdad que lo quiero mucho. Tengo que recalcar que odio decir eso, porque los estereotipos del amor hacen que se malinterprete. Es algo distinto, para entenderse con los estereotipos podría definir eso como cariño. Al mismo tiempo, mi existencia podría ser igual de vana aunque un poco menos incómoda si él se muere. Ni modo, no hay nada que pueda hacer. Esto es incómodo, sí, lo admito. Es una mierda.
Voy a hacer esto simple.
De verdad, no le importaría. Creo que le tendría sin cuidado, sólo sería una anécdota interesante: "una amiga (o simplemente compañera de clase) mía se mató cuando éramos adolescentes. Solíamos conversar y lo toqué las tetas". Espero que cumpla su sueño de dominar al mundo. Si hay un cielo y, por alguna extraña razón, voy allí, quizás me fije de vez en cuando en su vida. ¿Por qué no? Me libraría de los incómodos actos masoquistas de la vida y podría permitirme observarlo sin sentirme agobiada. Sería tan maravilloso dejar una carta, sería tan magnífico hacerlo ya mismo. No puedo, sólo eso. Es una mierda, quiero matarme y esta vez ya no siento nada, estoy anestesiada. No voy a pode matarme ahora, mis padres llegaron y no tengo las pastillas necesarias. Además, la sobredosis podría incluir vómitos, náuseas, taquicardia y parálisis de las extremidades, siendo, finalmente, una muerte larga y agonizante. Necesito somníferos. Sería más fácil si no me los hubiese tomado todos poco a poco. Quizás hasta considere la idea de pedirle a J que me ayude a conseguir las píldoras y sería un cómplice de mi propia muerte. Sería mi compañero durante la experiencia corta de estar viva y peligrosamente cerca a la muerte. Adoraría que eso sucediera así, sería una forma de conectarme vagamente con él por un corto tiempo antes de irme. Una experiencia que podría vivir, tras las muchas que no podré vivir. Sí, voy a preguntárselo mañana.
Voy a escribir algo que él nunca va a leer, dirigido a Louis, por supuesto.
A ver, no sé cómo explicar esta mierda porque ni después de haberme matado deja de ser raro. Te quiero, y eso es algo agradable pero vomitivo y despreciable. Me hace sentir un dolor en el pecho, como si tuviera una serpiente metida dentro del tórax que me golpeara fuertemente desde el interior de mi torso. Es una de las pocas veces que digo las cosas tan directamente. No me gusta, aunque no veo muchas otras opciones posibles, no opciones que quiera tomar. Soy imbécil, eso ya lo tengo claro. Perdón, ni siquiera sé por qué me disculpo. Eso depende de si hice algo que te jodió (casi estoy segura de que sí, porque no puedo recordar casi nada de los últimos años de mi vida. En realidad, sólo tengo unas pocas memorias). En este preciso instante, ya hasta dudo de matarme y eso me molesta. No puedo hacer nada para evitar eso, mi mejor oportunidad está en oír Gloomy Sunday u oír durante todo un día, sin parar, una y otra vez, el álbum completo de Bleach, de Nirvana. Gracias a ese álbum por poco me suicido, por alguna razón no lo oigo tanto como solía hacer antes, desde ese incidente. Yo siempre lo fastidio todo, siempre. No importa mucho, nada más quería dejar claro que voy a extrañarte y que soy imbécil. No soy capaz de decir "te quiero" otra vez. Yo no expreso los sentimientos porque me causa incomodidad; decirle esas palabras a cualquiera de forma genuina me cause asco y funciona como un emético en mí. ¿Qué mierda es esto? Es horrible, es lo que tiene que decirse y siempre decimos de forma tan poco obvio que me provoca angustia y ataques continuos de ansiedad que me gustaría calmar con pastillas. Sólo eso, sólo ese problema: los ataques de ansiedad, la constante paranoia, las alucinaciones visuales y auditivas y, sólo para decirlo de nuevo, esa tendencia suicida. Me gusta eso, matarse es entretenido. Es porque no puedes matarte todos los días y es lo que más acaba con la rutina. Tengo un problema con la rutina. Me asfixia y me dan ganas de conseguir un arma, matar a todas las personas posibles y luego volarme la tapa de los sesos. Perdón. Y quiero aclarar que, en absoluto, me disculpo por matarme. ¿Por qué habría de disculparme por eso? Lo que más me causa pánico es matarme y que luego de cinco minutos en la nada se culpa la idea de los hinduistas, y reencarne. Me asusta la idea de que reencarne y que, mientras sea un feto, tenga conciencia de que he vuelto de nuevo a este puto agujero. No entiendo mucho cómo la gente logra ser concisa cuando quiere serlo. Generalmente, sólo soy concisa por accidente. Cuando quiero decir algo no soy capaz, me voy con un montón de cosas que nada tienen qué ver sólo porque quiero aplazar tener que decir lo que se tiene qué decir. Leí, oí y me convencí de muchas cosas para estar bien con la idea de matarme. Espero tener un más allá a lo Leonard Cohen.
Tuesday, September 11, 2012
Descubre las ventajas de no ser asocial.
Tengo que admitir que cada vez me dejo más desconcertada a mí misma. Actúo muy normal. Hablo como los otros, digo lo que dicen los otros, puedo sostener una conversación en su lenguaje suburbano y relacionarme con ellos de modo que parece que de veras soy como ellos. Es fascinante, y aterrador. Me asusta la idea de que no pueda volver a mí. Voy a volver, es inevitable. Mostré una teta aunque no es gran cosa, siendo algo feminista ver un pecho femenino y uno masculino es igual... aunque no voy a negar que las tetas de una mujer me gustan muchísimo más. Si imagino a un hombre desnudo, siento asco. Si imagino a una mujer desnuda, me pongo alegre. Hoy tratamos de hacer lo de la ouija, pero no sirvió. Estuvimos una media hora repitiendo "¿Hay algún espíritu aquí?" como unos imbéciles mientras sosteníamos el vaso sobre nuestra improvisada ouija de cartón. Yo dirigía todas mis energías a pensar en Kurt Cobain y a decir "Maldición. ¿qué te hice? Sé que estás aquí, no te pongas a hacer el imbécil". Sin embargo, no logramos nada. Tan sólo asustamos a un amigo y a los hermanos de una amiga en la casa donde estábamos Esperábamos que fueran también C y D, el problema fue que la hermana menor de V (ella vive en la casa donde estuvimos hoy y no es la misma V de la que tiendo a hablar) les dijo que nosotras-estábamos con R- nos habíamos ido. Nos encontrabamos en el baño de la parte trasera del primer piso de la casa, maquillándonos como zorras. Mis pestañas quedaron casi rígidas por el rímel y el rizador de pestañas.
Estuve leyendo el libro de Jeffrey Eugenides, me sorprende lo mucho que tengo en común con Cecilia. La diferencia radica en que ella es delgada, bonita y aún más perfectamente rara que yo. En una parte, alguien cuenta cómo es su alcoba. Un móvil del zodíaco, una colección de amatistas, una baraja de Tarot bajo la almohada con aroma a incienso y a los cabellos de Cecilia (olor que yo podría abrazar por horas y horas), siete bragas teñidas de negro y dos sostenes inmaculados. En las teorías de su suicidio, la más común es la de que se mató por amor.
Hay que notar la importancia y papel de ser humano viviente que le doy a Cecilia Lisbon. Para mí, Cecilia y sus cuatro hermanas son reales. O lo eran, antes de matarse.
Ella, siendo una hermosa novia adolescente y una virgen suicida enamorada, no podría haberse matado por eso. Sería como una especie de juego "Sí, me maté por él"-"Está bien, usé eso como excusa para mí misma, para darme a mí mismas razones que creía sustentables como para matarme". Me habría encantado conocerla, aún más que ser ella. Aunque, al fin y al cabo, la hermana Lisbon gracias a la cual todas las chicas suscitaban tanto interés a todos, era Lux. Lux cumplía con las expectativas emocionantes y fue la puerta, su promiscuidad adolescente, a causar un enorme interés en las chicas tras vestidos largos similares los unos con los otros y enormes como bolsas de patatas.
Tengo que admitir que cada vez me dejo más desconcertada a mí misma. Actúo muy normal. Hablo como los otros, digo lo que dicen los otros, puedo sostener una conversación en su lenguaje suburbano y relacionarme con ellos de modo que parece que de veras soy como ellos. Es fascinante, y aterrador. Me asusta la idea de que no pueda volver a mí. Voy a volver, es inevitable. Mostré una teta aunque no es gran cosa, siendo algo feminista ver un pecho femenino y uno masculino es igual... aunque no voy a negar que las tetas de una mujer me gustan muchísimo más. Si imagino a un hombre desnudo, siento asco. Si imagino a una mujer desnuda, me pongo alegre. Hoy tratamos de hacer lo de la ouija, pero no sirvió. Estuvimos una media hora repitiendo "¿Hay algún espíritu aquí?" como unos imbéciles mientras sosteníamos el vaso sobre nuestra improvisada ouija de cartón. Yo dirigía todas mis energías a pensar en Kurt Cobain y a decir "Maldición. ¿qué te hice? Sé que estás aquí, no te pongas a hacer el imbécil". Sin embargo, no logramos nada. Tan sólo asustamos a un amigo y a los hermanos de una amiga en la casa donde estábamos Esperábamos que fueran también C y D, el problema fue que la hermana menor de V (ella vive en la casa donde estuvimos hoy y no es la misma V de la que tiendo a hablar) les dijo que nosotras-estábamos con R- nos habíamos ido. Nos encontrabamos en el baño de la parte trasera del primer piso de la casa, maquillándonos como zorras. Mis pestañas quedaron casi rígidas por el rímel y el rizador de pestañas.
Estuve leyendo el libro de Jeffrey Eugenides, me sorprende lo mucho que tengo en común con Cecilia. La diferencia radica en que ella es delgada, bonita y aún más perfectamente rara que yo. En una parte, alguien cuenta cómo es su alcoba. Un móvil del zodíaco, una colección de amatistas, una baraja de Tarot bajo la almohada con aroma a incienso y a los cabellos de Cecilia (olor que yo podría abrazar por horas y horas), siete bragas teñidas de negro y dos sostenes inmaculados. En las teorías de su suicidio, la más común es la de que se mató por amor.
Hay que notar la importancia y papel de ser humano viviente que le doy a Cecilia Lisbon. Para mí, Cecilia y sus cuatro hermanas son reales. O lo eran, antes de matarse.
Ella, siendo una hermosa novia adolescente y una virgen suicida enamorada, no podría haberse matado por eso. Sería como una especie de juego "Sí, me maté por él"-"Está bien, usé eso como excusa para mí misma, para darme a mí mismas razones que creía sustentables como para matarme". Me habría encantado conocerla, aún más que ser ella. Aunque, al fin y al cabo, la hermana Lisbon gracias a la cual todas las chicas suscitaban tanto interés a todos, era Lux. Lux cumplía con las expectativas emocionantes y fue la puerta, su promiscuidad adolescente, a causar un enorme interés en las chicas tras vestidos largos similares los unos con los otros y enormes como bolsas de patatas.
Monday, September 10, 2012
Ya encontré mi forma de decir "te amo" en un modo complejo y poético. Ya que para mí el suicidio es una salida y la libertad pura, encontré entre mis poemas a A una parte que decía lo que tanto había pensado para poder hallar. Me gusta mucho, me encanta. Es mi manera de decir te amo. Entre otras cosas, hoy, en clase, me depilaron las cejas. No fue mucho, sólo las cortaron en la parte de mi nariz donde se asomaban algunos cabellos transparentes (porque es cierto que eran cejas pobladas, pero de estar juntas, eso nada. Me habría quitado eso yo misma mucho antes de ser así). Aún así, una ceja quedó más larga que la otra. Es una mierda pero, ¿qué puedo hacer? Me puse rímel y maquillaje, incluso brillo labial-cosa que jamás uso ya que siempre me parece un tipo de metáfora física (no tiene sentido, lo sé) pervertida: Te pintas los labios rojos para simular los labios vaginales y les pones brillo para simular las secreciones de las glándulas de Bartolino. En fin, P me dijo que parecía una niña, yo me puse algo avergonzada. En realidad, dije algo que jamás creí que fuera a decir: ¿por qué, con todas las posibilidades, no nací como hombre? No es que me disguste ser mujer ni nada similar, me encanta. Adoro tener varios agujeros entre las piernas, y tener pezones femeninos. Me encanta, el problema es, más bien, ¿por qué en este lugar, con este cuerpo, en esta época? Si tuviera belleza no tendría que preocuparme por cumplir los estándares sociales, así tendría más tiempo para mí misma. Preferiría otra zona donde a nadie le importara qué tan deforme naces. No llego a deforme, pero sí soy fea. Y en esta época. En otra también era malo, aunque ahora es mil veces peor. En los 60's tenías Janis Joplin para decir "lo que importa no es el físico", además de que en ese entonces la mayoría de los adolescentes tenían una mentalidad muy distinta. Por el sitio del auge, me hubiese gustado mucho la Norteamérica de los 60's. Es una mierda ser una adolescente en esta época, ya no puedes aprovechar la juventud para ir a hacer algo productivo. Te atan las cadenas de padres sobre-protectores y pares que te llenan de complejos, y esos complejos no son nada más que trampas para que te quedes a su nivel de mediocridad mental.
Una amiga estuvo aquí. La pasamos bien, probé lo de Bloody Mary y, aunque las cosas no pasaron de un titileo en las velas, estuve aterrada por mucho rato. Como estabamos algo aburridas, llamamos a una amiga, recitamos lo de Bloody Mary y luego gritamos para hacerla creer que algo nos había sucedido. No pienso que se lo haya creído, sin embargo no deja de haber sido entretenido.
Para mí, decir "emético" es exactamente igual a decir "vomitivo". Es porque mezclo la muerte, el suicidio y los medicamentos con casi todo lo que hago o digo.
Ser una adolescente, emético. Los paradigmas sociales respecto a la forma de actuar de las mujeres es como una cuerda al cuello que te asfixia con cosméticos probados de forma bastante brutal en animales. Es igual, a nadie le importa. Imbéciles.
No quiero quedarme en esa escuela, es insoportable. Son tantas mujeres tan vomitivamente femeninas que me pone enferma. No quiero una mujer que hable con voz de pito y que se la pase desde los doce años pintándose la cara como si necesitara prostituirse.
A de veras quiere ser fotógrafa. Si me suicido o simplemente me muero, quiero que se quede con mi cámara. Es triste que no pueda explotar su potencial para las artes visuales, como el dibujo y la fotografía, del mejor modo debido a su situación económica. Desearía poder ayudarla, aunque no puedo porque cualquier adulto promedio, mi madre, no siente suficiente empatía como para llevarnos a la ruina a fin de ayudar a una niña y a su madre. Ya mejoran, han estado mucho peor. Cuando mi madre me hablaba de cómo habían estado ellas antes y le pregunté qué habría hecho de poder ayudar, dijo "les daría algo para comprar una cena". Por Dios, actúa como si nos encontráramos en la bancarrota. Una madre soltera y sin dinero y su hija, una simple adolescente, comían todos los días con un paquete de frituras. ¿Y aún así sólo se espera ayudar como haciendo caridad y dándoles limosna para que puedan comer algo? Yo, de haber podido (y si yo hubiese conocido a A en ese momento sé que habríamos podido), la habría alojado conmigo hasta que su situación mejorara. Vivían en un sitio no muy cómodo y tenían muy poco dinero. ¿Habría sido tan complicado darle a una mujer y a una pequeña mujer ayuda cuando la necesitaban? Es triste, me causa empatía.
A es muy buena dibujando. Me sorprendí cuando vi hoy algunos de sus dibujos. Dibuja mucho mejor de lo que yo jamás he dibujado. Tiene tanto talento que merece las oportunidades que yo puedo darme: una buena cámara para practicar una fotografía que yo no practico mucho, la posibilidad de costearme clases de dibujo y pintura (que no tengo, ya que sé que lo dejaría muy pronto, quizás entre a esas clases luego pese a saber que no duraré).
Esto parece eterno. Es insoportable. Perdí el examen de mates. La maestra me anuló la mitad del último punto porque no quedaba bien claro que había hecho unas marcas en una recta numérica. Hice una flecha para el lado que debía, sólo en ese para ilustrarlo aunque la flecha debía ir a ambos lados porque así es la recta. Aún así, esa perra sabía que quedaba claro, pero quería una excusa para bajarme aún más la nota. Es porque perdió a su madre, ahora se encarga de descargar sus frustraciones por ser una mujer de 25 años, gorda, sola y, hasta cierto punto, fracasada. ¿Tener 25 años y consumir tu existencia estando todos los días frente a grupos de niños malcriados e imbéciles que tienen oportunidades cuando tú no? Yo me parezco un poco a ella, en cuanto a que quizás ambas estamos gordas, somos feas y tenemos aire de fracaso. Quizás por eso es que no le agrado mucho, no soporta ver la reencarnación de su propia existencia miserable. Da igual, con ese punto o no habría perdido el examen de todas formas. No sé si decirle a mi madre, ella estalla siempre que le hablo de malas noticias respecto a mis estudios.
Una amiga estuvo aquí. La pasamos bien, probé lo de Bloody Mary y, aunque las cosas no pasaron de un titileo en las velas, estuve aterrada por mucho rato. Como estabamos algo aburridas, llamamos a una amiga, recitamos lo de Bloody Mary y luego gritamos para hacerla creer que algo nos había sucedido. No pienso que se lo haya creído, sin embargo no deja de haber sido entretenido.
Para mí, decir "emético" es exactamente igual a decir "vomitivo". Es porque mezclo la muerte, el suicidio y los medicamentos con casi todo lo que hago o digo.
Ser una adolescente, emético. Los paradigmas sociales respecto a la forma de actuar de las mujeres es como una cuerda al cuello que te asfixia con cosméticos probados de forma bastante brutal en animales. Es igual, a nadie le importa. Imbéciles.
No quiero quedarme en esa escuela, es insoportable. Son tantas mujeres tan vomitivamente femeninas que me pone enferma. No quiero una mujer que hable con voz de pito y que se la pase desde los doce años pintándose la cara como si necesitara prostituirse.
A de veras quiere ser fotógrafa. Si me suicido o simplemente me muero, quiero que se quede con mi cámara. Es triste que no pueda explotar su potencial para las artes visuales, como el dibujo y la fotografía, del mejor modo debido a su situación económica. Desearía poder ayudarla, aunque no puedo porque cualquier adulto promedio, mi madre, no siente suficiente empatía como para llevarnos a la ruina a fin de ayudar a una niña y a su madre. Ya mejoran, han estado mucho peor. Cuando mi madre me hablaba de cómo habían estado ellas antes y le pregunté qué habría hecho de poder ayudar, dijo "les daría algo para comprar una cena". Por Dios, actúa como si nos encontráramos en la bancarrota. Una madre soltera y sin dinero y su hija, una simple adolescente, comían todos los días con un paquete de frituras. ¿Y aún así sólo se espera ayudar como haciendo caridad y dándoles limosna para que puedan comer algo? Yo, de haber podido (y si yo hubiese conocido a A en ese momento sé que habríamos podido), la habría alojado conmigo hasta que su situación mejorara. Vivían en un sitio no muy cómodo y tenían muy poco dinero. ¿Habría sido tan complicado darle a una mujer y a una pequeña mujer ayuda cuando la necesitaban? Es triste, me causa empatía.
A es muy buena dibujando. Me sorprendí cuando vi hoy algunos de sus dibujos. Dibuja mucho mejor de lo que yo jamás he dibujado. Tiene tanto talento que merece las oportunidades que yo puedo darme: una buena cámara para practicar una fotografía que yo no practico mucho, la posibilidad de costearme clases de dibujo y pintura (que no tengo, ya que sé que lo dejaría muy pronto, quizás entre a esas clases luego pese a saber que no duraré).
Esto parece eterno. Es insoportable. Perdí el examen de mates. La maestra me anuló la mitad del último punto porque no quedaba bien claro que había hecho unas marcas en una recta numérica. Hice una flecha para el lado que debía, sólo en ese para ilustrarlo aunque la flecha debía ir a ambos lados porque así es la recta. Aún así, esa perra sabía que quedaba claro, pero quería una excusa para bajarme aún más la nota. Es porque perdió a su madre, ahora se encarga de descargar sus frustraciones por ser una mujer de 25 años, gorda, sola y, hasta cierto punto, fracasada. ¿Tener 25 años y consumir tu existencia estando todos los días frente a grupos de niños malcriados e imbéciles que tienen oportunidades cuando tú no? Yo me parezco un poco a ella, en cuanto a que quizás ambas estamos gordas, somos feas y tenemos aire de fracaso. Quizás por eso es que no le agrado mucho, no soporta ver la reencarnación de su propia existencia miserable. Da igual, con ese punto o no habría perdido el examen de todas formas. No sé si decirle a mi madre, ella estalla siempre que le hablo de malas noticias respecto a mis estudios.
Sunday, September 9, 2012
No recess
Estoy aburrida, no puedo comer. Es una mierda, no quiero comer. Esta tarde me llamaron D y J. J estaba en la casa de D (pasa bastante tiempo allí, creo que va una vez por semana como mínimo). Me llamaron y, como de costumbre, estaba aquí. En este confinamiento al que me he sometido, siempre estoy aquí. Hablamos como por cinco minutos y hablé por un momento con J. Tengo que ser sincera, cuando oí la voz de D y luego cuando dijo que J estaba allí me sentí emocionada. Sentí algo en el pecho, como un calor agradable mezclado con cierto dolor molesto. Sí, lo extrañé mucho. Aguantaré con eso. Era como si no estuviese allí antes, porque parecíamos mantenernos lo más lejos posible el uno del otro, no físicamente porque, como dije antes, estuvimos a menos de un metro de distancia.
Sí, lo quiero mucho. No, no de esa empalagosa forma.
Si no fuera tan fea. Aunque no me lamento por eso, sería un problema si me sintiera verdaderamente jodida respecto a ello, aunque no le doy mayor importancia. No tiene remedio, así que, ¿para qué preocuparme? Estoy gorda, aunque no tanto. Podría ser mucho peor, me paso por unos ocho kilos de lo que sería lo correcto para mí, haciéndome quedar más cerca del maravilloso cuerpo de Kat Dennings. Amo sus tetas, no voy a negarlo. Y me parece que es hermosa.
Encontré estas fotografías de ella mostrando las tetas. Me alegré bastante al encontrarlas, me encanta como se ve. En el artículo había fotos de Jessica Alba, también, pero ella no me importa. Lo que sí me importaba, además de las tetas de Kat Denning, por supuesto, era un corto vídeo de Kristen Dunst mostrando las tetas. No es que tenga tetas como las de Kat Dennings, sólo que desde que vi a Kristen Dunst en Las Vírgenes Suicidas, cada vez que la veo no puedo evitar pensar en una novia adolescente que explota al máximo su sexualidad y es una suicida al igual que sus cuatro hermanas. Aunque no era tan importante respecto a Kristen Dunst, porque a Kat Dennings llevo un tiempo queriendo verle las tetas sin haber podido, en cambio a Kristen Dunst se las había visto ya hace un tiempo.
Eso fue divertido, poder hablar por un corto rato como un hombre hipersexualizado. En ciertos momentos me divierte hacer eso, utilizar a algunas mujeres que en ciertos momentos (o siempre) parecen ser únicamente muñecas sexuales. Claro que, al menos para mí, sería muchísimo más divertido poder saber qué hay dentro de las corazas de tetas y semi-desnudos, sería interesante hallar algo de valor. Como cuando se va a una venta de garaje y se encuentra un viejo LP de un grupo clásico, un disco original que no es fácil de encontrar. O como en ese programa de televisión donde unos tipos van a buscar en basureros y terminan encontrando un póster vintage o una botella vieja de edición limitada de coca-cola. Tengo que ir a orinar, con esto de beber dos vasos de agua al día, tomándome de una sola vez medio litro cada vez que bebo agua, es algo molesto. Aunque es útil, estuve leyendo que beber cantidades exageradas de agua de una vez puede ser muy peligrosos. Estupendo, de esa forma en caso de un accidente podría cumplir mi deseo de morirme y poder convencerme a mí misma de que fue un total y completo accidente, que no fue mi culpa ni fue egoísta. Sería muy ridículo, no me importa.
Hace unos días, en clase (olvidé decirlo antes), mientras pasaba la mirada por ese desorganizado salón para posarla en mi cuaderno de educación religiosa que uso como libreta de poesía, por un segundo toda mi vista, como la pantalla en mi cabeza de la cual veo lo que veo, se volvió la imagen de dos ojos en la oscuridad, muy, muy cerca, mirándome. No lo imaginé, era como si eso fuese lo que yo veía, lo vi directamente. Fue muy extraño, pero me encantó.
Mi padre no quiere levantarme temprano mañana, mi madre me llamará por telefono para que yo me levante y luego me vaya a clases en la mañana. No estoy acostumbrada, parecía ser la única y débil cuerda de plata de nuestra cotidianidad que nos daba una vaga relación padre e hija. Ya perdió el "buenos días, papá" y el "cinco minutos más". Ahora sólo le queda "Hola, papá" al volver de clase y "Buenas noches". Poco a poco, estamos más lejos. Somos dos seres humanos que viven en la misma casa y se ven todos los días, y que, aún así, apenas se conozcan entre ellos.
Sí, lo quiero mucho. No, no de esa empalagosa forma.
Si no fuera tan fea. Aunque no me lamento por eso, sería un problema si me sintiera verdaderamente jodida respecto a ello, aunque no le doy mayor importancia. No tiene remedio, así que, ¿para qué preocuparme? Estoy gorda, aunque no tanto. Podría ser mucho peor, me paso por unos ocho kilos de lo que sería lo correcto para mí, haciéndome quedar más cerca del maravilloso cuerpo de Kat Dennings. Amo sus tetas, no voy a negarlo. Y me parece que es hermosa.
Encontré estas fotografías de ella mostrando las tetas. Me alegré bastante al encontrarlas, me encanta como se ve. En el artículo había fotos de Jessica Alba, también, pero ella no me importa. Lo que sí me importaba, además de las tetas de Kat Denning, por supuesto, era un corto vídeo de Kristen Dunst mostrando las tetas. No es que tenga tetas como las de Kat Dennings, sólo que desde que vi a Kristen Dunst en Las Vírgenes Suicidas, cada vez que la veo no puedo evitar pensar en una novia adolescente que explota al máximo su sexualidad y es una suicida al igual que sus cuatro hermanas. Aunque no era tan importante respecto a Kristen Dunst, porque a Kat Dennings llevo un tiempo queriendo verle las tetas sin haber podido, en cambio a Kristen Dunst se las había visto ya hace un tiempo.
Eso fue divertido, poder hablar por un corto rato como un hombre hipersexualizado. En ciertos momentos me divierte hacer eso, utilizar a algunas mujeres que en ciertos momentos (o siempre) parecen ser únicamente muñecas sexuales. Claro que, al menos para mí, sería muchísimo más divertido poder saber qué hay dentro de las corazas de tetas y semi-desnudos, sería interesante hallar algo de valor. Como cuando se va a una venta de garaje y se encuentra un viejo LP de un grupo clásico, un disco original que no es fácil de encontrar. O como en ese programa de televisión donde unos tipos van a buscar en basureros y terminan encontrando un póster vintage o una botella vieja de edición limitada de coca-cola. Tengo que ir a orinar, con esto de beber dos vasos de agua al día, tomándome de una sola vez medio litro cada vez que bebo agua, es algo molesto. Aunque es útil, estuve leyendo que beber cantidades exageradas de agua de una vez puede ser muy peligrosos. Estupendo, de esa forma en caso de un accidente podría cumplir mi deseo de morirme y poder convencerme a mí misma de que fue un total y completo accidente, que no fue mi culpa ni fue egoísta. Sería muy ridículo, no me importa.
Hace unos días, en clase (olvidé decirlo antes), mientras pasaba la mirada por ese desorganizado salón para posarla en mi cuaderno de educación religiosa que uso como libreta de poesía, por un segundo toda mi vista, como la pantalla en mi cabeza de la cual veo lo que veo, se volvió la imagen de dos ojos en la oscuridad, muy, muy cerca, mirándome. No lo imaginé, era como si eso fuese lo que yo veía, lo vi directamente. Fue muy extraño, pero me encantó.
Mi padre no quiere levantarme temprano mañana, mi madre me llamará por telefono para que yo me levante y luego me vaya a clases en la mañana. No estoy acostumbrada, parecía ser la única y débil cuerda de plata de nuestra cotidianidad que nos daba una vaga relación padre e hija. Ya perdió el "buenos días, papá" y el "cinco minutos más". Ahora sólo le queda "Hola, papá" al volver de clase y "Buenas noches". Poco a poco, estamos más lejos. Somos dos seres humanos que viven en la misma casa y se ven todos los días, y que, aún así, apenas se conozcan entre ellos.
Saturday, September 8, 2012
Flores anorexicas.
Me he estado planteando ciertas cosas.
Estoy gorda, eso no me baja el autoestima como sucede con otras adolescentes, pero me molesta. El problema es que no me permite encajar. Tengo que actuar como si fuera normal y eso incluye estar delgada. Contemplé las opciones más fáciles y agradables: vómito mezclado con falta de alimentos y mucha agua.
Estuve leyendo algunos blogs pro-ana y puedo decir que son patéticos. Esas imbéciles se llaman princesas, dicen que lo que hacen es un sacrificio y repiten constantemente "nadie dijo que fuera fácil ser princesa". Es tan ridículo que causa enojo. Incluso citaron a Nietzsche. A Nietzsche, por Dios. Seguro ni tienen idea de quién es él, sólo buscaron una frase que ellas ni entiendan y que cumpla la condición de ser fácilmente distorsionada para sonar como algo relacionado con el peso ligado a la perfección. Me daban pena, muchas escribían como retrasadas y toda esa mierda. Para ser princesa hay que estar delgada, sé una bailarina, sé una princesa y cosas de ese tipo. Idolatría a celebridades estúpidas e incluso escribían que si eras más delgada eras más inteligente y sabia. Eso es la estupidez en su estado más puro, parece que a esas se les fuera el cerebro junto con la grasa. Es desagradable, las ves con todos esos huesos marcados en la piel y resulta increíblemente repulsivo. Está bien, quiero morir y parecer muerta, aunque esa apariencia de muerta es totalmente vomitiva. Es agradable, de todas formas.
Estuve buscando cómo vomitar, porque soy incapaz desde hace años, y pienso en esa opción. Sin embargo es algo asqueroso, además de aberrante. Comes y desperdicias todo cuando pudiste darlo a alguien en la calle con un poco de cerebro, talento y empatía que está fuera de casa y apenas puede comer. Algo que me pareció totalmente ofensivo fue una cosa escrita en esa página en la sección de frases para evitar comer "¿Tienes hambre? Hambre tienen los niños en áfrica". Y, aún diciendo eso que incluso podría ser usado en una campaña para ayudar a las personas en áfrica (que no sufren sólo de hambre), desperdician la comida a punta de sus propios dedos, medicamentos eméticos y laxantes. Los dientes se vuelven horrendos y las uñas quebradizas. Ya las tengo quebradizas y este nuevo problema causado por la ansiedad de comerme las uñas, no necesito más. Se me dificulta vomitar. Si no fuera por los daños colaterales yo iría por esa opción, quizás me decida por vomitar cada tanto. Ya tome un litro de agua, sólo uno, necesito más, más, más. Si tengo suerte, hasta podría vomitar. Me voy por la falta de alimentos, me repito "comer está mal, comer está mal" o "no comas, no comas, no comas". Puedo hacer esto: desayunar de forma regular, como suelo hacer, llevar sólo té para consumir en la mañana, no comer o comer muy poco al mediodía y luego tomar un yogurt a la mitad de la tarde, luego uno antes de dormir.
Si alguna vez me voy por esa mierda de llamarme princesa de porcelana o de cristal, ¿podría alguien dispararme? Deberé recalcar eso, si en algún momento me llamo a mí misma "princesa" he de golpearme hasta vomitar sangre.
Mierda, de verdad que lo extraño mucho.
Me gustan las flores, aunque sean las prostitutas de la naturaleza.
Estoy gorda, eso no me baja el autoestima como sucede con otras adolescentes, pero me molesta. El problema es que no me permite encajar. Tengo que actuar como si fuera normal y eso incluye estar delgada. Contemplé las opciones más fáciles y agradables: vómito mezclado con falta de alimentos y mucha agua.
Estuve leyendo algunos blogs pro-ana y puedo decir que son patéticos. Esas imbéciles se llaman princesas, dicen que lo que hacen es un sacrificio y repiten constantemente "nadie dijo que fuera fácil ser princesa". Es tan ridículo que causa enojo. Incluso citaron a Nietzsche. A Nietzsche, por Dios. Seguro ni tienen idea de quién es él, sólo buscaron una frase que ellas ni entiendan y que cumpla la condición de ser fácilmente distorsionada para sonar como algo relacionado con el peso ligado a la perfección. Me daban pena, muchas escribían como retrasadas y toda esa mierda. Para ser princesa hay que estar delgada, sé una bailarina, sé una princesa y cosas de ese tipo. Idolatría a celebridades estúpidas e incluso escribían que si eras más delgada eras más inteligente y sabia. Eso es la estupidez en su estado más puro, parece que a esas se les fuera el cerebro junto con la grasa. Es desagradable, las ves con todos esos huesos marcados en la piel y resulta increíblemente repulsivo. Está bien, quiero morir y parecer muerta, aunque esa apariencia de muerta es totalmente vomitiva. Es agradable, de todas formas.
Estuve buscando cómo vomitar, porque soy incapaz desde hace años, y pienso en esa opción. Sin embargo es algo asqueroso, además de aberrante. Comes y desperdicias todo cuando pudiste darlo a alguien en la calle con un poco de cerebro, talento y empatía que está fuera de casa y apenas puede comer. Algo que me pareció totalmente ofensivo fue una cosa escrita en esa página en la sección de frases para evitar comer "¿Tienes hambre? Hambre tienen los niños en áfrica". Y, aún diciendo eso que incluso podría ser usado en una campaña para ayudar a las personas en áfrica (que no sufren sólo de hambre), desperdician la comida a punta de sus propios dedos, medicamentos eméticos y laxantes. Los dientes se vuelven horrendos y las uñas quebradizas. Ya las tengo quebradizas y este nuevo problema causado por la ansiedad de comerme las uñas, no necesito más. Se me dificulta vomitar. Si no fuera por los daños colaterales yo iría por esa opción, quizás me decida por vomitar cada tanto. Ya tome un litro de agua, sólo uno, necesito más, más, más. Si tengo suerte, hasta podría vomitar. Me voy por la falta de alimentos, me repito "comer está mal, comer está mal" o "no comas, no comas, no comas". Puedo hacer esto: desayunar de forma regular, como suelo hacer, llevar sólo té para consumir en la mañana, no comer o comer muy poco al mediodía y luego tomar un yogurt a la mitad de la tarde, luego uno antes de dormir.
Si alguna vez me voy por esa mierda de llamarme princesa de porcelana o de cristal, ¿podría alguien dispararme? Deberé recalcar eso, si en algún momento me llamo a mí misma "princesa" he de golpearme hasta vomitar sangre.
Mierda, de verdad que lo extraño mucho.
Me gustan las flores, aunque sean las prostitutas de la naturaleza.
Quiero la carretera
A veces lo veo de esta forma, como si alguien de veras pensara en mí con esas palabras: "Algún día, ella sólo estallará y se matará". Me gusta pensar que alguien cree que es sólo cuestión de tiempo para que me mate. Estos pensamientos suicidas permanentes, que aparecen como mínimo una vez por semana, son muy agradables. Le pregunté a una amiga para hacerme un tatuaje y que su hermano nos lleve como el adulto que da el permiso. Quiero un tatuaje profesional, no sería gran cosa, pero quiero uno. No quiero que pueda ser tarde, en caso de que tenga otro brote suicida y me mate, quiero tener ya un tatuaje pintado.
Anoche tuve un sueño, es raro que lo recuerde, no era muy real. Era yo haciendo el papel de L.C. y el mío. Ella conocía a un tipo por internet y quedaban de verse para tener sexo, desconfiaba un segundo y luego era normal. Luego era yo, me encerraban en una caja que parecía ser una mini-nevera, una amiga y su hermano me cargaban en la caja y yo decía bromeando "Mierda, sáquenme de aquí. No puedo respirar". No me sentía incómoda en nada por el lugar, incluso me sentía como dentro de un sitio con el aire más fresco, y aún así insistía en salir de allí. En un momento, no sé cuando, yo salí de allí. Estábamos en una tienda pequeña que queda cerca de mi escuela y ellos me habían transportado en la caja mientras caminaban por la acera que va a la tienda, cosa que ya sabía porque veía las cosas desde el punto de vista de alguien que va caminando tras ellos y luego alguien que me ve dentro de la caja. Fui a una Van que estaba estacionada y yo sabía, ya me lo debían haber dicho, que eran unas personas (una pareja de heterosexuales, aunque al hombre no lo volví a ver después de verlo parado con la mujer frente a la Van). Esas dos personas iban a hacer el rol de padres, no entiendo por qué, y se encargaban de hacer una mezcla extraña con cosas que ya habíamos llevado nosotros, y el objetivo era hacer preservativos que, por los materiales que incluían unos químicos que yo no conocía, sonaban como preservativos radioactivos o fluorescentes.
El resto del grupo con el que íbamos, algunos amigos míos y los hermanos mayores de una amiga y de D (dos en total), estaban en la tienda comprando algo para la mezcla que estaban haciendo dentro de la Van, donde yo estaba.
Las persianas de la cocina se mueven con violencia. Son de color plata y cuando el viento sopla con mucha fuerza hacen un gran estrépito, suenan como ventisca de película de terror.
Ellos hacían la mezcla, que era como una cosa muy espesa y blanca que más bien parecía cola muy brillante, dentro de la Van en un recipiente muy grande. Luego empezamos a conducir. Cuando los vi por primera vez fuera de la Van, a la pareja, recuerdo que creí que actuaban muy mal, que sobreactuaban el rol de padres y podrían descubrirnos.
Comenzamos a conducir. No los veía, pero los veía, al resto del grupo. Estaban en cierto lugar esperándonos, lugar al cual no sé cómo llegaron, y conducíamos para encontrarnos con ellos en una carretera agradable. Me senté detrás de la silla del acompañante del conductor, había dos mujeres en ese auto y no sé quién conducía, seguro el hombre. Una era una mujer con sobrepeso y la otra era la mujer del principio, esta me recuerda a la madre de L, la francesa. Había una ventana grande a mi lado y sentía el viento y el aroma de los árboles que rodeaban la carretera contra mi piel. La mujer me preguntó, la que tenía sobrepeso, dónde me sentaría, si me quedaría en ese asiento cuando recogiéramos a los demás. Miré a la parte trasera de la van para ver si había ventanas en el sitio donde seguro terminaría sentándome, y la mujer me dijo que me sentara donde yo quisiera y no donde me enviaran los demás. Decidí quedarme allí mientras conducíamos. Luego se tornaba entre de noche y de día. Pasamos junto a una especie de hotel-casino con astas y había un acercamiento al suelo. Una de las mujeres, la de sobrepeso creo, me hablaba. No tengo claro si en ese momento yo desempeñaba el rol de L.C. o el mío. Parece que yo le había dicho del encuentro con el hombre. Aún no habíamos recogido al resto del grupo. La mujer dijo que mejor no fuera porque él sólo querría tenerme a su lado ya que en un año yo triplicaría sus ganancias (se suponía que yo tenía un trabajo estable y bien pagado). Pensé en que podría dejarlo cuando tuviésemos ciertas ganancias, antes de que él me estafara a mí. Lo pensé en voz alta, sin decirlo, sólo que mis pensamientos resonaron como gritos. Ella lo ignoró, había una escena de una carretera alzada sobre otra con coches. Luego desperté.
Anoche tuve un sueño, es raro que lo recuerde, no era muy real. Era yo haciendo el papel de L.C. y el mío. Ella conocía a un tipo por internet y quedaban de verse para tener sexo, desconfiaba un segundo y luego era normal. Luego era yo, me encerraban en una caja que parecía ser una mini-nevera, una amiga y su hermano me cargaban en la caja y yo decía bromeando "Mierda, sáquenme de aquí. No puedo respirar". No me sentía incómoda en nada por el lugar, incluso me sentía como dentro de un sitio con el aire más fresco, y aún así insistía en salir de allí. En un momento, no sé cuando, yo salí de allí. Estábamos en una tienda pequeña que queda cerca de mi escuela y ellos me habían transportado en la caja mientras caminaban por la acera que va a la tienda, cosa que ya sabía porque veía las cosas desde el punto de vista de alguien que va caminando tras ellos y luego alguien que me ve dentro de la caja. Fui a una Van que estaba estacionada y yo sabía, ya me lo debían haber dicho, que eran unas personas (una pareja de heterosexuales, aunque al hombre no lo volví a ver después de verlo parado con la mujer frente a la Van). Esas dos personas iban a hacer el rol de padres, no entiendo por qué, y se encargaban de hacer una mezcla extraña con cosas que ya habíamos llevado nosotros, y el objetivo era hacer preservativos que, por los materiales que incluían unos químicos que yo no conocía, sonaban como preservativos radioactivos o fluorescentes.
El resto del grupo con el que íbamos, algunos amigos míos y los hermanos mayores de una amiga y de D (dos en total), estaban en la tienda comprando algo para la mezcla que estaban haciendo dentro de la Van, donde yo estaba.
Las persianas de la cocina se mueven con violencia. Son de color plata y cuando el viento sopla con mucha fuerza hacen un gran estrépito, suenan como ventisca de película de terror.
Ellos hacían la mezcla, que era como una cosa muy espesa y blanca que más bien parecía cola muy brillante, dentro de la Van en un recipiente muy grande. Luego empezamos a conducir. Cuando los vi por primera vez fuera de la Van, a la pareja, recuerdo que creí que actuaban muy mal, que sobreactuaban el rol de padres y podrían descubrirnos.
Comenzamos a conducir. No los veía, pero los veía, al resto del grupo. Estaban en cierto lugar esperándonos, lugar al cual no sé cómo llegaron, y conducíamos para encontrarnos con ellos en una carretera agradable. Me senté detrás de la silla del acompañante del conductor, había dos mujeres en ese auto y no sé quién conducía, seguro el hombre. Una era una mujer con sobrepeso y la otra era la mujer del principio, esta me recuerda a la madre de L, la francesa. Había una ventana grande a mi lado y sentía el viento y el aroma de los árboles que rodeaban la carretera contra mi piel. La mujer me preguntó, la que tenía sobrepeso, dónde me sentaría, si me quedaría en ese asiento cuando recogiéramos a los demás. Miré a la parte trasera de la van para ver si había ventanas en el sitio donde seguro terminaría sentándome, y la mujer me dijo que me sentara donde yo quisiera y no donde me enviaran los demás. Decidí quedarme allí mientras conducíamos. Luego se tornaba entre de noche y de día. Pasamos junto a una especie de hotel-casino con astas y había un acercamiento al suelo. Una de las mujeres, la de sobrepeso creo, me hablaba. No tengo claro si en ese momento yo desempeñaba el rol de L.C. o el mío. Parece que yo le había dicho del encuentro con el hombre. Aún no habíamos recogido al resto del grupo. La mujer dijo que mejor no fuera porque él sólo querría tenerme a su lado ya que en un año yo triplicaría sus ganancias (se suponía que yo tenía un trabajo estable y bien pagado). Pensé en que podría dejarlo cuando tuviésemos ciertas ganancias, antes de que él me estafara a mí. Lo pensé en voz alta, sin decirlo, sólo que mis pensamientos resonaron como gritos. Ella lo ignoró, había una escena de una carretera alzada sobre otra con coches. Luego desperté.
Friday, September 7, 2012
Anoche tuve una pesadilla tan vívida... era como una noche donde tienes una pesadilla tras otra, una más real que la anterior, lo predices en tu sueño anterior y la pesadilla se extiende hasta después de que estás despierto.
Empezó con un sueño. No podía dormir, tenía mucho calor y esa tarde había dormido. Estaba exhausta y aún así era incapaz de dormir. Cuando lo logré mi sueño constaba en algo raro. No puedo recordarlo. No era malo, creo que estaba con unas amigas y no me daban de algo que compraban o les regalaban algo y a mi no, algo de ese tipo. No asustaba. Recuerdo bien que dije algo sobre que tendría una pesadilla peor luego, que seguiría teniendo pesadillas.
Me desperté y volví a dormir. No recuerdo qué soñé. Sólo recuerdo que en cierto momento empecé a oír gritos. Eran como intermitentes. No se detenían, digo que los gritos eran como que bajaban algunas notas y luego subía otra, las mismas dos notas. Comencé a mover la cabeza de forma violenta intentando alejar los gritos. Abrí los ojos mientras oír las gritos y juro por Dios que vi algo como una almohada que tenía un dibujo de cierto tipo caricatura realista sin muchos detalles. Era como un montón de trazos que mostraban la cara de una mujer con los ojos abiertos y la boca abierta en grito, lucía como si fuese a engullirme o a morderme. Me aterré y no sé qué pasó. No sé si cerré los ojos de nuevo o si volteé la mirada. No sé si vi lo que vi con mis ojos o en mi sueño. Parecía real, veía el fondo de mi alcoba como lo es y en mis sueños jamás veo recreaciones exactas de los sitios que hay allí. Sin embargo, estaba oscuro. Claro, era de noche, el fondo era oscuro pero se veían los detalles. Noté que no podía moverme y estaba increíblemente atemorizada. Tuve que hacer un enorme y desesperado esfuerzo, como si mi vida dependiera de ello, para prender la luz de forma rápida y nerviosa. Busqué la almohada, que debía estar junto a mí a la altura de mi cintura, creyendo que de veras la tenía. No estaba allí, no existe dicha almohada. Estaba muy, muy atemorizada. Cuando no podía moverme sentía que alguien venía por mí. No comprendo, no sé qué estaba viendo en mi sueño, podría suponer que era una pantalla negra. Últimamente no tengo sueños, no muchos, no son nada vívidos o ni los recuerdo. ¿Qué fue eso? ¿Qué me aterró tanto? Es la segunda vez que tengo una pesadilla vívida mezclada con realismos (está vez se extendió a la realidad y la última vez fue, por un corto momento, un sueño lúcido). Todo era tan nítido y real, más real de lo normal. Es en serio, era más real que cualquier otra cosa que hubiese soñado, y he soñado cosas muy reales.
Tuve que ir a dormir con mi madre por el pánico que sentí. Soñé con J. No recuerdo qué soñé, pero él estaba allí.
Lo extraño. Lo extraño más de lo cualquiera vaya a saber nunca. Hace días no hablamos y apenas nos dirigimos la mirada. No me atrevo a hablarle, siento que está enojado conmigo o algo similar. No sé qué hice, pero me siento como una mierda. En mis poemas escribí muchas veces disculpas, pedí disculpas y recalqué que me siento culpable y arrepentida. Escribí algo así como una nota mi padre en forma de poema mediocre pidiendo disculpas. Estoy preocupada, es en caso de que decida matarme. Escuchar las putas voces de mis padres o de casi cualquiera por quien tenga cariño biológico o emocional me detiene. Creo que debería hablar con él, no con el hombre que dio su esperma para hacerme nacer, con él no puedo hablar. Me refiero a J. En caso de que algo me pase creo que debo decirle que lo aprecio y que lamento si lo he molestado o si hice algo para enojarlo. Debería dejar muchas cosas escritas a él, hay una enorme cantidad de cosas que no puedo decirle frente a frente.
El lunes, I, mi compañera de clase, va a depilarme las cejas. Hoy se me dio por arreglarme un poco: rímel, labial (cosa que jamás uso) y pedir que me depilen las cejas. No sé por qué, ha de tener que ver con la frecuencia con la cual me desangro por entre las piernas.
Lo quiero. Lo quiero, sólo eso. Le tengo cariño a J. Si hay un cielo o infierno y me mato para ir a alguno, voy a extrañarlo mucho. Él tiene razón, la inexistencia es horrible. Sin embargo, prefiero la inexistencia. Si no existo no podré joder a nadie.
Lo estoy pensando, me queda sólo un mes para decidir si me quedo en este agujero de mierda o si me voy. No sé. En este tengo la libertad de blasfemar, rajarme las venas, decir malas palabras, escribir sobre la muerte y dibujar desnudos sin que nadie me joda. Allí, no estoy segura. Lo extrañaría tanto que creo que podría llorar por él. Mierda, sí lloraría por extrañarlo. El problema es que si I y V vienen a mi escuela, van a haber muchas cosas que sabrán y que no deben saber: homosexualidad, depresión, que soy un puto fenómeno. Sí, ella vio que me rajé las venas. Si soy sincera no creí que nadie lo notaría. Hay mucho más, lo que ella conoce es un tercio del tercio que conocen el resto de las personas.
Soy fea y estoy gorda, pero no puedo decir que me menosprecio porque si fuese así me pondría a llorar y me odiaría por eso. Lo acepto con naturalidad, no me importa mucho porque sin importar como sea voy a terminar en cenizas o carcomida por gusanos y larvas. Me odio, me golpeo y me rajo las venas por mis propias razones, que sólo involucran mi mente y mi propia estupidez.
Tendría que actuar como una adolescente normal. Hoy lo logré, no sé cómo, tan sólo dije un poco de la mierda que ellos decían y a todos les parecí normal. Repetía lo que decía R. Tendría que esconder aún más y eso podría ahogarme. Comienzo a creer que preferiría nunca haberle dicho nada a V y no haber vuelto a hablar con I. ¿Con qué objetivo hablo con ellas? Son otras dos personas a las cuales debo esconderles todo.
Tengo estrías, es una mierda, pero podría ser peor.
Creo que, tras haberlo meditado un poco, espero que I se vaya a esa escuela que tanto quería y que a V no puedan pasarla de escuela y que yo pierda el examen de admisión. Podría joderme menos. Al menos sé cómo defenderme en este sitio, en este agujero en el que estoy metida ahora. Tengo las amigas necesarias, conozco a suficientes personas y sé quiénes joden y quienes no. Conozco a los maestros, puedo llorar en el baño (como hacen todas las niñas) y rajarme las venas sin que nadie lo note. No está nada mal, es un agujero soportable. Sólo unos años, tengo que aguantar, unos años, mierda. No quiero quedarme ni irme, es ahí cuando el suicidio es la opción más simple.
Según los adultos, los adolescentes escogemos el suicidio como una solución permanente a un problema temporal. En realidad no, no todos. Ese es el error que comenten, generalizan y creen que por saber de psicología pueden entender a un suicida adolescente. Para entender a un suicida adolescente debes ser uno. El mío no es un problema temporal, podría reducirlo a que la vida carece de sentido, es ridícula, estúpida y no veo razón para soportar tantos años en la miseria para que una cuarta parte de esos años sea bueno. No me parece una razón buena, es totalmente cosa de imbéciles. Decir que la vida tiene sentido y es hermosa cuando saben de antemano que no es así. Deben reconfortarse, por eso se mienten a sí mismos. Estoy leyendo todas las señales suicidas para asegurarme de cubrir mis huellas, no quiero que nadie lo note, nadie que pueda detenerme. No quiero ayuda, no sé si necesito ayuda porque según la gente necesito ayuda porque estoy mal, según la sociedad, por ser suicida. ¿Por qué eso significa que esté mal? No lo estoy, el problema es que tienen ideas distintas según las cuales soy estúpida porque no quiero mentirme a mí misma. No desean que nadie rompa esa burbuja de ignorancia y semi-perfección que han creado en sus mentes.
Empezó con un sueño. No podía dormir, tenía mucho calor y esa tarde había dormido. Estaba exhausta y aún así era incapaz de dormir. Cuando lo logré mi sueño constaba en algo raro. No puedo recordarlo. No era malo, creo que estaba con unas amigas y no me daban de algo que compraban o les regalaban algo y a mi no, algo de ese tipo. No asustaba. Recuerdo bien que dije algo sobre que tendría una pesadilla peor luego, que seguiría teniendo pesadillas.
Me desperté y volví a dormir. No recuerdo qué soñé. Sólo recuerdo que en cierto momento empecé a oír gritos. Eran como intermitentes. No se detenían, digo que los gritos eran como que bajaban algunas notas y luego subía otra, las mismas dos notas. Comencé a mover la cabeza de forma violenta intentando alejar los gritos. Abrí los ojos mientras oír las gritos y juro por Dios que vi algo como una almohada que tenía un dibujo de cierto tipo caricatura realista sin muchos detalles. Era como un montón de trazos que mostraban la cara de una mujer con los ojos abiertos y la boca abierta en grito, lucía como si fuese a engullirme o a morderme. Me aterré y no sé qué pasó. No sé si cerré los ojos de nuevo o si volteé la mirada. No sé si vi lo que vi con mis ojos o en mi sueño. Parecía real, veía el fondo de mi alcoba como lo es y en mis sueños jamás veo recreaciones exactas de los sitios que hay allí. Sin embargo, estaba oscuro. Claro, era de noche, el fondo era oscuro pero se veían los detalles. Noté que no podía moverme y estaba increíblemente atemorizada. Tuve que hacer un enorme y desesperado esfuerzo, como si mi vida dependiera de ello, para prender la luz de forma rápida y nerviosa. Busqué la almohada, que debía estar junto a mí a la altura de mi cintura, creyendo que de veras la tenía. No estaba allí, no existe dicha almohada. Estaba muy, muy atemorizada. Cuando no podía moverme sentía que alguien venía por mí. No comprendo, no sé qué estaba viendo en mi sueño, podría suponer que era una pantalla negra. Últimamente no tengo sueños, no muchos, no son nada vívidos o ni los recuerdo. ¿Qué fue eso? ¿Qué me aterró tanto? Es la segunda vez que tengo una pesadilla vívida mezclada con realismos (está vez se extendió a la realidad y la última vez fue, por un corto momento, un sueño lúcido). Todo era tan nítido y real, más real de lo normal. Es en serio, era más real que cualquier otra cosa que hubiese soñado, y he soñado cosas muy reales.
Tuve que ir a dormir con mi madre por el pánico que sentí. Soñé con J. No recuerdo qué soñé, pero él estaba allí.
Lo extraño. Lo extraño más de lo cualquiera vaya a saber nunca. Hace días no hablamos y apenas nos dirigimos la mirada. No me atrevo a hablarle, siento que está enojado conmigo o algo similar. No sé qué hice, pero me siento como una mierda. En mis poemas escribí muchas veces disculpas, pedí disculpas y recalqué que me siento culpable y arrepentida. Escribí algo así como una nota mi padre en forma de poema mediocre pidiendo disculpas. Estoy preocupada, es en caso de que decida matarme. Escuchar las putas voces de mis padres o de casi cualquiera por quien tenga cariño biológico o emocional me detiene. Creo que debería hablar con él, no con el hombre que dio su esperma para hacerme nacer, con él no puedo hablar. Me refiero a J. En caso de que algo me pase creo que debo decirle que lo aprecio y que lamento si lo he molestado o si hice algo para enojarlo. Debería dejar muchas cosas escritas a él, hay una enorme cantidad de cosas que no puedo decirle frente a frente.
El lunes, I, mi compañera de clase, va a depilarme las cejas. Hoy se me dio por arreglarme un poco: rímel, labial (cosa que jamás uso) y pedir que me depilen las cejas. No sé por qué, ha de tener que ver con la frecuencia con la cual me desangro por entre las piernas.
Lo quiero. Lo quiero, sólo eso. Le tengo cariño a J. Si hay un cielo o infierno y me mato para ir a alguno, voy a extrañarlo mucho. Él tiene razón, la inexistencia es horrible. Sin embargo, prefiero la inexistencia. Si no existo no podré joder a nadie.
Lo estoy pensando, me queda sólo un mes para decidir si me quedo en este agujero de mierda o si me voy. No sé. En este tengo la libertad de blasfemar, rajarme las venas, decir malas palabras, escribir sobre la muerte y dibujar desnudos sin que nadie me joda. Allí, no estoy segura. Lo extrañaría tanto que creo que podría llorar por él. Mierda, sí lloraría por extrañarlo. El problema es que si I y V vienen a mi escuela, van a haber muchas cosas que sabrán y que no deben saber: homosexualidad, depresión, que soy un puto fenómeno. Sí, ella vio que me rajé las venas. Si soy sincera no creí que nadie lo notaría. Hay mucho más, lo que ella conoce es un tercio del tercio que conocen el resto de las personas.
Soy fea y estoy gorda, pero no puedo decir que me menosprecio porque si fuese así me pondría a llorar y me odiaría por eso. Lo acepto con naturalidad, no me importa mucho porque sin importar como sea voy a terminar en cenizas o carcomida por gusanos y larvas. Me odio, me golpeo y me rajo las venas por mis propias razones, que sólo involucran mi mente y mi propia estupidez.
Tendría que actuar como una adolescente normal. Hoy lo logré, no sé cómo, tan sólo dije un poco de la mierda que ellos decían y a todos les parecí normal. Repetía lo que decía R. Tendría que esconder aún más y eso podría ahogarme. Comienzo a creer que preferiría nunca haberle dicho nada a V y no haber vuelto a hablar con I. ¿Con qué objetivo hablo con ellas? Son otras dos personas a las cuales debo esconderles todo.
Tengo estrías, es una mierda, pero podría ser peor.
Creo que, tras haberlo meditado un poco, espero que I se vaya a esa escuela que tanto quería y que a V no puedan pasarla de escuela y que yo pierda el examen de admisión. Podría joderme menos. Al menos sé cómo defenderme en este sitio, en este agujero en el que estoy metida ahora. Tengo las amigas necesarias, conozco a suficientes personas y sé quiénes joden y quienes no. Conozco a los maestros, puedo llorar en el baño (como hacen todas las niñas) y rajarme las venas sin que nadie lo note. No está nada mal, es un agujero soportable. Sólo unos años, tengo que aguantar, unos años, mierda. No quiero quedarme ni irme, es ahí cuando el suicidio es la opción más simple.
Según los adultos, los adolescentes escogemos el suicidio como una solución permanente a un problema temporal. En realidad no, no todos. Ese es el error que comenten, generalizan y creen que por saber de psicología pueden entender a un suicida adolescente. Para entender a un suicida adolescente debes ser uno. El mío no es un problema temporal, podría reducirlo a que la vida carece de sentido, es ridícula, estúpida y no veo razón para soportar tantos años en la miseria para que una cuarta parte de esos años sea bueno. No me parece una razón buena, es totalmente cosa de imbéciles. Decir que la vida tiene sentido y es hermosa cuando saben de antemano que no es así. Deben reconfortarse, por eso se mienten a sí mismos. Estoy leyendo todas las señales suicidas para asegurarme de cubrir mis huellas, no quiero que nadie lo note, nadie que pueda detenerme. No quiero ayuda, no sé si necesito ayuda porque según la gente necesito ayuda porque estoy mal, según la sociedad, por ser suicida. ¿Por qué eso significa que esté mal? No lo estoy, el problema es que tienen ideas distintas según las cuales soy estúpida porque no quiero mentirme a mí misma. No desean que nadie rompa esa burbuja de ignorancia y semi-perfección que han creado en sus mentes.
Thursday, September 6, 2012
Siempre fui fanática de las novias indias.
A las de castas importantes y dinero, lastimosamente sólo a ellas, les hacen una bodas hermosas. Las transforman en princesas hindúes durante sus bodas.
Las llenan de joyas y las cubren con vestidos de telas coloridas de muchos tonos con diferentes patrones tejidos sobre estas. Les pintan las manos y pies con una especie de técnica hindú y según la tonalidad del tatuaje, entre más oscuro y definido sea, mejor será la relación de la novia con su suegra.
Su boda está llena de flores y decoraciones de telas orientales.
Las novias hindúes, generalmente, se compran. Los padres venden a sus hijas con el objetivo de intercambiarlas por dinero o bienes. Eso pasa en muchas castas hindúes, pero los padres adinerados de hijas hermosas y castas altas consiguen muchos más bienes por vender a su hija a un extraño. Es la mayor expresión de indiferencia, vacío y amor por lo material sobre lo humano.
Cecilia no estaba muerta, era una novia en Calcuta.
Creo que esas eran las palabras en la película Las Vírgenes Suicidas, las que usaron los vecinos de las Lisbon para reconfortarse respecto a la muerte de la niña de ojos azules.
Ellas son hermosas.
He escrito mucha poesía últimamente. Llené las últimas páginas de mi cuaderno de educación religiosa con letras de Nirvana, los Meas Puppets, Los Red Hot Chilli Peppers y varios poemas. Es la primera vez que escribo un poema de amor. Escribí un par de poemas de amor pensando en A.
Soy torpe, mucho. Me golpeo, me resbalo y derramo cosas constantemente. Siempre molesto a quienes me rodean y termino por aburrirlos. No los culpo, hasta yo me aburro de mí misma a veces, pero como soy aburrida me soporto más tiempo que los demás.
Escribí mi primer poema, se podría decir, en cierto modo, erótico. Eso lo dijo C, no lo había visto así. En mi poema escribía que A, que es mayor que yo por tres años exactamente, era ya una novia adolescente, que era una virgen, mi virgen, y que yo la quería. Que se quitara el vestido blanco y me dejara explorar su antigua infancia.
Si digo el punto, es que decía que quería su virginidad.
Escribí otro diciendo que la quería y deseaba protegerla de quienes la herían. Me preocupa que cada día la veo y siento que pierde un poco de aquello que la hacía especial, se convierte en una más. Egoístamente, casi quiero que vuelva a ser herida para que vuelva a ser como antes. Las heridas la convirtieron en algo. Es como aquellos caballos de guerra que soportaban y continuaban luchando pese a lo caótico que era todo.
Escribí un poema sobre J. Estaba sentado frente a mí, no nos miramos. Pasamos el día estando a algunos metros el uno del otro, sólo mirándonos con mucha rapidez cada tanto y a veces se cruzaban nuestras miradas, en esos momento actuaba como si nada y conversaba con R de forma nerviosa. No nos hablamos en todo el día y D me invitó a un concierto de metal. Lo más seguro es que no vaya. Además de que no me dejarían ir a oír hardcore con un amigo, no creo que me guste especialmente todo el metal. Soy selectiva con lo que me meto en la cabeza, no oigo cualquier mierda sin saber qué significa ni qué dice. Empecé a escuchar a Annihilator luego de revisar las letras de sus canciones y estar segura de que, al menos las que oigo, no traen en ellas mensajes de cosas que no quiero oír. Claro, podría estar equivocada, me guío por lo que sé.
Le dije la verdad: no me dejarían ir a escuchar hardcore y además es posible que para esa fecha yo esté con L.C., visitándola.
J estaba frente a mí, y quise escribir sobre él porque no se me ocurrió nada más en el momento. Escribí que estaba muy cerca y muy lejos, muy cerca físicamente, pero en otro mundo mentalmente. Permanecía callado y mirando al piso y supuse que debía estar pensando, eso también lo escribí. Pensaba porque él no estaba vacío, porque podía pensar (todo lo que digo lo he escrito en el poema). Él pareció irse por un momento y luego volvió, como una ola que se mueve de atrás hacia adelante.
Si soy sincera, desearía ser bonita para gustarle. Sólo por el placer que da de saber que a alguien le importas suficiente como para sentirse algo enamorado de ti.
A está enamorada. Me hace sentir feliz, porque ella está feliz. Quiere enamorarse del hermano de una amiga de ambas. A ella, nuestra amiga, no le agrada para nada la idea. La amenazó diciéndole que si se enamora de él dejará de ser su amiga. A me dijo eso a mí, hasta donde sé soy la única que sabe y no voy a decirlo a nadie, al menos no excepto a que lo haga con un seudónimo estúpido como el que uso aquí. Me dijo que se entiende muy bien con él. Creo que él tiene novia.
Cuatro minutos pasan como treinta segundos cuando oigo alguna canción. Es como si no durara nada.
Esta mierda no se acaba, es insoportable. Las pastillas, ya no quiero tomarlas y no quiero no tomarlas. No puedo, es insoportable.
Las píldoras se han vuelto mis caramelos. Algún día, eso le pasará a alguien más. Pronto tendré que comenzar a llevar cuentas de las píldoras que tomo en el día o podría tener una sobredosis no tan accidental. Me la paso todos los días yendo a la enfermería por píldoras. No soy como las de mi clase, que van allí para faltar a clases e inventan un dolor de cabeza o dolor de estómago con el objetivo de quedarse allí y no tener que aguantar una explicación de matemáticas o una lectura en la clase de lengua.
Yo invento algún dolor para que me den píldoras, y curiosamente jamás uso el verdadero dolor que tengo. Siempre ando con dolor de estómago (por no comer, aunque sigo gorda), y, a veces, dolor de cabeza. Siempre digo que me duele la cabeza o me siento mareada por el vértigo; últimamente uso más el dolor de cabeza o mi influenza para conseguir que me den pastillas y que no suceda lo de la última vez: que fui por píldoras y terminé dos horas en la camilla de la enfermería.
Voy a tener que empezar a tomar píldoras que traiga de casa. Me asusta que comiencen a sospechar o sentir que exagero por pedir píldoras a diario. Ya casi siento miedo al ver a la consejera escolar. Temo que se me acerque y diga "eres suicida, vamos a ayudarte. No más caramelos". Tengo paranoia de que todo mundo sepa todo, la paranoia y la ansiedad son mis bendiciones y torturas, sumadas con las alucinaciones constantes. Es maravilloso.
Creo que R puede ser una suicida o algo similar. Mientras revisaba su correo, comencé a ver uno que venía siendo como una carta en un fondo azul claro con letras y bordes magenta. Sólo logré leer "es muy común tener ese tipo de pensamientos a tu edad". Ha de ser de alguna página de consejos para adolescentes por parte de un adulto que les habla como un adolescente más.
Es curioso, estuve leyendo, por pura diversión sobre el suicidio adolescente: las causas, quiénes son propensos, las señales de advertencia y lo que se puede hacer. Si soy sincera, me sentí un poco impresionada cuando noté que tengo todos los comportamientos suicidas, todos excepto desechar cosas de valor, regalar cosas, disculparme por cosas del pasado y decir cosas "en caso de que algo me pase". Tomando en cuenta que escribo mucho de la muerte, el suicidio y me llamo a mí misma suicida, sería algo obvio. Aunque nunca pensé que de verdad fuese una suicida. Digo, sólo he estado cerca del suicidio tres veces: todas involucran medicamentos o algún tipo de químico. Una fue mi brote suicida, otra fue cuando quise experimentar ser una suicida casi totalmente segura de que esas píldoras no podrían matarme (al menos creo que lo estaba) y otra fue cuando me tragué un desodorante en aerosol que había en mi baño. No tragué mucho, pero tenía la intención de al menos intoxicarme, cosas que no sucedió.
Es bonito saber que soy, psicológicamente, una suicida.
En mis poemas a A deseaba hacer lo que hizo Kurt Cobain con Heart-Shaped box: decir, de la forma más complicada posible, te amo. Tuve que esforzarme mucho. Pensé en escribir "let me cure your leukemia while you sleep", pero no sonaba ni la mitad de bien que "I wish I could eat your cancer when you turn back".
Y toda esa poesía sobre ella, esas páginas que escribo diciéndole lo fuerte que creo que es (fuerte, esa palabra la usé mucho en el primer poema y recalqué de forma directa o indirecta, que yo soy débil), y llamándola ángel un par de veces, nunca va a leerlos. Es imposible que los lea. A excepción de si me mato, en ese caso, el día antes, si sigo en la misma clase que ella, voy a meter las hojas dentro de alguno de sus cuadernos o en un sito discreto que ella vea. Si tengo suerte, la conmoverá y pensará en mi de vez en cuando, en la niña rara y homosexual que la quiso cuando estaba viva. Si me matara, ¿alguien que no esté ligado a mí de forma biológica me extrañaría? Podría estar siendo algo estúpida, pero creo que sí.
Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver. Buenas noches, Randy Rhoads.
Mamá pasó muy cerca.
Es mi culpa no ser egoísta. Si fuese egoísta, tomaría un cuchillo, lo metería en mi mochila, lo llevaría a clases mañana, mataría a tantos de mi clase como pudiera y luego me mataría. O sólo tomaría muchas píldoras esta noche, lo estoy pensando. Como no soy egoísta, no aguanto la idea de saber que mi madre encontraría mi cuerpo mañana, es cruel aunque no le tenga un cariño sincero. Al final, no soy tan mala persona. Si tuviera hermanos o hermanas sí que me mataría. Ellos mantendrían un poco de unidad en esta descompuesta vida de hogar. Siendo sólo yo, mis padre no tendrían nada por qué estar juntos. Si no están juntos no pueden detenerse mutuamente y mí padre es muy impulsivo. Sería cruel causar eso. No puedo, está mal y que me de cuenta de eso es una mierda.
A las de castas importantes y dinero, lastimosamente sólo a ellas, les hacen una bodas hermosas. Las transforman en princesas hindúes durante sus bodas.
Las llenan de joyas y las cubren con vestidos de telas coloridas de muchos tonos con diferentes patrones tejidos sobre estas. Les pintan las manos y pies con una especie de técnica hindú y según la tonalidad del tatuaje, entre más oscuro y definido sea, mejor será la relación de la novia con su suegra.
Su boda está llena de flores y decoraciones de telas orientales.
Las novias hindúes, generalmente, se compran. Los padres venden a sus hijas con el objetivo de intercambiarlas por dinero o bienes. Eso pasa en muchas castas hindúes, pero los padres adinerados de hijas hermosas y castas altas consiguen muchos más bienes por vender a su hija a un extraño. Es la mayor expresión de indiferencia, vacío y amor por lo material sobre lo humano.
Cecilia no estaba muerta, era una novia en Calcuta.
Creo que esas eran las palabras en la película Las Vírgenes Suicidas, las que usaron los vecinos de las Lisbon para reconfortarse respecto a la muerte de la niña de ojos azules.
Ellas son hermosas.
He escrito mucha poesía últimamente. Llené las últimas páginas de mi cuaderno de educación religiosa con letras de Nirvana, los Meas Puppets, Los Red Hot Chilli Peppers y varios poemas. Es la primera vez que escribo un poema de amor. Escribí un par de poemas de amor pensando en A.
Soy torpe, mucho. Me golpeo, me resbalo y derramo cosas constantemente. Siempre molesto a quienes me rodean y termino por aburrirlos. No los culpo, hasta yo me aburro de mí misma a veces, pero como soy aburrida me soporto más tiempo que los demás.
Escribí mi primer poema, se podría decir, en cierto modo, erótico. Eso lo dijo C, no lo había visto así. En mi poema escribía que A, que es mayor que yo por tres años exactamente, era ya una novia adolescente, que era una virgen, mi virgen, y que yo la quería. Que se quitara el vestido blanco y me dejara explorar su antigua infancia.
Si digo el punto, es que decía que quería su virginidad.
Escribí otro diciendo que la quería y deseaba protegerla de quienes la herían. Me preocupa que cada día la veo y siento que pierde un poco de aquello que la hacía especial, se convierte en una más. Egoístamente, casi quiero que vuelva a ser herida para que vuelva a ser como antes. Las heridas la convirtieron en algo. Es como aquellos caballos de guerra que soportaban y continuaban luchando pese a lo caótico que era todo.
Escribí un poema sobre J. Estaba sentado frente a mí, no nos miramos. Pasamos el día estando a algunos metros el uno del otro, sólo mirándonos con mucha rapidez cada tanto y a veces se cruzaban nuestras miradas, en esos momento actuaba como si nada y conversaba con R de forma nerviosa. No nos hablamos en todo el día y D me invitó a un concierto de metal. Lo más seguro es que no vaya. Además de que no me dejarían ir a oír hardcore con un amigo, no creo que me guste especialmente todo el metal. Soy selectiva con lo que me meto en la cabeza, no oigo cualquier mierda sin saber qué significa ni qué dice. Empecé a escuchar a Annihilator luego de revisar las letras de sus canciones y estar segura de que, al menos las que oigo, no traen en ellas mensajes de cosas que no quiero oír. Claro, podría estar equivocada, me guío por lo que sé.
Le dije la verdad: no me dejarían ir a escuchar hardcore y además es posible que para esa fecha yo esté con L.C., visitándola.
J estaba frente a mí, y quise escribir sobre él porque no se me ocurrió nada más en el momento. Escribí que estaba muy cerca y muy lejos, muy cerca físicamente, pero en otro mundo mentalmente. Permanecía callado y mirando al piso y supuse que debía estar pensando, eso también lo escribí. Pensaba porque él no estaba vacío, porque podía pensar (todo lo que digo lo he escrito en el poema). Él pareció irse por un momento y luego volvió, como una ola que se mueve de atrás hacia adelante.
Si soy sincera, desearía ser bonita para gustarle. Sólo por el placer que da de saber que a alguien le importas suficiente como para sentirse algo enamorado de ti.
A está enamorada. Me hace sentir feliz, porque ella está feliz. Quiere enamorarse del hermano de una amiga de ambas. A ella, nuestra amiga, no le agrada para nada la idea. La amenazó diciéndole que si se enamora de él dejará de ser su amiga. A me dijo eso a mí, hasta donde sé soy la única que sabe y no voy a decirlo a nadie, al menos no excepto a que lo haga con un seudónimo estúpido como el que uso aquí. Me dijo que se entiende muy bien con él. Creo que él tiene novia.
Cuatro minutos pasan como treinta segundos cuando oigo alguna canción. Es como si no durara nada.
Esta mierda no se acaba, es insoportable. Las pastillas, ya no quiero tomarlas y no quiero no tomarlas. No puedo, es insoportable.
Las píldoras se han vuelto mis caramelos. Algún día, eso le pasará a alguien más. Pronto tendré que comenzar a llevar cuentas de las píldoras que tomo en el día o podría tener una sobredosis no tan accidental. Me la paso todos los días yendo a la enfermería por píldoras. No soy como las de mi clase, que van allí para faltar a clases e inventan un dolor de cabeza o dolor de estómago con el objetivo de quedarse allí y no tener que aguantar una explicación de matemáticas o una lectura en la clase de lengua.
Yo invento algún dolor para que me den píldoras, y curiosamente jamás uso el verdadero dolor que tengo. Siempre ando con dolor de estómago (por no comer, aunque sigo gorda), y, a veces, dolor de cabeza. Siempre digo que me duele la cabeza o me siento mareada por el vértigo; últimamente uso más el dolor de cabeza o mi influenza para conseguir que me den pastillas y que no suceda lo de la última vez: que fui por píldoras y terminé dos horas en la camilla de la enfermería.
Voy a tener que empezar a tomar píldoras que traiga de casa. Me asusta que comiencen a sospechar o sentir que exagero por pedir píldoras a diario. Ya casi siento miedo al ver a la consejera escolar. Temo que se me acerque y diga "eres suicida, vamos a ayudarte. No más caramelos". Tengo paranoia de que todo mundo sepa todo, la paranoia y la ansiedad son mis bendiciones y torturas, sumadas con las alucinaciones constantes. Es maravilloso.
Creo que R puede ser una suicida o algo similar. Mientras revisaba su correo, comencé a ver uno que venía siendo como una carta en un fondo azul claro con letras y bordes magenta. Sólo logré leer "es muy común tener ese tipo de pensamientos a tu edad". Ha de ser de alguna página de consejos para adolescentes por parte de un adulto que les habla como un adolescente más.
Es curioso, estuve leyendo, por pura diversión sobre el suicidio adolescente: las causas, quiénes son propensos, las señales de advertencia y lo que se puede hacer. Si soy sincera, me sentí un poco impresionada cuando noté que tengo todos los comportamientos suicidas, todos excepto desechar cosas de valor, regalar cosas, disculparme por cosas del pasado y decir cosas "en caso de que algo me pase". Tomando en cuenta que escribo mucho de la muerte, el suicidio y me llamo a mí misma suicida, sería algo obvio. Aunque nunca pensé que de verdad fuese una suicida. Digo, sólo he estado cerca del suicidio tres veces: todas involucran medicamentos o algún tipo de químico. Una fue mi brote suicida, otra fue cuando quise experimentar ser una suicida casi totalmente segura de que esas píldoras no podrían matarme (al menos creo que lo estaba) y otra fue cuando me tragué un desodorante en aerosol que había en mi baño. No tragué mucho, pero tenía la intención de al menos intoxicarme, cosas que no sucedió.
Es bonito saber que soy, psicológicamente, una suicida.
En mis poemas a A deseaba hacer lo que hizo Kurt Cobain con Heart-Shaped box: decir, de la forma más complicada posible, te amo. Tuve que esforzarme mucho. Pensé en escribir "let me cure your leukemia while you sleep", pero no sonaba ni la mitad de bien que "I wish I could eat your cancer when you turn back".
Y toda esa poesía sobre ella, esas páginas que escribo diciéndole lo fuerte que creo que es (fuerte, esa palabra la usé mucho en el primer poema y recalqué de forma directa o indirecta, que yo soy débil), y llamándola ángel un par de veces, nunca va a leerlos. Es imposible que los lea. A excepción de si me mato, en ese caso, el día antes, si sigo en la misma clase que ella, voy a meter las hojas dentro de alguno de sus cuadernos o en un sito discreto que ella vea. Si tengo suerte, la conmoverá y pensará en mi de vez en cuando, en la niña rara y homosexual que la quiso cuando estaba viva. Si me matara, ¿alguien que no esté ligado a mí de forma biológica me extrañaría? Podría estar siendo algo estúpida, pero creo que sí.
Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver. Buenas noches, Randy Rhoads.
Mamá pasó muy cerca.
Es mi culpa no ser egoísta. Si fuese egoísta, tomaría un cuchillo, lo metería en mi mochila, lo llevaría a clases mañana, mataría a tantos de mi clase como pudiera y luego me mataría. O sólo tomaría muchas píldoras esta noche, lo estoy pensando. Como no soy egoísta, no aguanto la idea de saber que mi madre encontraría mi cuerpo mañana, es cruel aunque no le tenga un cariño sincero. Al final, no soy tan mala persona. Si tuviera hermanos o hermanas sí que me mataría. Ellos mantendrían un poco de unidad en esta descompuesta vida de hogar. Siendo sólo yo, mis padre no tendrían nada por qué estar juntos. Si no están juntos no pueden detenerse mutuamente y mí padre es muy impulsivo. Sería cruel causar eso. No puedo, está mal y que me de cuenta de eso es una mierda.
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